A partir de 2035 solo se podrán vender coches cero emisiones en la UE, aunque habrá excepciones

El texto aprobado por los 27 Estados miembros permitirá la venta de vehículos contaminantes que usen combustibles sintéticos. Además, las marcas de lujo que producen pocas unidades tendrán un año más para seguir vendiendo coches de gasolina y diésel.
Central de carbón en Alemania reflejada en el retrovisor de un coche. Foto: REUTERS/Wolfgang Rattay.

Tras un sinfín de votaciones y meses de negociaciones, ya es prácticamente una realidad: los turismos y furgonetas matriculados a partir de 2035 deberán ser cero emisiones. Actualmente, este requisito los cumplen los vehículos 100% eléctricos (principal tecnología por la que está apostando todo el sector) y los de pila de combustible y los de hidrógeno (tecnologías apenas exploradas para coches). No obstante, se podrán seguir vendiendo coches que contaminen durante su uso siempre y cuando sean ‘climáticamente neutros’ durante su elaboración. Asimismo, se permitirá a los fabricantes que producen pocos coches (marcas de lujo, como Ferrari o Lamborghini) seguir vendiendo coches de gasolina y diésel hasta finales de 2035.

Los encargados de dar el visto bueno definitivo a estas normativas han sido los ministros y ministras de los 27 países de la Unión Europea durante el Consejo de Energía. Italia y Polonia han votado en contra, y Rumania y Bulgaria se han abstenido. Alemania, que en las últimas semanas logró bloquear la propuesta si no se incluía una referencia a los combustibles sintéticos, finalmente ha logrado su objetivo. Aunque este texto se mantiene con la redacción aprobada por el Parlamento Europeo en febrero, Bruselas se ha comprometido a desarrollar para otoño un reglamento específico para este tipo de combustibles.

También llamados e-fuel (combustibles sintéticos) son ahora mismo una tecnología cara, energéticamente ineficiente, y por la que apenas nadie apuesta. Y un punto fundamental: expulsan gases de efecto invernadero durante su uso. Pero como durante su elaboración se emplea CO2 que se atrapa de la atmósfera, la industria los considera climáticamente neutros (es decir, se compensa lo que se emite) y Bruselas –tras la presión de los alemanes– presentará una propuesta para matricular después de 2035 estos y otros vehículos que “funcionen exclusivamente con combustibles neutros en emisiones de CO2“.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se mostró bastante crítica con esta propuesta de última hora: “Sinceramente, no creo que esto vaya a tener éxito. Según las valoraciones que se están haciendo en estos días, es demasiado caro para ser la respuesta adecuada para cualquier ciudadano medio de Europa”, apuntaba la política antes de la votación.

El reglamento también recoge que de 2030 a 2034, las emisiones de CO2 de los coches se deben reducir un 55%, y las de las furgonetas un 50%. Asimismo, entre 2025 y 2029 estará en vigor un mecanismo regulador de incentivos “para los vehículos de emisiones cero y bajas” (aquí entrarían los híbridos, por ejemplo, que también funcionan con motores de combustión) por el cual “si un fabricante cumple determinados valores de referencia en las ventas de vehículos de emisiones cero y bajas puede ser recompensado con objetivos de CO2 menos estrictos“. El valor de referencia está fijado en el 25% para los turismos y el 17% para las furgonetas. 

Actualmente, el transporte por carretera de vehículos ligeros y pesados representa más del 70% de las emisiones totales del transporte. El objetivo de la UE es reducirlas un 90% para 2050, año en el que está previsto que solo puedan circular coches cero emisiones.

Tras la votación de este martes, ya solo queda que la norma salga reflejada en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor veinte días después de su publicación.

Aumento de los puntos de recarga de coches eléctricos

Durante la jornada de hoy, también se ha alcanzado un acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo (el Gobierno de la UE) para aumentar el número de estaciones de recarga de vehículos eléctricos y las estaciones de repostaje de hidrógeno de acceso público. El texto acordado señala que la infraestructura de recarga para turismos y furgonetas debe crecer al mismo ritmo que la adopción de los vehículos: “A tal fin, por cada coche eléctrico de batería matriculado en un Estado miembro determinado, debe proporcionarse una potencia disponible de 1,3 kW a través de una infraestructura de recarga de acceso público”. Además, cada 60 km a lo largo de la red transeuropea de transporte, deben instalarse estaciones de recarga rápida de al menos 150 kW a partir de 2025.

En el caso de las estaciones de recarga destinadas a vehículos pesados con una potencia mínima de salida de 350 kW, esta deben implantarse cada 60 km a lo largo de la red básica de la red transeuropea de transporte, y cada 100 km en la red global a partir de 2025, con una cobertura completa de la red que debe alcanzarse de aquí a 2030. “Además, deben instalarse estaciones de recarga en zonas de estacionamiento seguras y protegidas para la recarga nocturna, así como en nodos urbanos para los vehículos de entrega”, señalan.

Una novedad importante es que los operadores de estaciones de recarga eléctrica y de repostaje de hidrógeno deben ofrecer un método de pago común, como la tarjeta de débito o de crédito. A día de hoy, la mayoría de puntos de recarga funcionan a través de aplicaciones móviles.

Para que esto sea una realidad, el acuerdo alcanzado debe adoptarse formalmente. Una vez finalizado este proceso por el Parlamento Europeo y el Consejo, las nuevas normas se publicarán en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrarán en vigor tras un período transitorio de seis meses.

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