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Vía Sinc
No solo son claves para la lucha contra el calentamiento global absorbiendo hasta el 30 % del carbono que se produce en todo el planeta. También constituyen una parte fundamental para el ecosistema mundial, posibilitando la vida a miles de especies, tanto salvajes como domésticas, que habitan en ellas. Hablamos de las praderas.
Tras realizar un metaanálisis de más de 100 investigaciones sobre pastizales de todo el mundo, responsables del Centro de Investigación Ambiental Smithsonian, en Estados Unidos, han evidenciado hasta qué punto las actividades humanas están cambiando estos parajes naturales.
El estudio, publicado en el último número de la revista PNAS, ha examinado las consecuencias de, al menos, un factor de la crisis climática, introduciendo de manera experimental altos niveles de dióxido de carbono, el aumento de las temperaturas o la sequía.
Resultados
Sí, los pastizales eran capaces de soportar cambios como consecuencia de los cambios globales de su entorno, pero hasta un cierto límite: diez años, luego llegaban los cambios.
Tras la investigación, se observó que en la mitad de los experimentos habían alteraciones en el número total de especies, y que en casi tres cuartas había cambios en los tipos de plantas.
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