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El sur de Asia tiene el porcentaje más alto de niños y niñas expuestos a temperaturas extremadamente altas. UNICEF estima 460 millones de menores, uno de cada tres en la región, están expuestos a olas de calor en las que, durante 83 o más días al año, las temperaturas superan los 35 °C. Esto significa que el 76% de la infancia y la adolescencia sufren estos fenómenos extremos en el sur de Asia, mientras que a nivel mundial lo hacen el 32%.
Este análisis se basa en datos del año 2020 y el calentamiento global no se ha frenado desde entonces. El pasado mes de julio fue el mes más caluroso jamás registrado en todo el mundo y la organización de las Naciones Unidas para la Infancia señala que esto «genera más preocupación sobre un futuro en el que se espera que los niños, incluidos los que viven en el sur de Asia, se enfrenten a olas de calor más frecuentes y severas, en gran parte debido al cambio climático».
“Con el mundo en ebullición global, los datos muestran claramente que las vidas y el bienestar de millones de niños en el sur de Asia están cada vez más amenazados por las olas de calor y las altas temperaturas. Los países de la región no son los más calurosos del mundo en este momento, pero el calor aquí trae riesgos mortales para millones de niños vulnerables”, explica Sanjay Wijesekera, director regional de UNICEF. “Estamos especialmente preocupados por los bebés, los niños pequeños, los niños desnutridos y las mujeres embarazadas, ya que son los más vulnerables a los golpes de calor y otros efectos graves”, añade.
Los niños y niñas en Afganistán, Bangladesh, India, Maldivas y Pakistán padecen un «riesgo extremadamente alto» a los impactos del cambio climático, según el Índice de riesgo climático para niños (CCRI) de 2021 de UNICEF.
La crisis climática asfixia Pakistán
En partes de la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, las temperaturas ya rondaban los 40 °C en junio de este año, lo que expuso a 1,8 millones de personas a graves riesgos para la salud a corto y largo plazo. Destaca Jacobabad, considerada la ciudad más calurosa del mundo en 2022, donde las temperaturas han superado los 50 °C en varias ocasiones y donde los niveles de temperatura y humedad han alcanzado un umbral descrito por los especialistas como el “más caluroso de lo que un cuerpo humano puede gestionar”, según Amnistía Internacional.
El intenso calor a inicio de este verano se ha producido menos de un año después de las devastadoras inundaciones que dejaron bajo el agua la mayor parte del sur de Sindh, en agosto de 2022. El cambio climático triplicó las inundaciones de ese mes en Pakistán, según el un estudio de atribución de la World Weather Attribution (WWA).
Más de 800.000 menores que residen en las zonas afectadas por las inundaciones del año pasado corrían el riesgo de sufrir un estrés térmico severo en junio de 2023, según UNICEF.
Enfermedades y partos prematuros
La infancia es un sector vulnerable al calor porque «no pueden adaptarse rápidamente a los cambios de temperatura y no pueden eliminar el exceso de calor de sus cuerpos». Esto puede causar síntomas y enfermedades en niños y niñas como una temperatura corporal más alta, aumento de la frecuencia cardíaca, calambres, dolor de cabeza intenso, confusión, insuficiencia orgánica, deshidratación, desmayos y coma.
La altas temperaturas también pueden conllevar un escaso desarrollo mental en los bebés y contratiempos del desarrollo, como disfunción neurológica y enfermedades cardiovasculares.
Las mujeres embarazadas también son un grupo muy vulnerable al calor extremo, que les puede provocar contracciones prematuras, hipertensión, convulsiones, presión arterial alta e incluso aumenta la probabilidad de partos prematuros y de muerte fetal.
En definitiva, los niños y niñas, los adolescentes y las mujeres más vulnerables son los que pagan el precio más alto por los fenómenos meteorológicos extremos. “A menos que actuemos ahora, estos niños seguirán soportando la peor parte de olas de calor más frecuentes y más severas en los próximos años, sin tener la culpa de ellas”, concluye el director regional de UNICEF. Las emisiones derivadas de la quema de combustibles fósiles son la principal causa del cambio climático.
No es crisis, es emergencia, es mucho más grave que una crisis. Además, como dice Antonio Guterres secretario general de UN, estamos en Ebullición, Wake up!