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¿Qué implica comer uvas en febrero? ¿Son los vehículos eléctricos una panacea? ¿Puede gustarme una película que trate sobre el cambio climático? Contestamos a todas esas preguntas y muchas otras en el Magazine anual de Climática, publicado en mayo de 2022. A lo largo de 100 páginas, analizamos y seleccionamos para ti las propuestas del papel de especialistas de la ONU para hacer frente a la crisis climática durante la próxima década. Y también publicamos reportajes en profundidad sobre decrecimiento, transición energética, minerales y tierras raras… A continuacion, algunos extractos.
Aunque nadie duda de sus ventajas, la fabricación no está exenta de dudas ni polémicas. La mayoría de ellas se centra en el material clave para la elaboración de las baterías, llamado precisamente oro blanco: el litio. El problema de este mineral no es encontrarlo ni extraerlo, puesto que se halla en grandes cantidades, sino procesarlo con bajo impacto ambiental. Su explotación requiere de disolventes tóxicos y un uso intensivo de agua: se calcula que para obtener una tonelada de carbonato de litio se evapora medio millón de litros de salmuera y se requieren 30.000 litros de agua. Este proceso puede suponer la contaminación de aguas subterráneas y entraña riesgo para las comunidades cercanas a las minas.
Por Sandra Vicente Barreira.
No se puede obviar la enorme dificultad que la transición energética lleva implícita al tratarse de un mejunje científico, técnico, social, geopolítico y financiero. En un planeta ficticio bastaría con gritar a los cuatro vientos “pues a instalar renovables”. Sin embargo, la realidad es bien distinta, y se necesitan estudios para saber dónde instalarlas en términos de eficiencia energética, de evaluación ambiental para determinar su impacto, de rentabilidad económica, etc. “El mayor obstáculo de España para lograr un futuro sin emisiones son quienes no ven la magnitud del reto que hay por delante”, asegura Eloy Sanz. El investigador es optimista con la meta española de que en menos de ocho años tres cuartas partes de la generación eléctrica sea renovable pero “hay que ponerse las pilas”, remarca.
Por Eduardo Robaina y Diego Ferraz-Castiñeiras.
Echa un ojo a los cajones. ¿Cuántos cargadores que no usas y funcionan has encontrado? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Tal vez más? Los cargadores de móvil son el mejor retrato del problema que supone la falta de estandarización de productos que son muy similares. Aunque buena parte de los dispositivos electrónicos podría utilizar los mismos cargadores, llegaron a existir hasta una treintena de tipos diferentes, todos incompatibles entre sí. Gracias a la presión ejercida sobre la industria se ha conseguido reducir a solo tres 31 modelos en Europa. Aun así, cada año los cargadores suponen entre 11.000 y 13.000 toneladas de residuos en la Unión Europea, según la organización Ecos. Esto podría terminar pronto. El pasado mes de septiembre, la Comisión Europea propuso una nueva legislación para que el cargador USB-C se convierta en el estándar para teléfonos, tabletas, cámaras, auriculares, altavoces externos y consolas de videojuegos.
Por Laura Villadiego
Hay un gran acuerdo científico que apunta al capitalismo como el causante de la encrucijada en la que nos encontramos. Recientemente, el Centro de Resiliencia de Estocolmo (SRC) publicaba un estudio que añadía la contaminación química –generada por la proliferación de los plásticos y los pesticidas, entre otras sustancias– al grupo de los límites planetarios ya superados, siendo el resto el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las transformaciones en el uso de la tierra y los niveles de nitrógeno y oxígeno. Cinco barreras sobrepasadas de las nueve existentes que nos hablan de un peligro real que pone contra las cuerdas la supervivencia de nuestra especie en la tierra y remiten, una y otra vez, a lo que Meadows y su equipo ya probaron con datos objetivos.
De hecho, los autores de Los límites del crecimiento, una obra que lleva más de 30 millones de ejemplares vendidos, lo actualizaron hasta en tres ocasiones, llegando a conclusiones muy parecidas, como ha ocurrido en los sucesivos estudios que, partiendo de Meadows, han analizado variables similares. En el año 2014, el investigador de la Universidad de Melbourne Graham Turner contrastaba las estimaciones de 1972 con datos históricos y comprobaba que, a grandes rasgos, se estaban cumpliendo todas. La última revisión del informe de Club de Roma fue llevada a cabo por Gaya Herrington, directora de sostenibilidad de la consultoría privada KPMG y, de nuevo, vaticinaba un colapso más que factible en los próximos años; dependiendo de las medidas adoptadas, este podría darse en una década o posponerse hasta finales del siglo XXI, pero solo sería evitable con una economía circular.
Por Azahara Palomeque.
Últimamente, de hecho, es fácil leer comentarios de este estilo en redes sociales: “Tú con una pajita de papel para salvar el planeta y los ricos volando con sus jets privados”. Es un marco nada transformador y en el que se perpetúa la autoabsolución por no hacer nada frente al cambio climático -confundiendo, además, el problema del plástico con el del calentamiento global; pero eso es otro tema-. Sería tan absurdo como el símil que compartió la escritora Layla Martínez: “Imagina que dices: ‘Yo hasta que no se acabe el patriarcado no voy a dejar de acosar a las mujeres porque las acciones individuales no valen de nada, el sistema patriarcal va a seguir ahí’”. De forma análoga, algunos repiten el dato de que únicamente 100 compañías son responsables del 71% de las emisiones. ¿Y qué?, pregunto.
Por Andreu Escrivà.
Estamos vivos, pero todo ha desaparecido. Ven a buscarnos”. Este fue el mensaje de texto que Ronja Schäfer envió a su padre el 15 de julio de 2021. Era la mañana siguiente a la inundación en el pequeño pueblo de Marienthal, situado en la región más afectada de Alemania, el valle del Ahr. En el norte de Renania-Palatinado, la inundación se produjo tras varios días de fuertes lluvias y el desbordamiento de ríos como el Ahr.
Por Clara Nack.
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