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Un grupo de 67 países participantes en el Comité Intergubernamental de Negociación de la ONU (INC) que se celebra en Busan (Corea del Sur) han llamado a la aprobación de un tratado global vinculante que permita acabar con la contaminación de plásticos para 2040, en una declaración conjunta.
La plataforma de países, que se autodenomina «Coalición Ambiciosa para Terminar con la Contaminación Plástica» (HAC, por sus siglas en inglés), la integran Estados miembros de la Unión Europea, Reino Unido, México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay, Nigeria, Gabón, Japón, Corea del Sur o Australia, muchos de ellos importantes productores y consumidores de plásticos.
Hay que recordar, por ejemplo, que España es el segundo país europeo más dependiente del plástico por detrás del Reino Unido, con más de dos tercios (67%) de los alimentos envasados en plástico, según un estudio de Material Change Index.
En la declaración interministerial presentada en Busan, los países signatarios «reafirman su ambición común para proteger la salud humana y el medioambiente de los efectos graves de la polución del plástico», y reclaman «el desarrollo de un instrumento internacional legalmente vinculante».
Los 67 países destacan su «fuerte compromiso unido» para finalizar «de forma ambiciosa y efectiva» las negociaciones que se desarrollan desde el lunes y hasta el domingo 1 de diciembre en Busan, en la que supone la quinta y última sesión del Comité Intergubernamental.
Este panel fue conformado en 2022 bajo una resolución de Naciones Unidas con el mandato de desarrollar «un instrumento internacional legalmente vinculante» contra la contaminación de plásticos, y basado en el compromiso de acabar con ese tipo de polución para 2040.
Los países firmantes de la declaración conjunta reiteran su voluntad de alcanzar esa meta para 2040, enfatizan la necesidad de «un tratado con un enfoque completo que haga frente al ciclo completo de los plásticos», y urgen al resto del total de 175 estados participantes en el Comité a «elevar los esfuerzos colectivos para cumplir con las expectativas del mundo».
Pese a las cuatro rondas previas de negociaciones, por el momento no se ha logrado encarrilar un acuerdo por las divergencias entre el grupo de países que integran la plataforma HAC y otro frente, la Coalición Global para la Sostenibilidad de los Plásticos (GCPS), fundada y encabezada por Arabia Saudí y que integran también otros grandes productores de petróleo como Rusia, Irán o Baréin, además de China y Cuba.
A grandes rasgos, los primeros abogan por limitar la producción de polímeros primarios, compuestos derivados del petróleo con los que se fabrican casi el 100% de los plásticos de un solo uso, mientras que la segunda coalición, que cuenta también con el apoyo informal de Brasil e India, apuesta por centrarse en la gestión que cada nación hace de los residuos plásticos y del reciclaje de los mismos y dejar fuera del texto final toda referencia a los mencionados polímeros.
«Los estudios muestran que el mundo no podrá lograr sus objetivos de acabar con la contaminación por plásticos y limitar el aumento medio de la temperatura global en menos de 1,5 ºC, sin abordar antes la producción no sostenible de polímeros plásticos primarios», indican los países firmantes del acuerdo en su declaración conjunta.
Los países productores de petróleo no se centran exclusivamente en la elaboración de combustibles fósiles. También fabrican plásticos, de ahí su resistencia a limitar su producción. Según un estudio de la Agencia Internacional de la Energía, el 14% de la producción mundial de petróleo se dedica a la industria petroquímica.
A tenor de los datos de la OCDE, el volumen global anual de residuos plásticos se ha multiplicado por prácticamente 2,3 veces en las últimas dos décadas hasta alcanzar los 353 millones de toneladas en 2019, de las cuales solo el 9% se recicló (el 69% fue a parar a incineradoras o vertederos regulados y el 22% fue desechado o quemado sin controles de ningún tipo).
Y como advertía hace años el Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), «los planes de la industria de expandir masivamente tanto la producción petroquímica como la incineración de residuos son incompatibles con la urgente necesidad de mitigar el cambio climático».
Se calcula que la producción de plásticos supone algo más del 5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, un volumen que se cree que se duplicará para 2050, y la ONU estima que entre 19 y 23 millones de toneladas anuales de plástico van a parar a ecosistemas acuáticos cada año.
Ecoembes miente: se debe implantar la devolución de los envases de un solo uso en dos años.
El informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre la recogida separada de botellas de plástico en 2023 abre la vía para la necesaria implantación del sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases de un solo uso, lo que reduciría el abandono de residuos de envases en el medio natural y urbano y aumentaría las tasas de reciclaje.
La publicación del informe, contemplado en la Ley 7/2022 de residuos, con una recogida separada de solo el 41,3%, desmiente categóricamente los datos de Ecoembes, que elevaba al 73,4% esa recogida separada, amparada en las recogidas de envases fuera del hogar, que se sobrestimaban.
La normativa establecía que los datos de recogida separada en 2023 se deberían publicar por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico antes del 31 de octubre de 2024.
Los informes publicados ahora de las recogidas separadas de botellas de bebidas de plásticos en 2022 y 2023, 39,5% y 41,3% respectivamente, están en línea con el informe redactado por la consultora Eunomia, encargado por la Alianza Residuo Cero, de la que forma parte Ecologistas en Acción, y publicado en mayo de 2024, donde se establecía con una metodología rigurosa que la recogida separada de las botellas de plástico fue del 36% en 2021.
Esos informes del ministerio desenmascaran la estrategia de comunicación de Ecoembes, el único sistema de responsabilidad ampliada del productor de los envases domésticos durante más de 25 años. Hoy es un potente monopolio al servicio de los productores, las envasadoras y los distribuidores, desplazando su responsabilidad en los ayuntamientos y en la ciudadanía.
Ese monopolio afirma que en 2023 se recogieron de forma separada el 73,4% de las botellas de plástico de bebidas de un solo uso, faltando a la verdad y falseando los datos, amparándose en unos números de las “recogidas especiales” (aeropuertos, hospitales, estaciones de tren, etc.) que han sido completamente desautorizados ahora por el ministerio. Según Ecoembes, lo que existe es una mera “discrepancia técnica” con los datos oficiales. Ecologistas en Acción denuncia que no es así: existe una diferencia sustancial entre un conteo aproximado a la realidad y otro, el de Ecoembes, fraudulento, que ha permeado hasta ahora las cifras oficiales que las administraciones reportaban…
https://www.ecologistasenaccion.org/328511/ecoembes-miente-se-debe-implantar-la-devolucion-de-los-envases-de-un-solo-uso-en-dos-anos/