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En apoyo a las protestas mundiales por el clima convocadas por Fridays For Future para el 20 de septiembre, trabajadoras y trabajadores de Amazon en Seattle y otras partes del país no acudirán ese día a su puesto de trabajo. El motivo: hacer que la compañía tome medidas significativas para frenar el cambio climático.
«Esta será la primera vez que los trabajadores de Amazon en las oficinas corporativas abandonen su puesto, y es la primera huelga en la industria tecnológica sobre la crisis climática», recoge el comunicado emitido por Empleados por la Justicia del Clima. Según Roshni Naidu, gerente técnico senior de producto de Amazon en Seattle, «esta huelga trata de decirles a nuestros líderes empresariales y políticos que exigimos acciones urgentes a la altura de la crisis».
Este grupo apela a la multinacional a que se comprometa, por un lado, a lograr cero emisiones para 2030; por otro lado, a que sus vehículos eléctricos pilotos sean probados inicialmente en aquellas comunidades más contaminadas. Asimismo, piden que cesen los contratos con las compañías de combustibles fósiles que usan la tecnología de inteligencia artificial de Amazon para ayudarlos a acelerar la extracción de petróleo y gas, además de cortar los fondos a aquellos que niegan el cambio climático.
Este compromiso con el clima no es nuevo entre la plantilla de la multinacional tecnológica. El grupo Empleados por la Justicia del Clima presentó hace unos meses una propuesta ante los accionistas de Amazon con 8.200 firmas donde pedían al fundador y CEO Jeff Bezos tomar medidas para no depender de los combustibles fósiles.
Esta iniciativa también ha hecho que el grupo de empleados de Microsoft Workers 4 Good anunciara este martes en su cuenta de Twitter que «se unirán a millones de personas en todo el mundo» para «exigir el fin de la era de los combustibles fósiles». Si bien el objetivo de la compañía fundada por Bill Gates es de reducir un 75% su huella de carbono para 2030, su presidente Brad Smith aseguraba recientemente que «la magnitud y la velocidad de los cambios ambientales en todo el mundo han dejado cada vez más claro que debemos hacer más».
Los costes medioambientales de recibir un pedido en casa
Según apunta Ballena Blanca, el último informe de estadísticas energéticas de la Administración en EE. UU. asegura que en 2016 el transporte de mercancías superó en emisiones de dióxido de carbono a las plantas energéticas por primera vez desde 1979.
Pero eso no es todo. Ya en 2017, en un informe publicado por Greenpeace Estados Unidos, se apuntaba a que la industria de las tecnologías de la información consumen más del 10% del total de la electricidad mundial. Entre ellas se encuentra Amazon, cuyo estudio refleja que solo el 17% de su energía procede de fuentes limpias, mientras que un 30% sale del carbón, un 26% de la nuclear y un 24% del gas natural.
No obstante, estas grandes cifras no se acercan a la realidad. El informe de la ONG medioambiental solo tiene en cuenta, entre otros, los centros de datos y la energía necesaria para fabricar los equipos. Por lo tanto, queda fuera del análisis todas aquellas emisiones derivadas del transporte tanto aéreo, marítimo y terrestre, lo que haría aumentar enormemente la huella de carbono.
Objetivo de emisiones neutras para 2050, según Amazon
A pesar de estos datos, desde la multinacional asegura a Climática que «la reducción de las fuentes del cambio climático inducido por el hombre es un compromiso importante para Amazon». Para lograr este objetivo, a principios de este año anunciaron Shipment Zero, una medida con la que espera que todos los envíos que hagan sean neutros en emisiones de carbono, con el 50% de todos los envíos sin carbono para el año 2030.
Del mismo modo, la empresa se defiende de ser poco sostenible afirmando que, durante la última década, «hemos eliminado más de 244.000 toneladas de materiales de embalaje y hemos evitado 500 millones de cajas de envío». Además, confirman que tienen previsto compartir para finales de año la huella de carbono generada, «junto con objetivos y programas relacionados».
Amazon en España
Aquí, los trabajadores de Amazon tienen su propia lucha desde hace más de un año. Han sido múltiples los paros y huelgas convocados por la plantilla de San Fernando de Henares (Madrid), quienes vienen denunciando recortes tanto en derechos de salud, como de salario y conciliación. Actualmente, cerca 1.100 personas son fijas y 900 temporales.
Respecto a si plantean hacer algo similar a lo de sus colegas estadounidenses, desde el sindicato CGT aseguran a Climática que «seguimos con el conflicto y no damos a más», pero que actualmente «se está participando en distintos foros y se plantea realizar movilizaciones conjuntas» en un futuro.