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El Gobierno español ha mostrado su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea sobre la inclusión de la nuclear y el gas fósil en la clasificación de “energías verdes” dentro de la taxonomía comunitaria. Y no ha sido el único: lo han hecho también otros países miembros, como Austria o Luxemburgo. El ministro de Energía de este último país, Claude Turmes, califica la propuesta como “lavado verde”.
Estas reacciones llegan después de que el pasado sábado, 1 de enero, se hiciera público un borrador del texto elaborado por este organismo, que desde hace semanas debatía una revisión de la taxonomía europea.
Dicho documento –un listado de las actividades económicas y los criterios ambientales que deben cumplir para ser etiquetadas como inversiones verdes– establece que las inversiones en plantas de energía nuclear pueden ser consideradas ecológicas si el proyecto tiene un plan, fondos y un sitio para eliminar de manera segura los desechos radiactivos. Además, establece que estos nuevos proyectos deben recibir permisos de construcción antes de 2045., tal y como informa Euractiv.
«Consideramos que no son energías verdes ni sostenibles«, ha destacado en un comunicado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en referencia al gas y a la nuclear. La vicepresidenta Yolanda Díaz también lanzó una advertencia desde su cuenta de Twitter: la crisis climática «es un desafío de época en el que no valen pasos atrás».
La ministra austriaca de Acción Climática, Leonore Gewessler, ha afirmado que, de ponerse en marcha estos planes tal y como están redactados, «vamos a denunciarlos».
La Comisión Europea considera ecológicas las inversiones en centrales eléctricas de gas si estas emiten una cantidad inferior a 270 gramos de CO2 equivalente (CO2e) por kilovatio-hora. También si reemplazan una planta de combustibles fósiles más contaminante y si reciben un permiso de construcción antes del 31 de diciembre de 2030.
La CE considera que tanto la nuclear como el gas son actividades «de transición». La comunidad científica, por su parte, ha insistido en dejar clara la evidencia, al considerar que esta propuesta «se opone a la ciencia del clima». El IPCC –el mayor panel de especialistas en cambio climático– y la Agencia Internacional de la Energía han insistido en la necesidad de no invertir más en proyectos de combustibles fósiles si se quiere limitar el calentamiento global a 1,5 ºC, un compromiso reiterado en la última cumbre del clima celebrada en Glasgow.
El gas –conocido comercialmente como gas natural– está formado por cerca de un 80% de metano, un potente gas de efecto invernadero. Si no se pone fin a su producción y uso, será muy difícil frenar el aumento de la temperatura global y mitigar el cambio climático.
Aunque la nuclear no emite gases de efecto invernadero durante su uso, tampoco sale rentable –dicen los expertos–y conlleva graves riesgos asociados a los residuos radioactivos que genera.
Si bien la propuesta de la Comisión Europea ha suscitado las reacciones en contra de varios países miembros de la Unión Europea –Irlanda, Dinamarca, Alemania o Países Bajos, además de los antes mencionados–, hay otros que se han mostrado a favor desde un inicio. Es el caso de Francia, principal defensor de la energía nuclear.
La decisión, no obstante, no es definitiva: el borrador todavía puede modificarse durante los próximos días. Una vez publicada su versión definitiva, llegará al Europarlamento, que puede vetar la propuesta.
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Sin reglas de arte borriquillos hay que una vez aciertan por casualidad.
El Tribunal Supremo admite el recurso pidiendo que se limpie de radiactividad Palomares.
Actualmente el Plutonio vertido en Palomares, se está transformando en Americio que es mucho mas peligroso, sin que parezca importarles a las autoridades competentes.
carta al gobierno de la nación: LA INDUSTRIA CARNICA
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Al mismo tiempo, el uso excesivo de la carne aumenta el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, entre otras cosas.
El uso excesivo de la carne en Europa y otros países ricos tiene costos irrazonables para la salud tanto de las personas como del planeta. Entonces, ¿no es hora de que empecemos a regular la publicidad de la carne de la misma manera que otros productos como el tabaco y el alcohol que perjudican nuestra salud?
Si crees que también es el momento, por favor firma aquí:
https://www.greenpeace.org/denmark/vaer-med/skaret-ind-til-benet-7-myter-i-reklamer-for-kod/?utm_medium=email&utm_source=smc&utm_campaign=dk_pg_agriculture&utm_content=dk_pg_sk%C3%A5ret-ind-til-benet-2&utm_term=none_alsu_single
Un equipo internacional de expertos en semiótica ha analizado la publicidad de la carne en seis países europeos. Su área de especialización consiste precisamente en analizar mensajes ocultos en películas, imágenes y textos.
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