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No puedo salvar el planeta

En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo para facilitar la labor de información, educación y sensibilización sobre el cambio climático, pero ¿lo estamos haciendo correctamente?
No puedo salvar el planeta
Foto: educación ambiental

Recientemente, la Red de Centros de Información y Documentación Ambiental (RECIDA), realizó una estupenda recopilación de recursos educativos sobre cambio climático . Además de servir de repositorio para todos estos materiales, puede que revisar esta colección con detenimiento nos pueda servir para realizar una reflexión sobre la forma en la que estamos transmitiendo los aspectos relacionados con el cambio climático.

Al ver el listado de recursos, lo primero que sorprende es la gran cantidad de documentación que existe sobre la crisis climática en muy diversos formatos: cuentos, libros, artículos, vídeos, manuales y juegos, destinados a todas las edades. Realmente en los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo desde muchos ámbitos para facilitar la labor de información, educación y sensibilización sobre este tema.

Lo siguiente que llama la atención son las imágenes de portada y títulos de muchos de los materiales destinados a las etapas de educación infantil y primaria.

En primer lugar, para la etapa escolar de infantil (de 3 a 6 años) la mayoría de materiales son en formato cuento, muy apropiado para estas edades. El número de materiales para esta etapa es bastante limitado, posiblemente porque la educación infantil queda excluida en la mayoría de programas de cambio climático. Pero viendo los recursos existentes es curioso que, en muchos de los cuentos, el protagonista es un oso o un pingüino y en no pocos casos, las imágenes que aparecen en las portadas son de zonas polares. Para esta franja de edad, en la que están aprendiendo contenidos relacionados con su entorno más próximo, puede que utilizar estos referentes y hablarles de historias que ocurren en lugares que no conocen, les haga más difícil el poder llegar a entender cómo les puede afectar el cambio climático.

De hecho, en los manuales de comunicación sobre el cambio climático, desde hace ya años, se está recomendando no utilizar al oso polar para hablar de esta temática porque esta referencia hace que el problema se visibilice como algo lejano y que no está relacionado con nuestra realidad más cercana. Si esto ocurre con las personas adultas, con niños y niñas de menos de 6 años puede dificultar aún más que entiendan que ese problema que les intentamos explicar a través del cuento es un problema que les afecta ya en su día a día.

Para la etapa de primaria, el número de materiales se amplía bastante encontrándose todavía un gran número de recursos que protagonizan osos polares y que están ambientados en el polo norte. En este caso, cuando vemos los títulos, muchos de ellos hacen mención a una tarea destinada a superhéroes y superheroínas, como “Salvar el planeta Tierra”, “Puedes salvar el mundo”, “Aventuras para salvar el planeta” o ”Tú puedes salvar el mundo”. Si a las personas adultas el problema del cambio climático nos puede provocar ecoansiedad por su magnitud y la dificultad de llevar a cabo los cambios necesarios, ¿Cómo se sentirá un niño o una niña a la que le pedimos que salve el mundo? Muy posiblemente solo con leer el título pensará que es algo que no está a su alcance y esto haga que no se comprometa con lo que se proponga en el libro.

Se han realizado gran cantidad de estudios sobre la percepción del cambio climático y sobre las mejores herramientas para su comunicación. Utilicemos la información y el conocimiento existente para elaborar recursos educativos que acerquen la problemática a cada una de las etapas escolares teniendo en cuenta sus capacidades y conocimientos previos. Si seguimos pidiendo esfuerzos irrealizables acabarán por contestarnos: “yo no puedo salvar el planeta”. Y tampoco parece justo pedir a los más pequeños que salven lo que los adultos estamos destrozando. Dejando a un lado que el planeta no necesita que nadie le salve. Es nuestra forma de vida la que estamos poniendo en peligro, no la supervivencia de nuestro planeta.

Todo esto lo dice alguien que ha utilizado osos polares, superhéroes y superheroínas en materiales sobre cambio climático. No es que no haya que utilizarlos, pero hay que replantearse si lo que hemos hecho hasta el momento ha funcionado tal y como esperábamos.

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COMENTARIOS

  1. En el ámbito educativo no sé si lo estáis haciendo bien o mal; pero en el periodístico creo sinceramente que Climática-La Marea está haciendo una magnífica labor.

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