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La gran duda en torno a Facebook es si su funcionamiento es involuntariamente chapucero (como defiende su multimillonario fundador, Mark Zuckerberg) o si es así por por pura codicia. Desde la red social confiesan que no son capaces de filtrar todas las fake news (lo que influyó, por ejemplo, en el referéndum del Brexit o en la llegada de Trump a la Casa Blanca) y que, entre la maraña informativa que dispersa a nivel global, es posible que se cuelen algunas mentiras negacionistas sobre el cambio climático. Pero no son algunas, son muchas. Demasiadas, de hecho. Y crecen día a día.
Así lo expone un informe publicado por Stop Funding Heat, The Real Facebook Oversight Board y Sum of Us, tres grupos que se dedican a analizar la red social más grande del mundo (tiene más de 2.500 millones de usuarios). Según sus mediciones, sólo un 3,6% de la desinformación publicada es sometida a un proceso de verificación. ¿Y por qué hace eso? Pues a juicio de Sean Buchan, investigador de Stop Funding Heat, por interés: «Facebook, en muchas ocasiones, está recibiendo dinero por publicar contenido negacionista», aseguraba en declaraciones a Euronews.
«Nuestro informe muestra una abrumadora escalada de desinformación climática en Facebook, en publicaciones, grupos y anuncios», añade Buchan. En teoría, la red de Mark Zuckerberg cuenta con mecanismos para detectar la información fraudulenta. Entre ellos se encuentran su propio programa de verificación de hechos y el llamado, quizás pomposamente, Centro de Climatología. Ambos «han fracasado claramente», concluye Buchan. Y esgrime los datos de su investigación para fundamentar su afirmación: el número de reacciones, comentarios y publicaciones compartidas aumentó un 76,7% desde principios de año en las páginas y los grupos que se dedican a fomentar la desinformación climática.
Facebook deja pasar hasta el 92% de los bulos
El informe ha querido aprovechar la celebración de la COP26 en Glasgow para señalar a la empresa que, «por ser la plataforma social más grande del mundo», puede representar «una de las mayores, si no la mayor, amenaza para la acción climática en los meses y años venideros». Pero no es el único estudio crítico con esta red social. En la ciudad escocesa se han presentado otros dos: la lista de Los 10 Tóxicos, que hace una clasificación de los medios que más bulos negacionistas propagan y cuyo impacto multiplica, sin reparos, Facebook (que ha dejado pasar el 92% de sus mentiras); y el publicado por Eco-Bot.net, un grupo especializado en desenmascarar el greenwashing y la desinformación en las redes sociales. Según este último, empresas como ExxonMobil, CEMEX, Shell o Teck utilizan la red de Zuckerberg para difundir un falso compromiso con el medioambiente. Exxon, por ejemplo, ha gastado 4 millones de dólares en publicidad (climáticamente sesgada) en Facebook durante este año. Sus 1.211 anuncios con greenwashing tuvieron más de 100 millones de impresiones en la citada plataforma.
Tras los sucesivos escándalos protagonizados por Facebook, las polémicas filtraciones realizadas por una antigua jefa de producto de su compañía (Frances Haugen), los fallos de WhatsApp y los efectos nocivos de Instagram sobre la juventud (una red que consideran «tóxica» incluso en la propia empresa), Zuckerberg presentó hace pocos días Meta, el proyecto con el que pretende reparar su deteriorada imagen de marca. La empresa matriz ya no se llamará Facebook sino Meta, y propone algunas novedades que han puesto en guardia a quienes observan Internet y las redes sociales desde un punto de vista ético.
Su «metaverso», así lo llama él, es una especie de universo virtual que usa la realidad aumentada para conectar personas y cosas. Para conectarlo todo, de hecho. Y todo administrado, claro está, por Zuckerberg. Se trata de «un Internet personalizado», según el magnate. «En vez de estar mirando por una pantalla, estaréis dentro de esas experiencias. Todo lo que hacemos en Internet hoy, conectar socialmente, divertirnos, jugar, trabajar, va a ser mucho más natural y real». En los grupos partidarios de las redes descentralizadas y el software libre hay quien no duda en calificar todo esto como «una amenaza real a nuestra existencia».
«MANIPULADOS», EL LIBRO QUE FACEBOOK NO QUIERE QUE LEAS. Sheera Frenkel y Cecilia Kang, galardonadas periodistas del New York Times.
La batalla de facebook por la dominacion mundial.