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Este artículo fue publicado originalmente en Yale Climate Connections. Se republica aquí como parte de la alianza de Climática con Covering Climate Now, una colaboración global de más de 300 medios para impulsar la cobertura sobre el clima.
Traducción de Laura Villadiego – Carro de Combate
Querida Sara:
Hace poco leí el informe australiano sobre cambio climático ‘Riesgo de seguridad existencial relacionado con el clima: una propuesta de escenario futuro’ y estoy teniendo dificultades para asimilar sus implicaciones.
A mis veintitantos largos, trabajo para una consultoría que ayuda a las empresas a que cambien a fuentes de energía limpias, y soy generalmente una persona optimista. Sé que nuestro mundo no está en un buen momento, pero siempre he tenido esperanzas de que trabajando juntos encontraremos una manera de solucionarlo. Tras leer ese texto, sin embargo, no sé qué hacer. Si asumimos que es verdad que la civilización humana, tal y como la conocemos, podría desaparecer muy probablemente en 2050, es difícil centrarse en ser optimista.
¿Cómo podemos luchar contra los sistemas económicos y políticos existentes en EE.UU. para que podamos conseguir resultados en vez de vernos resignados a [aceptar] la manera en que las cosas son ahora? ¿Cómo podemos seguir siendo positivos aquí? No estoy segura de si esto es una pregunta o una petición de ayuda, pero espero haber contribuido con una buena pregunta.
– Courtney en Nueva York
Querida Courtney,
Mi respuesta puede parecer contradictoria en un primer momento, así que no dejes de leer.
No me parece que ese informe australiano sea muy creíble.
Pero también creo que tienes razón en tener miedo por el futuro. Y que merece la pena dar pasos para dar respuesta a ese sentimiento –[hablaré] más sobre esto en un momento–.
Sobre ese informe australiano sobre cambio climático
Para los lectores que no lo hayan visto, en mayo de 2019, un grupo de expertos (think tank) australiano publicó un informe de 11 páginas [firmado] por el antiguo ejecutivo de [la industria] de los combustibles fósiles Ian Dunlop y el escritor David Spratt. En su informe, Dunlop y Spratt plantean una hipótesis en la que el mundo no reduciría de forma rápida la contaminación que produce el calentamiento global. Hacia 2050, según su hipótesis, los arrecifes de coral y el ecosistema del Amazonas colapsarían, el calor mortal desplazaría a más de mil millones de personas, el precio de los alimentos se dispararía. Le seguirían nefastas consecuencias sociales, incluidos conflictos armados, pandemias y el caos absoluto.
El informe, que no fue revisado por pares, provocó críticas inmediatas de los científicos del clima, los cuales desafiaron tanto el estudio como los artículos de prensa resultantes que aseguraban que la civilización humana podría terminar en 30 años.
“Es un caso clásico de un artículo de prensa exagerando las conclusiones y la importancia de un informe no revisado por pares que ya había exagerado por si mismo (y también malinterpretado) ciencia sí revisada por pares”, escribió el científico del clima Richard Betts, director de impactos climáticos del Centro Met Office Hadley, en una crítica a un artículo sobre el estudio.
“Los autores del informe simplemente han leído (o quizá visto, sin ni siquiera leerlos) algunos de los estudios más aterradores que pudieron encontrar, han malinterpretado (o no lo han leído bien) al menos uno de ellos, y han presentado afirmaciones injustificadas”, añadió Betts.
El científico de Penn State Michael Mann –quien ha sufrido un intenso acoso por su trabajo sobre cambio climático– también tildó el informe del grupo de expertos de exagerado. “Respeto a los autores y considero que sus intenciones son buenas, pero como he escrito antes, la retórica excesiva, la exageración y el marco desmesuradamente catastrofista pueden ser contraproducentes para la acción climática”, le dijo a NewScientist.
Puedes leer más sobre la controversia acerca de este estudio australiano en esta explicación del [sitio de noticias estadounidense] Vox: ¿Es el cambio climático una amenaza existencial o solo catastrófica?
Sobre la preocupación por el clima
Incluso si no te crees la idea de que la civilización se dirige a un colapso inminente, hay numerosa investigación convencional que ha sido revisada por pares y que indica que el cambio climático probablemente vaya a causar un gran sufrimiento durante este siglo.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la organización de científicos que publica informes periódicos sobre ciencia climática, ha sido acusada en ocasiones de ser demasiado conservadora en sus afirmaciones. Pero incluso un informe reciente del IPCC alerta de que un calentamiento adicional de 0,5 grados Celsius –por encima del grado que más o menos ya se ha calentado el mundo– podría acabar con el 70-90 por ciento de los arrecifes de coral del mundo, provocar que las capturas globales anuales de pescado se reduzcan en 1,5 millones de toneladas, y que aumenten los riesgos para “la salud, los modos de vida, la seguridad alimentaria, el suministro de agua, la seguridad humana y el crecimiento económico”.
Y según el IPCC, ese calentamiento del planeta de 0,5 grados C adicionales es en realidad el escenario más optimista. Salvo el que mundo reduzca de forma rápida la contaminación que provoca el calentamiento global –aproximadamente [una reducción de] un 45 por ciento por debajo de los niveles de 2010 antes de 2030 y un balance neto cero para 2050– el planeta probablemente se va a calentar más de 0,5 grados C, desencadenando más daño a las personas y a la comunidad global de especies.
¡Ostras! Courtney, has preguntado cómo podemos seguir siendo positivos viendo la información aterradora sobre el clima. ¿Qué tal si… no lo haces? ¿Qué pasaría si te permitieras a ti misma sentir con toda su fuerza tu miedo, angustia, ira o desesperanza?
“Respeta y honra tus sentimientos”, dijo Margaret Klein Salamon, quien tiene un doctorado en Psicología clínica y es autora de Enfrentarse a la Emergencia Climática, un libro que está previsto para la próxima primavera. También es la directora ejecutiva de La Movilización por el Clima, una organización sin ánimo de lucro que llama a una movilización de la misma escala que [se dio] en la II Guerra Mundial para cortar rápidamente la contaminación que causa el calentamiento global. “Tiene sentido. Se basan en la realidad. Se basan en tu amor por este mundo y por la humanidad”. “¿Quieres ser un robot al que no le importa que la vida está en peligro? Por favor, no”, añadió.
Trebbe Johnson, autora de Alegría radical para tiempos difíciles, también anima a aceptar la desesperanza y el duelo sobre la destrucción medioambiental. “Reconoce que no siempre puedes cambiar las cosas en el momento”, asegura. “Ese tipo de aceptación no significa sumisión o rendición. Simplemente significa que asumes lo que hay, de forma que puedes dar el siguiente paso”.
¿Y cuál es el siguiente paso? Considera estas sugerencias:
Infórmate, pero reconoce el daño psicológico de hacerlo
Patrick Houston, uno de los organizadores de las Comunidades de Nueva York por el Cambio (New York Communities for Change), ayudó recientemente a aprobar una ley para reducir la contaminación climática asociada a los edificios en la ciudad de Nueva York. Él aseguró que el primer paso para hacer frente a la desesperanza climática es conocer más sobre el problema.
[Houston] reconoce que estar al día de las noticias climáticas puede ser abrumador: “Esto tiene un coste emocional por estar leyendo constantemente sobre la terrible situación en la que nos hemos metido y sobre cómo estamos cavando un hoyo aún más profundo”, aseguró.
Así que sugirió elegir solo una fuente [de información] a la que sigamos de forma constante. Una opción: InsideClimate News, el sitio de noticias centrado en clima y energía que ha ganado un premio Pulitzer.
Houston también recomendó identificar a los representantes electos a nivel local, estatal y federal. ¿Qué dicen sobre el cambio climático? En Votesmart.org se puede investigar cuál es la postura de cada político acerca de este asunto.
Conecta con otros
Salamon aseguró que es común entre la gente que tiene conocimientos sobre cambio climático que se sientan aislados de los demás. Pueden experimentar pensamientos como: “Nadie entiende. Nadie quiere hablar de ello. Es como que estuviera sentado aquí solo con toda esta información horrible”.
No es verdad. Casi un 70% de la población estadounidense adulta está preocupada por el cambio climático, lo que lo convierte en una preocupación generalizada* . Intenta hablar de tus miedos con tus amigos, familia o gente en tu comunidad que está trabajando en dar respuesta al problema.
“Hay un verdadero alivio en la camaradería con otros que entienden y que también sufren”, dijo Salamon.
Comprométete a actuar
El siguiente paso, aseguró Houston, es el compromiso cívico.
Puede ser fácil tener cierta postura cínica sobre la política en Estados Unidos. Pero para Houston es importante que la gente entienda que los representantes electos en realidad prestan mucha atención a sus votantes. “Algunas de esas pequeñas acciones que pueden parecer poco importantes –enviar una carta, firmar una carta, llamar a tu representante electo, plantarse en la calle para una manifestación o protesta– incluso si no parecen demasiado importantes, [la gente] debería saber que los representantes electos les prestan mucha atención, incluso si no siempre escuchan”, dijo.
Su otro consejo: ofrécete como voluntario a un nivel que puedas mantener a lo largo del tiempo. Muchas personas puede encontrar tiempo para involucrarse en una organización, pero no en una docena. “Puede ser menos abrumador si simplemente reduces y te centras en un objetivo en vez de asustarte e intentar dar respuesta a cada uno de los componentes de la crisis climática tratando de abarcar demasiado y siendo voluntario con unas cuantas organizaciones diferentes”, aseguró.
Busca razones para la esperanza
“A lo que nos estamos enfrentando es horrible, pero nos está exigiendo que seamos mejores”, aseguró Salamon. [Salamon] aseguró que se inspira leyendo sobre cómo los estadounidenses respondieron a la Segunda Guerra Mundial. Después del traumático ataque a Pearl Harbor, los Estados Unidos transformaron su economía rápidamente para producir bienes para el esfuerzo bélico. La gente cultivó vegetales en los ‘jardines de la victoria’. La gasolina, la carne, el azúcar y otras materias primas fueron racionalizadas, “lo que fue aceptado por los estadounidenses alegremente como parte de los esfuerzos bélicos”, aseguró.
Ese tipo de mentalidad tiene ventajas, aseguró: “En realidad trabajar con tus vecinos y toda la sociedad por un objetivo común es una forma de vida mucho mejor”.
Y en contraposición al caso de la guerra mundial, añadió: “Esta vez no tenemos que matar a nadie”.
* Los datos de esta encuesta fueron publicados por Programa de Yale para la Comunicación sobre Cambio Climático, el editor de este sitio.
Sarah Kennedy contribuyó a este artículo con información.