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Reacciones al texto acordado en la COP15

La cumbre sobre biodiversidad celebrada las últimas semanas en Montreal (Canadá) ha terminado este lunes con los países firmando un plan con vista a 2030. Recogemos la opiniones de especialistas y organizaciones.
Reacciones al texto acordado en la COP15
En el centro de la imagen, la representante de la República Democrática del Congo, principal opositora del acuerdo alcanzado. Foto: COP15/Flickr

La cumbre sobre biodiversidad (COP15) finalizó este lunes con un acuerdo sin vinculación legal para cuidar y evitar la degradación de los ecosistemas y la vida del planeta. El gran objetivo del texto aceptado de forma unánime por casi 200 naciones es proteger y gestionar eficazmente, con vistas a 2030, el 30% de las «zonas terrestres, aguas continentales y costeras y marinas«. Además, se ha acordado que «al menos el 30% de las áreas de ecosistemas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas degradadas” estén restauradas o en proceso para estarlo para finales de esta década.

El Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal –como se ha llamado al documento aprobado– ha sido calificado de histórico al ser la primera vez que las partes se comprometen a abordar de forma conjunta la crisis de biodiversidad.

A continuación, recogemos las reacciones de distintas organizaciones y especialistas:

Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA (ONU Medio Ambiente)

«Acojo con satisfacción la adopción hoy del Marco Global para la Biodiversidad de Kunming-Montreal.

[…]

El éxito se medirá por nuestro progreso rápido y coherente en la aplicación de lo que hemos acordado. 

[…]

Durante demasiado tiempo, la humanidad ha pavimentado, fragmentado, sobreexplotado y destruido el mundo natural del que todos dependemos. Ahora tenemos la oportunidad de apuntalar y fortalecer la red de la vida, para que pueda soportar todo el peso de las generaciones venideras. Las acciones que emprendemos en favor de la naturaleza son acciones para reducir la pobreza; son acciones para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible; son acciones para mejorar la salud humana.  

Esto no es más que un paquete indivisible».

Alicia Pérez-Porro, coordinadora científica del CREAF. Miembro del Comité Asesor del SMC España (vía Science Media Centre)

“A partir de ahora empieza el trabajo duro: implementar todos estos objetivos en un tiempo récord, menos de 10 años. Hay mucho trabajo por delante, incluido para la comunidad científica. Nuestro papel será cómo apoyar a los tomadores de decisiones en la traducción de los objetivos a nivel nacional, regional y local, cómo crear condiciones favorables para la implementación y, por supuesto, monitorear para poder evaluar si las acciones implementadas nos ayudan a avanzar en la dirección correcta. El acuerdo está lejos de ser perfecto y se podría haber beneficiado de más ambición política, pero nada resta importancia al hecho de que ha costado mucho llegar hasta aquí y ahora ya tenemos una hoja de ruta sobre la que trabajar todos en la misma dirección».

Fiore Longo, directora de la ONG Survival España

“Lo que hemos visto en Montreal vuelve a demostrar que no podemos confiar en que la industria de la conservación, las empresas y los países poderosos hagan lo correcto. Seguiremos luchando por el respeto y el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas. Quienes se preocupan por la biodiversidad deberían hacer lo mismo. Seguiremos vigilando de cerca la aplicación del acuerdo para garantizar que la industria de la conservación cumple rigurosamente los nuevos requisitos de respeto de los derechos de los pueblos indígenas”.

Lluís Brotons, investigador del CSIC en el CREAF y co-coordinador del Laboratorio de Biodiversidad y Ecología del Paisaje (vía Science Media Centre)

“Este no es el acuerdo de París de la Biodiversidad, pero claramente es un paso positivo en la buena dirección. ¿En qué dirección? En la de convertir la conservación de la biodiversidad y de los servicios que proporciona a la sociedad en uno de los ejes clave de su desarrollo.  

Sin la conservación de la biodiversidad y de los procesos naturales que la sustentan, el futuro del ser humano estará amenazado. Este nuevo marco global de la biodiversidad reconoce esto de manera explícita e identifica objetivos generales y específicos para revertir la pérdida de biodiversidad en un futuro cercano.  

No solamente se establece que hace falta proteger los valores naturales existentes, sino que hay que poner énfasis en la restauración de la naturaleza allá donde se sus redes fundamentales se han erosionado y, sobre todo, identifica la necesidad de reducir el impacto de los agentes de cambio que están detrás de esta erosión (especies invasoras, polución, uso insostenible de la biodiversidad, etc.). Es aquí donde el marco global va a enfrentarse a la realidad de la existencia de políticas sectoriales (seguridad alimentaria, energía…) que a menudo juegan en contra de los objetivos planteados en este marco, por ejemplo, la actual política agraria europea.  

Por lo menos ha habido un paso adelante en reconocer la importancia de hacer frente a la crisis de biodiversidad y acercarla un poco más al centro de la palestra política mundial. El desarrollo de planes de biodiversidad ambiciosos a nivel nacional y el desarrollo de un marco de evaluación y monitoreo del marco serán ahora el marco de juego principal».

Ecologistas en Acción

«Lamentablemente, el acuerdo final es más decepcionante de lo esperado. Aunque se han producido avances importantes y necesarios, los acuerdos logrados no están a la altura de lo esperado.

[…]

El Marco Global de Biodiversidad aprobado no aborda la raíz de las causas de la pérdida de biodiversidad. La causa de la crisis de la biodiversidad es un sistema que coloca las ganancias y el poder de las corporaciones sobre las personas y la naturaleza y permite que los intereses corporativos influyan en los resultados. Al no incluir suficientes mecanismos para atajar esas raíces el acuerdo no será capaz de frenar la pérdida de biodiversidad.

[…] para Ecologistas en Acción, más importante que el porcentaje del área a proteger era que los espacios protegidos tengan adecuados planes de gestión y que realmente se apliquen, algo que no se ha incluido suficientemente en el acuerdo. Si proteger el 30 % de los espacios naturales permite destruir el 70% es evidente que no es un buen acuerdo».

Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife 

«En primer lugar, hemos de valorar que, por fin y tras años de retraso, el mundo cuente con un marco de acción común para detener la pérdida de biodiversidad. Hay avances relevantes en materia de conservación como, por ejemplo, el objetivo 30×30: el compromiso de proteger y conservar el 30% de la tierra y los océanos para 2030. También se han puesto encima de la mesa soluciones sobre financiación, eliminación de subvenciones perjudiciales, respeto de derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales o igualdad de género. En general, el marco dice cosas buenas, pero la falta de detalles y el lenguaje vago utilizado en algunas partes del texto no ayudan. Los países tienen el duro trabajo de hacer realidad un texto genérico y esta labor debía haber empezado anteayer. No es que haya tiempo que perder, es que tenemos que recuperar el tiempo perdido para proteger la naturaleza y, con ello, nuestra propia salud».

Simone Lovera, directora de políticas de la Coalición Mundial por los Bosques

«Aunque el texto final de los objetivos relacionados con la reorientación de las inversiones y subvenciones perjudiciales es más débil de lo que esperábamos en un principio, obliga claramente a los gobiernos a adoptar medidas jurídicamente vinculantes y de otro tipo para reducir las subvenciones y evitar las inversiones en sectores como la ganadería industrial, la bioenergía a gran escala, los combustibles fósiles y otros sectores que han demostrado ser perjudiciales para la biodiversidad y el clima. 

Eliminar estos flujos financieros y apoyar legalmente a los pueblos indígenas, las comunidades locales y las mujeres que han demostrado ser los verdaderos héroes de la conservación de la biodiversidad hasta ahora, será mucho más eficaz para convertir este acuerdo en una realidad que los parques de papel y los modelos de conservación de fortaleza que han dominado la política de biodiversidad hasta ahora».

Katie Leach, responsable de Biodiversidad de la ONG de inversión responsable ShareAction

«Los líderes mundiales han dado un paso importante para salvar la naturaleza al adoptar el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal. Sin embargo, la redacción imprecisa y los objetivos poco concretos de algunas partes del acuerdo podrían socavar las medidas urgentes necesarias para proteger la fauna y los ecosistemas amenazados.

El éxito de este marco dependerá de su aplicación y de cómo se interpreten los objetivos y metas a nivel nacional».

Arthur Campredon, negociador de la Comisión Europea 

«A partir de hoy, todos y cada uno de los países que forman parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica tendrán que establecer un marco de evaluación y divulgación para las empresas e instituciones financieras en relación con los riesgos, impactos y dependencias de la biodiversidad. Este requisito específico mantendrá el impulso en torno a la biodiversidad y lo acelerará exponencialmente». 

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