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Más de un centenar de científicos se unen contra el negacionismo climático

El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos difundió a través de su revista científica 'Tierra y Tecnología' un artículo que niega la gravedad de la crisis climática y la desliga de las actividades humanas. Ante los argumentos negacionistas de su autor, 132 investigadores e investigadoras se han unido para mostrar su descontento.
Más de un centenar de científicos se unen contra el negacionismo climático
MARKUS SPISKE Foto: MARKUS SPISKE

Desde hace años, la comunidad científica está inmersa en entender, entre otras cosas, los drásticos cambios en el clima, los impactos a corto, medio y largo plazo —tanto para el ser humano como para el resto del planeta— de la quema de combustibles fósiles y el consecuente aumento de los gases de efecto invernadero. Incluso han surgido nuevas campos de estudio como la paleoclimatología, la ciencia que se dedica a analizar los cambios climáticos del pasado.

Ahora, además, los científicos y científicas también se tienen que enfrentar en ocasiones a obstáculos muchas veces innecesarios. Dos de ellos persisten a pesar de que hay argumentos que los derriban con facilidad: el negacionismo y el retardismo. Pero, ¿cómo combatirlos cuando provienen de la propia comunidad científica?

«A lo largo de la historia de la Tierra han existido espontáneamente muchos cambios similares e incluso mayores que el actual». «La interpretación sobre el origen antrópico (humano) del calentamiento global parece ser considerado por algunos estamentos políticos, sociales y científicos como un dogma inamovible que no se puede rebatir, y al que se quiere proteger a toda costa ante la opinión pública bajo el manto de una supuesta unanimidad científica que está muy lejos de ser cierta».

Estas afirmaciones –falsas– forman parte del artículo Geología versus el dogma climático, escrito por el geólogo Enrique Ortega Gironés y publicado recientemente en la revista Tierra y Tecnología, editada por el Colegio Oficial de Geólogos. Hasta el momento, el escrito sigue publicado y desde el Colegio no se han manifestado.

Ante este texto repleto de falacias y argumentos clásicos del negacionismo climático, más de un centenar de profesionales en la ciencia que estudian los cambios climáticos del pasado (Paleoclimatología) y otras disciplinas cercanas han publicado un manifiesto para mostrar su rechazo. Las personas que han suscrito el texto son trabajadores de universidades y centros de investigación de toda la geografía española y el extranjero.

El manifiesto ha sido promovido por Blanca Ausín (Universidad de Salamanca), Isabel Cacho (Universitat de Barcelona), Antonio García-Alixm (Universidad de Granada), Armand Hernández (Universidade da Coruña), Olga Margalef (Universitat de Barcelona) y Ana Moreno (IPE-CSIC).

En el artículo del geólogo, además, se citan a varios autores polémicos por su postura negacionista o retardista. Frederick Seitz es un de los que menciona. El científico estadounidense puso en duda los informes del IPCC en los años noventa y publicó artículos en los que se negaba la atribución de los cambios climáticos al incremento de los gases de efecto invernadero. El físico Steven Koonin también aparece en el texto, a pesar de ser el antiguo científico jefe de la petrolera BP.

«Entendemos que el compromiso de un órgano colegiado debe siempre dirigirse hacia la rigurosidad profesional del ámbito que representa, difundiendo el conocimiento en base a la experiencia profesional de su colectivo. El conocimiento científico surge de las evidencias en forma de datos y un riguroso proceso de evaluación y revisión, y en ningún momento es excusable amparar la diversidad de opinión cuando esta no se ejerce desde una experiencia profesional», defienden el grupo de especialistas en el escrito.

Junto al manifiesto, sus impulsores han querido exponer cinco hechos basados en la ciencia que sirven para desmontar las afirmaciones de Enrique Ortega Gironés y de cualquier negacionista, puesto que siempre se usan los mismos argumentos:

1. Los cambios climáticos ocurridos a escala de millones de años tienen su principal origen en procesos geológicos y están muy lejos de estar modulados por la radiación cósmica.

2. El estudio detallado de los cambios climáticos del pasado (de millones a milenios de años) demuestra que los cambios naturales en la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero fueron decisivos controlando la intensidad de calentamiento o enfriamiento planetario.

3. Los ciclos glaciares-interglaciares del periodo Cuaternario (los últimos 2,5 millones de años) fueron inducidos por cambios en la insolación recibida por el planeta a causa de movimientos orbitales. Pero estos cambios de insolación NO pueden explicar por sí solosla magnitud estos ciclos glaciares-Interglaciares. Estos fueron modelados por procesos de retroalimentación internos del sistema climático, en los que intervinieron de forma destacada los gases de efecto invernadero.

4. El registro paleoclimático del Cuaternario nos demuestra que la subida atmosférica de gases de efecto invernadero del último siglo NO puede atribuirse a causas naturales, que su magnitud es más que suficiente para desestabilizar el clima del planeta y, lo más preocupante, su velocidad no tiene análogo en el registro geológico.

5. Los cambios naturales (actividad solar, vulcanismo…) ocurridos en las últimas dos no son suficientes para explicar ni siquiera el 2% del calentamiento global ya observado y medido.

La comunidad científica ya demostró su unanimidad respecto al papel del ser humano en la problemática global que Ortega Gironés ignora en su texto. En 2021, artículo científico en el que se analizaban cerca de 90.000 textos académicos sobre cambio climático concluía que más del 99% de los estudios coincidían en que el actual cambio climático está siendo provocado por el ser humano.

«Las teorías de Galileo y otros sabios que históricamente se enfrentaron a “dogmas del conocimiento” lo hicieron siempre basándose en observaciones científicas, y NUNCA al revés, cuestionando la ciencia a partir de creencias sin fundamento científico«, reflexionan los autores del escrito a modo de cierre.

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COMENTARIOS

  1. COP14 y COP27
    La conferencia de Ramsar (COP14) ha concluido después de un mes de reuniones internacionales de primer nivel que son claves para el futuro de la respuesta global a la emergencia ambiental. Esta cumbre ha apelado a la relevancia de la conservación de las zonas húmedas para afrontar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
    En España, hemos perdido el 60% de las zonas húmedas desde los años 90. Es cada vez más evidente que es necesario declarar estas zonas como primer hábitat en peligro de desaparición, como llevamos solicitando desde SEO/BirdLife desde hace años.
    Por otra parte, la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático, COP27, ha resultado decepcionante en cuanto a la poca ambición de los acuerdos adoptados. El objetivo de mantener la temperatura media por debajo de 1,5º C ha estado a punto de caer, aunque finalmente se mantiene, pero sin aportar ningún avance. Lo único de lo que podemos alegrarnos es que se reconoce que hay que compensar a las personas y las comunidades más vulnerables por los daños irreversibles del cambio climático….
    https://seo.org/2022/11/20/la-cop27-reconoce-y-compensa-los-danos-irreversibles-del-cambio-climatico-pero-el-acuerdo-se-ha-conformado-con-no-dar-pasos-atras/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&

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