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Las grandes empresas del gas y del petróleo gastaron cerca de 4 millones de dólares en desinformación, es decir, en publicar mensajes «engañosos o que puedan inducir a error» sobre la crisis climática, sus impactos y sus soluciones en redes sociales, en el marco de la cumbre del clima de la ONU (COP27) que se celebró en noviembre en Sharm el Sheij, Egipto. Así lo revela un informe publicado por la Red de Acción Climática Contra la Desinformación (CAAD) coordinado por el Institute for Strategic Dialogue y en el que han participado distintas organizaciones como Greenpeace, Amigos de la Tierra o la Universidad de Exeter.
La CAAD ha analizado las campañas sufragadas en Facebook e Instagram -redes sociales que pertenecen a la compañía Meta, dirigida por Mark Zuckerberg- que alentaron discursos «falsos o tendenciosos» sobre la crisis climática en el contexto del encuentro internacional. Los autores también identificaron a fabricantes de plásticos y laboratorios de ideas que promueven el uso de estas energías contaminantes entre los mayores pagadores de anuncios de desinformación climática. Con «desinformación climática», se refieren a la difusión de contenidos que rebajan la gravedad del cambio climático y sus consecuencias, que niegan el cambio climático o que presentan como positivas para detener el calentamiento acciones que contradicen el consenso científico.
Energy Citizens, Shell, Chevron y Exxon, señalados
Entre el 1 de septiembre y el 23 de noviembre de 2022, el estudio halló 3.781 anuncios, la mayoría impulsados por el grupo Energy Citizens, asociado al Instituto Americano de Petróleo con mensajes que «retrasan» la acción climática. Es decir, que restan importancia a los efectos del cambio climático y, por tanto, potencian seguir consumiendo combustibles fósiles.
El informe destaca entre las comercializadoras de carbón a Shell, Chevron y ExxonMobil, que «promocionaron sus credenciales ecológicas y contribuciones para lograr Net Zero (compromiso para alcanzar cero emisiones) durante la COP27, a pesar de que sus inversiones siguen abrumadoramente inclinadas hacia el petróleo y el gas fósil.»
Las 10 principales páginas por volumen de publicidad e inversión fueron de relaciones públicas de la industria y lobbies energéticos, entre los que se encuentran: Americans for Prosperity; Energy For Progress and Energy Citizens; Natural Allies for a Clean Energy Future; Affordable Energy for New Jersey; American Encore; Canadian Association of Petroleum Producers (CAPP); Enbridge; y The Empowerment Alliance.
Cerca de 200 estados se comprometieron durante la COP27 a crear un fondo de pérdidas y daños, mediante el cual los países ricos, los mayores contaminadores históricos, ayudarán a pagar a las economías en desarrollo la factura de sus desastres climáticos extremos. La investigación señala que los contenidos pagados en redes favorecieron un «enfoque engañoso» para presentar el fondo como «reparaciones climáticas».
«Esta investigación demuestra que la desinformación climática no está desapareciendo y, de hecho, está empeorando. Durante la COP, el motor de búsqueda de Twitter puso #ClimateScam [estafa climática] entre los primeros resultados sin ninguna justificación de los datos que lo respaldaban», afirma en el comunicado Erika Seiber, portavoz de desinformación climática de Amigos de la Tierra EE.UU.
Urge frenar la desinformación climática
«Hasta que los gobiernos no responsabilicen a las redes sociales y a las empresas de publicidad, y hasta que las empresas no responsabilicen a los desinformadores profesionales, las conversaciones cruciales sobre la crisis climática van a estar en peligro. Para empezar, Twitter debería ofrecer una explicación de cómo surgió esta inexcusable tendencia al negacionismo climático», agregó Seiber.
El secretario general de la ONU, António Guterres, que ha criticado la desinformación climática en múltiples ocasiones, aprovechó su intervención esta semana en el Foro Económico de Davos para afirmar que las grandes petroleras han vendido «la gran mentira» y deberán rendir cuentas por ello. Este discurso hacía referencia a las informaciones que han revelado que petrolera Exxon ya conocía el alcance del cambio climático en los años 70 y no actuó en consecuencia.
El IPCC, el grupo de expertos en cambio climático de la ONU, también advirtió en su último informe de que la «propagación de información científicamente engañosa por parte de contramovimientos organizados ha alimentado la polarización, con implicaciones negativas para la política climática».
During @COP27, the #FossilFuels sector spent $4m on @Meta to amplify #climate #disinformation, new report from @caadcoalition reveals
— Climate Action Against Disinformation (@caadcoalition) January 19, 2023
Read the report here ⬇️https://t.co/tuQ45mysIt pic.twitter.com/jH8W51GyGe
Este estudio sobre la desinformación climática ha sido coordinado por el Institute for Strategic Dialogue y elaborado conjuntamente por las organizaciones ACT Climate Labs, CASM Technology, Climate Nexus, Code for Africa, Conscious Advertising Network, DeSmog, Dewey Square Group, E3G, Amigos de la Tierra EE.UU., Graphika, Media Matters for America, Purpose Asia Pacific, Purpose Climate Labs, Greenpeace, Union of Concerned Scientists, la Universidad de Exeter y SEDA Lab.