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La industria de la aviación estaría emitiendo más cantidad gases de efecto invernadero de la estrictamente necesaria con el objetivo de aumentar sus beneficios, según un informante de British Airways citado por la BBC. La práctica, conocida como tankering, consistiría en cargar las aeronaves con más combustible del necesario, para así evitar repostar en sus aeropuertos de destino, lo cual les ahorra dinero. El exceso de peso supone un mayor consumo de combustible por unidad de distancia.
British Airways, propiedad de IAG (matriz de Iberia), confirmó que la práctica de sobrecargar las aeronaves es común por motivos “operacionales, de seguridad y de precio”. Según la BBC, esta estrategia se habría traducido en la emisión de 18.000 toneladas de CO2 extra, procedentes tan solo de la aerolínea británica.
Tankering en Europa
Según los resultados de simulaciones publicadas el pasado mes de junio por Eurocontrol, organización intergubernamental que proporciona apoyo técnico e investigación a las aerolíneas europeas, uno de cada cinco vuelos en espacio aéreo europeo podría estar haciendo tankering. El 16,1% de los vuelos totales cargarían suficiente combustible para la ida y la vuelta, mientras que un 4,5% adicional harían tankering parcial. Esto resultaría en la quema de 286.000 toneladas de combustible extra y unas emisiones adicionales de 901.000 toneladas de CO2. Estas son cifras equivalentes a las emisiones anuales de una ciudad de 100.000 habitantes o casi 3.000 vuelos transatlánticos, según el mismo estudio. La simulación cifra el ahorro anual para las aerolíneas en 265 millones de euros al año.
Además de realizar simulaciones, Eurocontrol entrevistó a pilotos y otros empleados de aerolíneas, aeropuertos y personal de tierra. Los entrevistados informaron de la realización de tankering «total» en el 15% de sus vuelos, y «parcial» en otro 15%. Las personas entrevistadas afirmaron que, en el 90% de los casos, el tankering se produce por razones de precio. El 10% restante respondería a motivos operacionales (huelgas, problemas técnicos en el aeropuerto de destino, etc.).
¿Y en España?
Climática se puso en contacto con las dos mayores compañías aéreas españolas, Iberia y Vueling (ambas propiedad de IAG). Fuentes de Iberia confirmaron que sí hacen uso de esta técnica, aunque afirmaron que solo por motivos operacionales. La compañía española afirmó que sigue la normativa de la Agencia de Seguridad de la Aviación Europea. Esta regulación establece el combustible que debe llevarse en un vuelo, y que incluye una reserva de seguridad y contingencias, además de una cantidad a discreción del comandante.
En el momento de la publicación de este artículo, Vueling no había confirmado a este medio si emplea o no esta estrategia.