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En su nuevo informe especial, que versa sobre el océano y la criosfera –zonas congeladas del planeta, como nieve, glaciares, permafrost o hielo marino–, el grupo de especialistas del IPCC alerta de que «las decisiones que se tomen ahora son fundamentales para el futuro«.
Las amenazas para los océanos, los ecosistemas de hielo y la vida marina que analiza el estudio –entre ellas está la pérdida de masa de los glaciares, el incremento del nivel del mar y, como consecuencia, un escenario climático más extremo– «requieren una acción política rápida y sin precedentes para detener la crisis climática», apuntan en un comunicado desde la Red de Acción por el Clima –CAN, por las siglas del nombre en inglés: Climate Action Network–, un grupo de ONG medioambientales que trabajan contra el calentamiento global.
«Es el tercer informe especial importante del IPCC en menos de un año que hace sonar la alarma para una descarbonización rápida y de gran alcance para reducir a la mitad las emisiones mundiales en la próxima década, para apoyar la adaptación y proteger y restaurar la naturaleza», recuerdan desde esta plataforma. Y añaden que «este informe vuelve a llamar la atención sobre los sombríos acontecimientos climáticos que los líderes mundiales no pueden ignorar».
Esta llamada a la acción política ya era el objetivo de la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU celebrada esta semana en Nueva York. Previamente a la celebración de este evento mundial, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ya afirmaba que «para lograr los objetivos climáticos hace falta una voluntad política que aún no existe».
Desde la CAN señalan, además, que «la voluntad política debe coincidir con la realidad científica». «Es hora de una cooperación internacional renovada que responda a los millones de huelguistas climáticos mundiales que exigen un futuro mejor y se niegan a aceptar un ‘no’ por respuesta. Este informe debe estimular compromisos financieros más fuertes para la adaptación y las pérdidas y daños de aquellos que ya están experimentando lo peor de la crisis climática», añaden.
Énfasis en la necesidad de comprometerse con un Tratado Global de los Océanos
La respuesta política urgente y ambiciosa que vienen demandando en todo el mundo tanto la ONU como los diferentes agentes climáticos –desde la comunidad científica hasta los colectivos de jóvenes por el clima–, «exigirá más cooperación internacional y regional, nuevos arreglos de gobernanza y un mayor apoyo financiero para desarrollar la resiliencia y abordar los daños». Así lo explica Fernanda Carvalho, gerente de política global, clima y y energía de WWF, una de las organizaciones que forman parte de la CAN.
En esta línea, el asesor político sobre clima global de Greenpeace en el este de Asia, Taehyun Park, considera que los gobiernos y la industria «deben tomar medidas decisivas para deshacerse de los combustibles fósiles y presentar sus planes nacionales para mantenerse por debajo de los 1,5 ºC en el próximo año, cuando también deberán entregar un fuerte Tratado Global de los Océanos capaz de proteger al menos el 30% de los océanos del mundo como santuarios marinos».
Se prevé que para mediados de 2020, los 193 Estados miembros de la ONU deberán cerrar un texto jurídicamente vinculante que regule las aguas internacionales –más de dos tercios del total de los océanos– en una especie de Acuerdo de París para los océanos. Hasta ahora, hay presentado un borrador que gira en torno a cuatro ejes. El primero, la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina; seguido de los mecanismos para gestionar las zonas oceánicas –especialmente las protegidas–; la evaluación del impacto ambiental y la creación de capacidades y la transferencia de tecnología marina.
La reducción de las emisiones será clave para los océanos
Tal y como señala el nuevo informe del IPCC, la situación solo mejorará si se cumplen los objetivos del Acuerdo de París propuestos para la próxima década en cuanto a reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Para Mahir Ilgaz, de la organización 350.org, que también forma parte de la CAN, «a menos que comencemos a reducir sustancialmente el uso de combustibles fósiles ahora y seamos completamente libres de fósiles para 2050 a más tardar, ciento de millones de personas tendrán que desplazarse por el aumento del nivel del mar». Y añade: «No solo estamos dañando nuestros océanos sino que también estamos destrozando su capacidad como sumidero de carbono. Es hora de detener esta locura y preservar lo que tenemos. Esto significa promulgar políticas radicales para proteger los ecosistemas marinos, detener toda nueva infraestructura de combustibles fósiles y eliminar gradualmente las existentes».