El ritmo actual de emisiones puede devolver al planeta a un calentamiento nunca experimentado por los humanos

Un estudio científico analiza datos de los últimos 66 millones de años con el fin de ahondar en los tipos de climas que pueden darse de seguir con la tendencia de emisiones actual.
Foto: PIXABAY

Son necesarias acciones urgentes para evitar niveles prehistóricos de cambio climático. Esta es la principal conclusión de un exhaustivo análisis que recopila datos de los últimos 66 millones de años con el fin de ahondar en los tipos de climas que pueden darse de seguir con la tendencia actual –al alza– de emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero que impulsa el calentamiento global de la atmósfera. El aumento de las emisiones proyectado en esta investigación daría lugar a niveles prehistóricos de calor nunca experimentados por los humanos y que forman parte del pasado lejano de la Tierra.

Es decir, si la quema de combustibles fósiles continúa creciendo, los niveles de CO2 de dentro de dos generaciones coincidirán con los de hace unos 50 millones de años, cuando había cocodrilos en el Ártico.

El estudio está liderado por la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de St Andrews (Reino Unido) y lo publica la revista científica Annual Review of Earth and Planetary Sciences. Se trata del análisis más completo hasta la fecha sobre cómo ha cambiado el CO2 en los último 66 millones de años y es una muestra científica a tener en cuenta sobre el vínculo entre CO2 y clima.

Para su elaboración, el equipo científico ha utilizado conchas microscópicas –extraídas del lodo del fondo marino–, gracias a las cuales han trazado el clima de la Tierra durante millones de años.

Según sus resultados, la última vez que el CO2 estuvo a los niveles a los que se encuentra hoy, había suficiente hielo derretido como para aumentar el nivel del mar en 20 metros y crecían hayas en la Antártida. Ahora, la actividad humana ha devuelto al planeta a una situación no vista desde hace unos tres millones de años.

La quema de combustibles fósiles es la principal causa de las emisiones dañinas para el clima. Los gases de efecto invernadero atrapan el calor cerca de la superficie de la Tierra y así aumenta la temperatura global. El estudio de la Universidad de St Andrews es la enésima muestra científica de la importancia de reducir las emisiones de CO2. Según un estudio reciente, esta reducción debería multiplicarse por diez para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y limitar así los impactos más graves del calentamiento global.

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