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Sí, sabemos ¿y qué?
Once you know (Emmanuel Capellin, 2020) es el título-sentencia de uno de los 30 documentales que del 22 al 29 de octubre se proyectan en el marco del Another Way Film Festival, que este año celebra su sexta edición en doble formato: online y presencial en algunas de las salas de cine más emblemáticas de Madrid. Es este un documental eminentemente pesimista y crudo; uno de esos largometrajes que caen como una losa por la sinceridad del mensaje que escupen a la cara: “estamos perdidos”.
Una tesis se cierne sobre la película: el colapso hará que los humanos tengamos que abandonar nuestra libertad. La idea de estar tocando techo en un problema del que todos somos responsables (el norte global más que el sur, sin lugar a dudas) es el eje de un largometraje que cuenta con voces expertas en materia de cambio climático.
El título es una profecía cumplida: “Ahora que sabemos”. La pregunta que sucede a la afirmación aparece por sí sola: “Sí, ahora lo sabemos, ¿y qué? ¿A qué estamos esperando para actuar?”. Es quizás el gran misterio que se cierne a día de hoy en torno a la problemática del cambio climático: ¿qué hacer cuando ya sabemos qué está pasando? ¿Qué hacer cuando ya sabemos qué va a pasar?
Es posible que los mensajes apocalípticos y una visión pesimista acerca de lo que nos espera (desplazamientos de refugiados climáticos, subida del nivel del mar que echará a perder ciudades y pueblos costeros, fenómenos meteorológicos extremos que se cobrarán la vida de cientos de miles de personas etc.) no ayude y provoque ecoansiedad entre la ciudadanía, un concepto que cada vez va ganando más terreno. Es posible, pero también es posible que si no se muestra la crudeza de la problemática en toda su magnitud nos tomemos los retos a los que nos enfrenta el cambio climático a la ligera.
Y nada más urgente y serio hay en estos momentos que prestarle atención.
En Once you know se presenta una idea, cuanto menos, acertada: “life is about transition” (la vida son transiciones/ la vida es transición). Y así sucede: nos movemos de una etapa a otra mediante transiciones, algunas más abruptas que otras. La transición entre la niñez y la adolescencia, el paso de la adolescencia a una vida adulta, el camino hacia la muerte. Todo es transición. Y es transición, precisamente, lo que ahora pide el planeta: un cambio de paradigma, un reset, una reorganización de los valores en los que la vida humana, pero también la del mundo que nos rodea, esté en el centro.
En el largometraje se asegura que todas aquellas personas que ya lo han visto o que lo están viendo claro, aquellos que son conscientes de los que se nos avecina, pasan por carias etapas. Una primera etapa con altibajos (como el resto de personas), seguida de un descenso en el momento en que se dan cuenta del panorama al que nos enfrentamos. Es lo que en el documental se califica como “muerte” de los valores que hasta el momento habían regido la vida.
Una vez superada esta etapa, caracterizada por la ecoansiedad y la desesperación al darse cuenta de la impotencia ante las consecuencias de un problema -el cambio climático- de semejantes magnitudes, al individuo solo le queda volver a la vida con una nueva identidad. Esta quizás sea una de las reflexiones más lúcidas del documental (y más útiles para entender determinados procesos mentales o el desasosiego que produce saberse conocedor de lo que realmente está pasando).
Emmanuel Capellin, un ambientólogo comprometido
Después de finalizar Estudios ambientales y Desarrollo internacional en la Macgill University, en Canadá, Emmanuel Capellin, director de Once you know siempre supo que se quería dedicar a documentar los efectos del cambio climático. Después de estudiar cine en California, se puso manos a la obra y este es su primer film como director. El largometraje se desplaza entre el conocimiento académico, lo emocional y lo político.
“El documental pretende mostrar que estamos ante una sentencia. Después de ser conscientes del colapso al que nos enfrentamos, tenemos que integrar ese conocimiento de manera integral para poder hacer dos viajes: uno exterior y uno interior. Hay que conocer qué significan los cambios climáticos para uno mismo, para su idea de futuro, su comunidad; y eso es un proceso largo. Solo después de la comprensión emocional de todo esto, podremos actual”, explica.
Once you know es un trabajo de ocho años; tiempo en el que cada vez ha ido tomando más fuerza el concepto de “ecoansiedad”, un sentimiento muy presente en el documental. “¿Cómo podemos salir adelante ante la enormidad del cambio climático? ¿Cómo afrontar el dolor de todo lo que estamos perdiendo y que vamos a perder?”, se pregunta Capellin. Y añade: “Estamos ante un duelo colectivo, por eso es importante no sentirse solo en esto y estar interconectado. Creo que en las próximas décadas se desarrollarán nuevas maneras de espiritualidad. Después del colapso, llegará el renacimiento”.
A pesar de ciertos tintes pesimistas del documental, Capellin se muestra positivo y cree que merece la pena continuar luchando. “Si aceptamos migajas, que sean, al menos, migajas para todos”, dice recordando uno de los lemas de los chalecos amarillos. “Tiene que haber un decrecimiento, pero tiene que ser para todos. La gente está dispuesta a sacrificarse, pero solo si siente que el esfuerzo es compartido”, sentencia.
Renunciar: ¿Qué es eso?
Uno de los puntos más interesantes del documental aparece cuando se plantea algo incuestionable: la necesidad de renuncia de nuestros privilegios (siempre y cuando queramos salvarnos). Capellin cree que, ante el avance de las circunstancias, se impondrá la necesidad. “Queremos nuestra casa, nuestro coche, la nevera llena. No queremos la luna, queremos lo básico, pero no estamos dispuestos a renunciar a nada que tenga otro. Eso cambiará, porque las circunstancias obligarán”.
De hecho, el joven cineasta señala como la falta de compromiso o incapacidad de renunciar podrían ser una de las causas del momento bajo que están viviendo los movimientos por el clima que tanto dieron que hablar tan solo hace un año. Él mismo forma parte de Extinction Rebellion y asegura que para estar en el colectivo “se tiene que estar dispuesto a ser arrestado e ir a la cárcel (…) y la gente no está dispuesta a semejante sacrificio”.
Asegura que dentro del movimiento hay cierta impaciencia por cambiar las cosas, sin embargo, él se muestra tranquilo y ve todas las acciones como algo con efectos a largo plazo. “Creo que el movimiento por el clima regresará con otra ola, de diferente forma. La gente continúa empeñada en proteger los derechos del siglo XX, el bienestar y el confort, pero si queremos una sociedad funcional, habrá que repensar el contrato social. Aún no estamos en ese punto; pero parece incuestionable que en las próximas décadas desaparecerán algunos privilegios, vistos ahora como derechos, y aparecerán nuevos deberes”.
Confía en la actual crisis sanitaria fuerce la creación de una identidad global y planetaria, una especie de identidad común o “de sensación de estar en el mismo barco (…). Creo que es la primera vez después de la Segunda Guerra Mundial que hay una experiencia común de consternación y de ‘estar juntos en esto’. Esto es la piedra angular de una identidad planetaria en la que compartiremos problemas”. Y entre esos problemas, estará también, y como no podía ser de otra manera, los retos que nos pone por delante el cambio climático.
Si bien la ausencia de invulnerabilidad en nuestras vidas siempre ha sido un hecho constatado (no dejamos de estar a merced de enfermedades, catástrofes naturales y otra serie de calamidades arbitrarias), parece ser que la Covid-19 ha puesto un mensaje definitivo sobre la mesa: no sois invencibles.
Y no, no lo somos.
¡Aún estás a tiempo!
En el Another Way Film Festival se proyectan más de 30 películas de temática medioambiental y con el cambio climático en el centro. También hay títulos que abordan la relación del ser humano con la naturaleza, los derechos humanos o el conflicto entre tradición y modernidad.
Se podrán ver Golden Fish – African Fish, un relato sobre la situación de la pesca tradicional en Senegal, Smog Town acerca de la problemática de la contaminación del aire en China; A New Era sobre la resistencia de una pequeña población china por salvar su territorio ancestral o Res Creata – Humans and Other Animals, un ensayo sobre la relación del ser humano con los animales, entre otros títulos.