Etiquetas:
Es cierto que el cambio climático, finalmente, empieza a ocupar cada vez más espacio en los medios de comunicación. Desde que el problema llegó a la opinión pública, hemos presenciado distintas aproximaciones audiovisuales. Hemos visto a un ex vicepresidente norteamericano firmando un largo documental sobre el tema y películas de ciencia ficción que nos alertaban sobre sus fatídicas consecuencias. Pero nunca, hasta ahora, el movimiento climático había contado con algo parecido a la publicidad. Con un anuncio que llegase a ser viral. Ahora, Extinction Rebellion y Amazon Watch nos traen Mobilize Earth, una colección de 12 cortos que buscan llenar ese hueco.
Y es que esta primera entrega de Mobilize Earth, titulada Guardianes de la Vida, no es un cortometraje sobre concienciación ecológica. Es un anuncio. Es publicidad. Propaganda. Promoción. Marketing. Joaquin Phoenix y sus socios en esta aventura no pretenden contarnos una historia, sino generar en el espectador una idea que le lleve a – precisamente- movilizarse. Si en la publicidad clásica nos encontramos con que la idea inoculada en el espectador es una orden de compra o consumo, en esta se trata de una alerta: el planeta se muere.
Una idea concisa, representada de manera metafóricamente simple, y de tres ideas fundamentales, ligeramente más complejas. Una: la Tierra se muere. Dos: nosotros, el primer mundo representado en su poderío de soluciones tecnológicas y científicas, ha tirado la toalla. Y tres, quizás la más emocionante: serán los pueblos indígenas los únicos capaces de resucitarla, pues son ellos los únicos que han sido capaces de vivir conforme a las leyes de la naturaleza.
Como siempre ocurre una vez las ideas no cuentan con el espacio suficiente para desarrollarse, estas tres premisas pueden correr el riesgo de verse de manera naif y arquetípica, incluso ficticia o con tendencia a caer en la falacia. Sin embargo, son esos eslóganes sencillos y directos los que siempre nos han llevado de la mano a una protesta o una marcha. Este corto resulta exitoso, precisamente, en su más pura raíz propagandística: muévete, o nos iremos todos al carajo.
(Y lo que le gusta a Joaquín Phoenix lo de removernos en nuestro asiento…)