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En torno a 3.000 personas han marchado por el centro de Madrid bajo el lema Ante la emergencia climática que ya sufrimos: soluciones y no declaraciones, coincidiendo con la celebración de la COP28 en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Convocada por diversos colectivos, entre los que se incluyen sindicatos y movimientos por la justicia climática, la manifestación ha terminado en la plaza de Cibeles, frente al Ayuntamiento de la capital, donde se han encontrado las dos grandes columnas que han desfilado en esta jornada de protesta, que también se ha replicado en otras ciudades del Estado.
Aunque el día amanecía algo nublado, pronto el sol ha alumbrado esta movilización que, entre otras cosas, ha clamado contra las repetidas talas de árboles que se llevan a cabo en la ciudad. «Energía y capital, alianza criminal», «los que están en la cima, no se enteran ni del clima» y «si el planeta fuera un banco ya lo habrían rescatado» han sido algunos de los cánticos que han coreado los activistas en las dos marchas que han confluido en Cibeles.
La primera de ellas ha partido desde Callao bajo el nombre Emergencia climática y social, a las 12:00 horas, y la segunda, Derecho a una ciudad verde y habitable, a las 11:00 horas desde Puerta de Toledo. Paula Adriana Martínez, una de las portavoces del conjunto de colectivos que han organizado esta jornada de protesta ha declarado que salían «a las calles para reivindicar cinco grandes ejes. Por un lado, la salud pública, donde recalcamos la promoción de las soluciones basadas en la naturaleza. También por el acceso al agua, que defendemos como un bien público, y contra los lobbies económicos en general, pero especialmente los que especulan con la vivienda».
A todos ellos se suman dos más: los principios de justicia climática y social, donde los convocantes reivindican que se «ponga la vida en el centro atravesada por todas las realidades que en ella existen», ha añadido la portavoz. En torno a las 13:00 horas, cientos de personas se agolpaban ante un escenario preparado para la ocasión. En él, más de una docena de personas han tomado la palabra para arengar a los presentes, a la par que diversos artistas y poetas han amenizado la cita.
«Las personas afectadas por el cambio climático nos levantamos y manifestamos por nuestra vida en un entorno digno y sano. Exigimos a los gobiernos locales, autonómicos, nacionales e internacionales que cumplan con su deber de proteger la vida y el futuro de todas las personas», han manifestado en su discurso. Firmado por Fridays For Future-Juventud por el clima, Alianza por el Clima y otras organizaciones medioambientales, el manifiesto también ha recordado que «el año 2023 se ha convertido en el año más caluroso de la historia de la humanidad, y tras otro año 2022 de récords sin precedentes, los efectos del cambio climático ya impactan de forma desastrosa a millones de personas en nuestro territorio y en el resto del planeta».

Asimismo, han afirmado que esta crisis climática afecta de forma injusta a las personas con una menor responsabilidad histórica. «No es justo porque mientras, grandes empresas contaminantes, transnacionales y del Ibex35, obtienen miles de millones de euros de beneficios cada año a costa de los bolsillos de toda la ciudadanía, al tiempo que aceleran las crisis climáticas y las desigualdades se acrecientan», han añadido. Poco después, han recordado que la Cañada Real de Madrid, el asentamiento irregular más grande de Europa, no tiene acceso a la electricidad desde hace tres años. «Sin respetar los derechos humanos como la vivienda o garantizar una vida digna será imposible la justicia climática», han explicado.
Como uno de los mismos ejes apuntaba, la salud ha sido otro de los puntales en los que se han defendido: «Esta emergencia climática afecta gravemente a la salud. El Instituto de Salud Global estima que podrían evitarse hasta 3.700 muertes anuales en la ciudad de Madrid si redujéramos los niveles de contaminación drásticamente. Exigimos una ciudad para las personas y no para los coches», han dicho al respecto. Entre sus demandas está el refuerzo del transporte público, apostar por el uso de la bicicleta o los desplazamientos a pie, ampliar las zonas de bajas emisiones y un modelo ferroviario que vertebre el territorio y enfríe el plante, según sus propios términos. Todo ello se condensa en la petición de una sanidad pública suficientemente dotada de recursos para enfrentar las consecuencias de la emergencia climática.
«La crisis climática se ve agravada por las políticas arboricidas de los ayuntamientos»
«Volvemos a señalar cómo la falta de un modelo de gestión de residuos basado en la reducción y la correcta separación y gestión de los mismos sigue permitiendo la permanencia de incineradoras como la de Valdemingómez, que continúa emitiendo sustancias tóxicas y cancerígenas permanentes sobre el Ensanche de Vallecas, la Cañada Real y las poblaciones próximas como Rivas Vaciamadrid y Getafe», han agregado respecto al conflicto abierto con la incineradora madrileña.
La tala de árboles ha suscitado los gritos más furiosos: «La crisis climática se ve agravada por las políticas arboricidas de los ayuntamientos que en lugar de priorizar el mantenimiento de espacios arbolados que sirvan de refugio climático ante las olas de calor, opta por una campaña de obras millonarias en nuestros parques y zonas verdes, elimina cientos de árboles de forma indiscriminada, pavimenta con grava, adoquines, cal y otros áridos, los suelos naturales. Decimos «no a la tala» porque son muchos los barrios y calles como Chamberí, Centro, Tetuán, Ciudad Lineal… en los que escasean las zonas verdes», han desarrollado.
Esta jornada de lucha estatal también ha servido para recordar que «estamos en una crisis climática mundial que afecta a toda la humanidad». «Nos movilizamos en el marco de un llamamiento internacional como personas afectadas y en solidaridad con los países del Sur global más impactados por la crisis climática. Cuando millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares, tenemos que luchar por sus derechos en todo el mundo, y destinar fondos internacionales suficientes a la adaptación y a las pérdidas y los daños de los países y comunidades más vulnerables», han comentado.
Dubái, en Emiratos Árabes Unidos (EAU), acoge en estos momentos la cumbre climática COP28. «Mientras los gobiernos mundiales se reúnen, nos unimos en esta movilización por la falta de ambición y algunas malas prácticas de los gobiernos nacionales, regionales y locales, y por la codicia de las grandes empresas de la industria fósil», han recalcado.
Al mismo tiempo, reclaman el respeto a los derechos de libertad de expresión y reunión, en la COP28 y en todo el mundo, así como la liberación de las personas presas en EAU por ejercerlos. «Exigimos que se inicien de forma inmediata los cambios necesarios para afrontar la crisis climática en las políticas energéticas, urbanas, agrarias, sociales y económicas, que protejan a las personas, especialmente a las trabajadoras, mujeres y colectivos más vulnerables, así como a la biodiversidad y al planeta frente a las múltiples agresiones que nos dejan cada vez más expuestas y ante las «puertas del infierno climático», en palabras del Secretario General de Naciones Unidas», han finalizado.
Para reducir la emision de gases de invernadero y detener la toxificacion del medio ambiente, y asi salvar a la humanidad de la catastrofe, habria que eliminar el Fundamentalismo Economico; es decir el FMI, el BM y la Reserva Federal de USA. Pero, como eso ni siquiera se propone, europeos, yanquis, chinos y japoneses, a prepararse para lo peor, o sea, a vivir con nada, como en el Cuarto Mundo