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La lucha contra el cambio climático, la protección de la biodiversidad y la transición energética han estado muy presentes en la más de hora y media de discurso de investidura del candidato del PSOE, Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno en funciones ha querido sacar pecho de lo logrado por su Ejecutivo durante estos años, a la vez que ha atacado a la derecha y extrema derecha por su negacionismo y retardismo climático, y ha prometido más medidas para avanzar en lo que ha bautizado como “sostenibilidad ambiental”.
Han bastado los diez primeros minutos de intervención para saber que la “emergencia climática” (ha usado siempre esta fórmula, en vez de crisis climática o cambio climático) es una de sus prioridades. No han faltado durante todo el discurso alusiones a los incendios, a la sequía, a la desertificación, a las energías renovables e incluso a la próxima cumbre del clima, la COP28, que arrancará en dos semanas en Emiratos Árabes Unidos. «España y Europa tenemos que liderar en el cumplimiento del Acuerdo de París», ha dicho.
A diferencia de varios informes y estudios publicados esta semana, que sí han vuelto a insistir en ello, de lo que no ha habido mención explícita por parte del candidato a presidente es a la necesidad urgente de poner fin a los combustibles fósiles. Tampoco a que ningún país –ni siquiera España, por muy referente que sea a nivel europeo y mundial– tiene compromisos a la altura de lo que reclama la ciencia para evitar que la temperatura suba más de un grado y medio para finales de siglo, con todas la consecuencias sociales, políticas y económicas que ello conlleva.
La mejor defensa es un buen ataque, ha debido de pensar el candidato Pedro Sánchez. Buena parte de su intervención (no solo en cuestiones verdes) se ha centrado en enumerar lo que ha hecho (y lo que no) el PP y VOX desde las elecciones municipales: «En muchos Ayuntamientos, PP y VOX han eliminado los carriles bici, han suspendido licencias fotovoltaicas y han frenado la implantación de Zonas de Bajas Emisiones, teniendo que renunciar por ello a fondos europeos”. A lo que ha seguido destacando que “se empieza suspendiendo licencias para energías renovables [ha ocurrido en Eche] y se acaba volviendo al carbón [Alemania, por ejemplo], talando el 10% de los bosques y aumentando las emisiones de CO₂ como hacen gobiernos europeos de derechas con la extrema derecha”.
Sobre uno de los temas más polémicos del último año, Doñana, el candidato del PSOE ha afirmado que “solo un gobierno progresista en España, con el apoyo de la UE, ha sido capaz de defender nuestro mayor Patrimonio natural, el Parque Nacional de Doñana, frente a la proposición de ley de PP y VOX que lo amenazaba de muerte”. Esa polémica norma quedó suspendida el pasado mes de octubre tras el acuerdo entre el Gobierno central y el de Andalucía, aunque el nivel de regadíos actual sigue siendo insostenible.
Al igual que parte de la izquierda busca resignificar la bandera de España, Pedro Sánchez parece querer hacer lo propio con la palabra sostenibilidad –a la que ha recurrido en varias ocasiones–, un concepto que ha perdido credibilidad al ser usada habitualmente por empresas y entidades para hacer greenwashing: «Hemos cosechado grandes avances en sostenibilidad”, ha espetado durante su discurso. Y ha aportado algunos ejemplos de ello: “Hemos incrementado, en tan solo cuatro años, un 40% nuestra potencia renovable, hemos descarbonizado fases enteras de nuestros procesos productivos y hemos logrado reducir nuestras emisiones en un 14% con la economía creciendo”. Tal y como cuenta Maldita, el aumento en la potencia instalada (con datos de Red Eléctrica) durante la legislatura es algo inferior al anunciado por Sánchez: el 34,9% (si se tiene en cuenta desde diciembre de 2019 hasta agosto de 2023).
Medidas anunciadas durante el discurso de investidura
“El empeño por lograr una vida mejor tiene una premisa básica: defender la vida del planeta. Nuestra cuarta prioridad será impulsar una transición ecológica que ayude a mitigar y adaptarnos al cambio climático, que proteja nuestra biodiversidad, y que genere riqueza y oportunidades en todo el territorio”, ha exclamado Sánchez ante el Congreso de los Diputados.
Durante el discurso de investidura pronunciado este mediodía, Pedro Sánchez ha aprovechado para avanzar una serie de medidas que su Gobierno se compromete a llevar a cabo si sale elegido presidente. Varias de los anuncios tienen que ver con la transición ecológica y energética. Asimismo, muchos forman parte de las propuestas pactadas recientemente con Sumar.
El candidato socialista promete que, a partir del 1 de enero, el transporte público será gratuito para menores, jóvenes y personas desempleadas. Sánchez quiere así que la política de transporte público gratuito sea “permanente y se consolide en España como un referente en sostenibilidad ambiental”.
En materia energética, el representante aseguraba que se va a “seguir desplegando las energías renovables” y que ello se hará “de forma responsable y coordinada, integrando a los vecinos y vecinas en la toma de decisiones y también en el reparto de beneficios”. Una medida con la que busca dar respuesta a quienes pedían “renovables sí, pero no así” al considerar que muchos proyectos de parques eólicos suponen un atentado a los ecosistemas y la biodiversidad.
Además, durante su discurso ha adelantado que se va a “favorecer las comunidades energéticas y triplicar el autoconsumo energético”, aunque sin dar fechas ni detalles. Todo ello –ha dicho– “para que a final de esta década la mitad de energía que consuma nuestro país sea de origen renovable”.
El candidato socialista también se ha comprometido a restablecer la Comisión Nacional de la Energía. Este ente regulador de los sistemas energéticos estuvo operativo entre 1995 y 2013, año en el que el PP lo integró en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). «Va a ser clave para garantizar el funcionamiento del sector energético y la diversificación de sus operadores”, defiende Sánchez. Asimismo, ha prometido “seguir combatiendo la amenaza de la sequía, ampliando y mejorando las infraestructuras”. Para ello, ha anunciado que aumentará los recursos de los organismos hidrológicos para cerrar pozos y regadíos ilegales.