Etiquetas:
Vía The Guardian
Las emisiones de gases de efecto invernadero -responsables del calentamiento global del planeta- han aumentado en Australia hasta su tasa anual más alta desde el 2012-13. Este incremento se debe a la creciente producción de gas, que ha convertido al país en el mayor exportador mundial de combustibles fósiles. En concreto, el incremento viene precedido por las exportaciones de gas natural licuado (GNL), cuyas emisiones aumentaron en 4,7 millones de toneladas durante el año.
Según ha publicado el Gobierno australiano este viernes, las cifras para el trimestre de marzo de 2019 reflejan una subida de un 0,6% en el último año, con 538,9 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente. En el periodo de enero a marzo, las emisiones nacionales aumentaron en 3,1 millones de toneladas.
Australia: datos frente a sus compromisos
A pesar de que Australia sostiene que están plenamente comprometidos en la lucha climática, las acciones de los últimos meses y las cifras reflejan lo contrario. Según un informe publicado la semana pasada, el país austral se coloca como el tercer mayor exportador de combustibles fósiles, solo por detrás de Rusia y Arabia Saudí. Además, es el quinto mayor extractor de carbón después de China, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudí.
Asimismo, un análisis del instituto de ciencia y políticas Climate Analytics apunta a que Australia es responsable de un 5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Para 2030, si no cambia el actual modelo, podría llegar a un 17%.
Además, recientemente Australia provocó que la Declaración Kaikani II del Foro Islas del Pacífico no reflejara un consenso firme en materia de lucha contra la crisis climática.