

Etiquetas:
Una mejora en los niveles de educación conllevaría a que la población sea menos vulnerable a los efectos del cambio climático. A su vez, esto puede provocar un ligero aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado este lunes en la revista Nature Sustainability.
Un equipo internacional de investigación se planteó dos cuestiones. Por un lado, saber cuáles son las formas más eficaces de conseguir los objetivos de desarrollo sostenible deseados en todos los aspectos del bienestar. Por otro, conocer cómo podría la búsqueda de algunos de esos objetivos afectar al progreso de otros.
El estudio busca establecer sinergias y compensaciones en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, también conocidos como ODS, y sus 169 metas, para que estas puedan lograrse de forma conjunta y no de manera individual.
«En estudios anteriores, se ha examinado el papel de la educación en la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático y su relación con el aumento de la población, y también por separado con el crecimiento económico. Sin embargo, nuestro estudio reúne estos múltiples efectos en un solo análisis», explica Shonali Pachauri, coautora del estudio y directora del Programa de Transición a las Nuevas Tecnologías del IIASA.
Impactos y emisiones
Los resultados del estudio indican que el aumento del nivel de educación de una población puede reducir la vulnerabilidad a los desastres naturales y los riesgos climáticos, aunque aclaran que la magnitud de este efecto sigue sin estar clara.
Sin embargo, en lo que respecta a las emisiones, los autores hallaron que un mayor nivel educativo se asocia con una mayor productividad laboral, lo que aumenta el crecimiento económico y, en igualdad de condiciones, da lugar a una mayor escala de la economía y a un aumento de las emisiones que causan el calentamiento global de la atmósfera. Para Gema Alcañiz, responsable de Educación Ambiental de la empresa IMEDES, y sin relación con el estudio, «es importante, desde la educación ambiental, trabajar para romper esta inercia, poniendo en valor una forma de consumo con menor impacto ambiental y visibilizando la importancia de repensar en general nuestro modelo de consumo».
En este sentido, recuerda que el artículo únicamente ha considerado la cantidad de educación, no su calidad: «Es, en este aspecto, en el que considero que tenemos mucho margen de maniobra para lograr programas educativos que sean capaces de trasladar al alumnado que no es posible el crecimiento ilimitado», asegura Alcañiz, quien actualmente colabora en la elaboración del Plan de Educación Ambiental para la Sostenibilidad como coordinadora del apartado de redes sociales y educación ambiental.
«La educación y comunicación ambiental resultan fundamentales para lograr que ese deseable aumento de educación conlleve el mayor número de beneficios posibles y no provoque el aumento de emisiones que se prevén en el estudio», apunta Gema Alcañiz. Para ello, añade, «será necesario un curriculum ecosocial que fomente una educación transformadora, que vincule el crecimiento personal y social con el ecosistema en el que vivimos, y que trate el cambio climático de una forma transversal».
A más educación, menor fecundidad
Al mismo tiempo, la educación guarda una estrecha relación con las tasas demográficas. Según apunta la investigación, un mayor nivel educativo de las mujeres se asocia en particular a una menor fecundidad, y un mayor nivel educativo en general se asocia a una menor mortalidad.
En término de efectos en las tasas de crecimiento demográfico, el efecto de la fecundidad tiende a predominar en los entornos de alta fertilidad y, por lo tanto, cabe esperar que el mayor nivel educativo esté asociado con un crecimiento demográfico más lento en esos países. Por consiguiente, remarcan los autores, la relación neta entre educación y emisiones es ambigua, resultado del equilibrio entre un crecimiento demográfico más lento y un crecimiento económico per cápita más rápido.
No obstante, el estudio concluye que los resultados son preliminares, pues no se tuvieron en cuenta otros factores para el análisis. A este respecto, se apunta a que una mejor educación puede acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como modificar patrones de consumo o comportamiento políticos.
Aun así, defienden, estos resultados ayudarán en torno a las políticas destinadas a fomentar el desarrollo sostenible y a mejorar el bienestar humano, al tiempo que se preserva el medio ambiente. «La reducción de las emisiones requiere un cambio en el sistema energético mundial para que esté en gran medida libre de combustibles fósiles. La mejora de la educación puede incluso ayudar en esa tarea», explica Brian O’Neill, autor principal del estudio e investigador de la Escuela de Estudios Internacionales Josef Korbel y del Centro Pardee para Futuros Internacionales de la Universidad de Denver.
Integramos la Cooperativa Tracto Recicla Móvil, ubicada, en el Ejido «El Tepetate», en la Huasteca Sur del Estado San Luis Potosí, México.
Es una región rural donde existe una gran presencia indigena.
Queremos iniciar un programa educativo para evitar la quema de residuos domésticos y Agrícolas.
Solicitamos de ser posible nos pudieran enviar algún artículo referente a este tema que nos ayude a realizar este programa.
Por su atención Gracias