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Madrid es la comunidad autónoma que menos energía produce de toda España. En términos absolutos, la región generó en 2021 (último año completo del que existen datos) 1.334,10 GWh de energía, menos que Cantabria (1.693,25 GWh) o La Rioja (2.161,76 GWh), los dos territorios que completan el ranking de la parte baja. En lo más alto, Cataluña, con una producción energética de 39.876,98 GWh.
Sin embargo, la gran diferencia entre Madrid y el resto de comunidades se hace patente al comparar sus ratios producción-consumo. En 2021, la región presidida por Isabel Díaz Ayuso necesitó 27.435 GWh de energía eléctrica, por lo que solo generó un 4,86% de lo que consumió ese año. La segunda región con un menor ratio también fue Cantabria, aunque en este caso la distancia fue mayor, ya que esta produjo el 42,16% de lo que utilizó.
Unos datos que ofrecen una conclusión evidente: la Comunidad de Madrid apenas produce energía y necesita importar desde otros territorios más de un 95% de la electricidad que consume.
Diferentes especialistas consultados coinciden en señalar la densidad de población como el principal factor que lastra la generación de energía en la región, ya que esta es nueve veces mayor que la media de España. La escasez de territorio dificulta la implantación de tecnologías de generación renovables, lo que provoca que solo produzca con este tipo de tecnologías el 1,8% de su necesidad anual.
Madrid no cumple sus objetivos
El Plan Energético de la Comunidad de Madrid Horizonte 2020 es el último plan accesible a través de la web de la Consejería de Medio Ambiente, de la cual dependen las competencias en energía. En él se reconoce la situación de Madrid como una «región fuertemente consumidora y escasamente productora de energía». Asimismo, el informe explica que la comunidad no cumplió con el objetivo marcado en el anterior plan (2004-2012), que pretendía duplicar la generación eléctrica, ya que finalmente el aumento solo fue del 35% (58% si se descuenta «la diferente hidraulicidad de cada año»).
Tampoco cumplió la CAM sus objetivos para el año 2020 en ninguna de las tecnologías de producción renovable, excepto en la geotérmica. El mencionado plan establecía como meta una producción renovable que representara entre un 2,8% y un 2,9% del consumo total de la comunidad. Unas cifras alejadas del 1,8% de la demanda interna que las renovables actualmente consiguen satisfacer.
En el momento de la publicación de este reportaje, la Consejería de Medio Ambiente no había respondido a las cuestiones enviadas por este medio.
Héctor Tejero, diputado autonómico de Más Madrid, confirma que la región lleva más de dos años sin plan energético, ya que el mencionado documento tenía como horizonte el año 2020: «Existe un documento pero no está publicado todavía. Se le encargó a una empresa externa que tenía que haberlo entregado a mediados de 2021, pero al final lo hicieron con casi dos años de retraso», explica, y critica que la Comunidad de Madrid no pidiese la elaboración de este informe con anterioridad. El político vaticina que el plan no será presentado en esta legislatura, por lo que habrá que esperar hasta la conformación del nuevo Gobierno tras las elecciones de mayo de 2023.
La ausencia de un plan energético es, en palabras de Estefanía Suárez, un ejemplo más de «la falta de legislación y de voluntad política para abordar la descarbonización y la transición hacia energías renovables». Suárez, portavoz de Medio Ambiente, Agricultura y Vivienda del PSOE en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, pone como ejemplo de desidia política el presupuesto de la Consejería de Medio Ambiente: «Es la tercera consejería con menos presupuesto», critica, y añade una posible explicación: «Hay un desinterés por todo lo que tiene que ver con la energía y el cambio climático. Más aún cuando Ayuso está en manos de Vox, porque están instalados en el negacionismo».
Desde el PSOE madrileño exigen una actualización de la legislación vigente en la comunidad que guíe y planifique el desarrollo de las energías renovables. «La ausencia de normativa es preocupante, porque no es posible instalar proyectos si no hay regulación. Esto debe hacerse de una forma ordenada, pero la Comunidad de Madrid no tiene un plan para ello», asegura Suárez.
Ni suelo ni techos
Entre 2015 y 2021 (primer y último año con datos disponibles en Red Eléctrica), la potencia renovable instalada en Madrid solo ha crecido en 3 MW, pasando de 229 MW a 232 MW. En ese mismo periodo de tiempo, la potencia instalada renovable en Extremadura, por ejemplo, ha crecido en 3.342 MW. El diputado Héctor Tejero asegura que “la Comunidad de Madrid nunca ha tenido el objetivo de apostar por la descarbonización ni tampoco para dejar de ser un sumidero de energía. A Madrid la ven como una región que tiene valor para otras cosas, como puede ser el sector inmobiliario”, explica.
Ante esto, desde Más Madrid proponen un nuevo marco normativo que incluya, entre otros, una ley de cambio climático y un plan de sostenibilidad. Asimismo, creen que el autoconsumo debe ser un pilar fundamental en la transición energética de la comunidad, aunque también defienden que Madrid debe cumplir «con su parte de solidaridad territorial»: «Aquí hay que poner parques fotovoltaicos de un tamaño razonable. No podemos externalizar toda nuestra producción energética a otras comunidades. Es insolidario».
Si bien las instalaciones fotovoltaicas en suelo no están desarrolladas, el autoconsumo tampoco lo está. Según los datos recogidos por el informe Energía más allá del mercado: hacia un nuevo modelo energético, Madrid se encuentra a la cola en potencia instalada de autoconsumo, solo por delante de Cantabria y Baleares. Según datos de octubre de 2021, la región cuenta con 534 MW de potencia instalada frente a los 13.451 MW o los 11.210 MW que tienen Castilla y León y Castilla-La Mancha, respectivamente, las dos comunidades que se encuentran en lo más alto de este ranking.
Madrid contra las medidas de ahorro energético
A pesar de la dependencia energética de la región, el Gobierno de la Comunidad de Madrid fue uno de los más beligerantes contra el Real Decreto de ahorro y eficiencia energética que el Ejecutivo nacional aprobó el pasado mes de agosto. Este paquete de medidas planteaba que los edificios públicos o grandes espacios comerciales regulasen la temperatura, así como que apagasen sus escaparates por las noches o cerraran sus puertas de manera automática.
Un cambio normativo que no gustó a la región presidida por Isabel Díaz Ayuso, que decidió acudir al Tribunal Supremo para presentar un recurso contra el Real Decreto al considerar que actuaba «de forma arbitraria y autoritaria […] contra los comercios y demás establecimientos públicos, en un momento muy difícil para ellos». La presidenta madrileña defendía que los escaparates «son un reclamo para la venta, tanto de día como de noche».
Héctor Tejero considera que el Gobierno de la región se encuentra en "un conflicto permanente contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, por lo que siempre se va a oponer a sus medidas". Asimismo, define a la Comunidad de Madrid como la Corea del Norte neoliberal, ya que apuesta toda la regulación al funcionamiento del mercado: "Cuando le preguntas qué hay que hacer para reducir el consumo energético y ahorrar energía, lo que te dicen es que el factor precio es lo más importante, y que cuando sube el precio, se consume menos energía", explica Héctor Tejero. Para el diputado, se trata de un planteamiento "injusto", ya que estas subidas de precios solo afectan a los consumidores más vulnerables.
Para Estefanía Suárez, del PSOE, el Partido Popular en la Comunidad de Madrid “"ebe entender que no es la oposición al Gobierno de España y no puede estar siempre a la contra". Ante ello, solicita que se tome como ejemplo las medidas de ahorro energético aprobadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, como fomentar el teletrabajo.