Este lunes, el líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, han abordado la crisis climática en una reunión a la que han asistido Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra.
Tras este primer encuentro, Ribera ha recalcado que “no hay tiempo que perder, pues la educación y la transformación son cuestiones de hoy y no de mañana, y extraordinariamente urgentes“. En ella, se han abordado medidas sobre transición energética, atención a la biodiversidad y políticas de agua y regadío, tal y como ha explicado el portavoz de Ecologistas en Acción, Samuel Martín-Sosa, quien ha declarado que “no podemos estar mareando la perdiz. Son medidas que necesitan ponerse en marcha ya, con un gobierno funcionando”.
En una segunda reunión, Sánchez y Ribera han escuchado las propuestas de movimientos activistas de estudiantes y educadores ambientales, como Teachers For Future, Complutenses X el Clima y Extinction Rebellion Spain.
En declaraciones a Climática, Saúl Flores, del colectivo Extinction Rebellion, explica que la principal demanda es la declaración de emergencia climática “con políticas vinculantes y efectivas”. En este sentido, solicitan campañas de concienciación y la puesta en marcha de evaluaciones de trabajo periódicas.
En la misma línea, María Barco, de Amigos de la Tierra, apunta como principal objetivo “hablar de la emergencia climática”. Desde esta organización, reclaman más medidas en energía y ciencia.
Tanto Flores como Barco coinciden en que “no es la reunión deseada”, ya que “tiene fines partidistas”, pero la consideran positiva. “Está bien que el Gobierno sepa la opinión de la gente de la calle”, apunta Barco.
El exclusivo campamento de Google reúne a centenares de famosos, como Katy Perry o Leonardo Di Caprio, en un parque arqueológico en la localidad de Selinunte, en Sicilia, para debatir sobre las cuestiones climáticas.
El plan, que cuesta 20 millones de euros, ha movilizado a unas 300 personas conocidas de la música o el cine. Su llegada a la isla ha supuesto un impacto para la población local —con aeropuertos y servicios de seguridad colapsados— pero también para el clima. Se calcula que han llegado al evento 114 jets privados, que suponen una emisión a la atmósfera de 100.000 kilos de dióxido de carbono.
“Es innegable que existe una tendencia al aumento de la deforestación”. Son las palabras de Ricardo Galvao, preguntado por la agencia Reuters, un día después de ser despedido como director del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil.
Este organismo publicó el pasado 1 de agosto un informe en el que alertaba de un aumento del 88% de la deforestación en este mes de junio en comparación con el del año pasado. El presidente Jair Bolsonaro ha criticado este tipo de comparaciones por meses —datos que se conocen como DETER—. En su lugar, Bolsonaro cree más conveniente dar a conocer solo los datos anuales consolidados —PRODES—.
Reducir las emisiones de carbono del transporte y la energía es insuficiente para hacer frente a la crisis climática. Es la conclusión a la que llega un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) que está siendo debatido en Ginebra y cuyo borrador ha sido filtrado, según informa The Guardian.
Desde el IPCC afirman que será imposible mantener las temperaturas globales a niveles seguros a menos que también haya una transformación en la forma de producir los alimentos y se trabaja la tierra. Desde este organismo ya han alertado que los aumentos de más de 1,5ºC en la temperatura pueden provocar la desestabilización climática.El informe también recoge medidas para llevar a cabo esta transformación. Entre ellas, la reducción del consumo de carne en favor de dietas vegetarianas y el cambio en los usos de la tierra a través de políticas que incluyan un mejor acceso a los mercados, el empoderamiento de las mujeres agricultoras y el fortalecimiento de la actividad agrícola.
El medio de comunicación Desmog mapea los vínculos entre varios grupos de presión contra el clima infiltrados en el gobierno del recién elegido primer ministro Boris Johnson.
Entre ellos, destacan a varias personas vinculadas a 55 Tufton Street, un edificio ubicado en Westminster y propiedad de Richard Smith —propietario de la compañía aeroespacial HR Smith Group—, que funciona como sede de una red negacionista del cambio climático y pro Brexit en Reino Unido.
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