Tenerife y el mayor espacio natural protegido de las Canarias se enfrentan a un incendio forestal sin precedentes

El incendio forestal declarado en Tenerife durante la madrugada del martes al miércoles había afectado ya este jueves a más de 2.600 hectáreas y seis municipios, con un perímetro de 31 kilómetros. Se trata del incendio «más complejo que hemos tenido en Canarias en al menos los últimos 40 años«, aseguraba el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, durante la rueda de prensa de actualización ofrecida durante la mañana.

A mediodía, el incendio se encontraba fuera de control y sin posibilidad de acceder a muchos puntos debido a la orografía. El municipio más afectado está siendo el de Candelaria, con 1.093 hectáreas. Le sigue Arafo, con 965; El Rosario, con 316;  La Orotava, con 72; La Victoria, con 60; Santa Úrsula, con 9; y Sauzal, con 3 hectáreas.

El incendio se desarrolla dentro del Parque natural de la Corona Forestal. Con casi 47.000 hectáreas, es el mayor espacio natural protegido de las islas Canarias y hace de barrera del Parque Nacional de El Teide. En cuanto a biodiversidad, el pino canario es la especie vegetal que está siendo más afectada. En estos árboles, además, habitan muchas especies, entre ellas dos aves endémicas, el pinzón azul de Tenerife y el pico picapinos.

El casco urbano de La Esperanza (El Rosario) ha tenido que ser confinado. Según los últimos datos ofrecidos, hay unas 7.600 personas evacuadas y confinadas debido a la proximidad de las llamas y el humo, y con el fin de facilitar las labores de extinción. También se está procediendo a la retirada de animales en coordinación con los distintos Ayuntamientos.

El humo del incendio, compuesto por una mezcla de gases y pequeñas partículas, también ha provocado que la calidad del aire sea desfavorable en los municipios de Güímar, Arafo, Candelaria y El Rosario. Esto supone un peligro para la salud pública, sobre todo para los grupos de riesgo, como personas con enfermedades respiratorias o cardíacas, niños, mujeres gestantes y mayores.

Tras una “noche muy dura”, el día de hoy es fundamental debido a las previsiones meteorológicas que se esperan para el fin de semana, con un ascenso de las temperaturas que puede complicar las labores de extinción. En este sentido, Vicky Palma, física y asesora técnica del Cabildo de Tenerife, ha explicado que el incendio forestal ha creado su propia meteorología en el interior, y que incluso afecta a los alrededores más cercanos. 

La experta detalló en rueda de prensa que se está ante una situación insólita en lo meteorológico en las islas desde que se dispone de radar meteo. Ello se debe a que el incendio ha generado convección durante 34 horas consecutivas. Además, la columna del incendio forestal ha llegado a superar los 6 kilómetros de altitud, incluso durante la noche, algo que no debería ser lo habitual, según Palma.

Todos estos factores hacen que se esté “ante un incendio que no habíamos visto nunca en Canarias”, insistía Vicky Palma. “Toda la planificación la hacemos en torno a la previsión meteorológica, pero nos hemos encontrado con una capacidad de paveseo no prevista”, explicaba Pedro Martínez, técnico de Riesgo Forestal.

La pavesa –pequeños trozos de vegetación ardiendo o incandescentes–, con la ayuda del viento, hace que se generen nuevos focos de incendio, haciendo más difícil las labores de extinción y poniendo en peligro a quienes están sobre el terreno.

Hasta el momento, el incendio –en nivel 2, por lo que la coordinación recae sobre el Gobierno canario– ha movilizado a 350 personas entre seguridad, intervención y logística, de las cuales 225 son recursos de intervención, y está previsto que se incrementen los efectivos durante el día. Además, se cuenta con 16 medios aéreos. Por la tarde, el presidente canario ha asegurado que se sumará un nuevo destacamento de la UME que permitirá tener 60 efectivos de manera continuada durante las labores de extinción.

Incendios forestales en un contexto de caos climático

La emisión descontrolada de gases de efecto invernadero durante el último siglo ha creado el escenario perfecto para que haya cada vez más fuegos, más tempranos, más voraces y más difíciles de apagar. La sequía y las altas temperaturas (ambos eventos influidos por el cambio climático) son dos ingredientes fundamentales para que eso ocurra.

Además, se da un fenómeno conocido como ciclo de retroalimentación positiva. A más incendios, menos vegetación, la cual es fundamental para absorber el dióxido de carbono que impulsa el calentamiento global. Y no solo eso: los propios incendios forestales contribuyen a calentar el planeta. 

El verano pasado, los incendios en Europa generaron las mayores emisiones de gases de efecto invernadero desde 2007. Contando la Unión Europea y Reino Unido, se estima que los siniestros ocurridos entre el 1 de junio y el 31 de agosto de 2022 emitieron un total de 6,4 megatoneladas de carbono.