Etiquetas:
Dos años después de lo previsto, el 7 de diciembre arrancó una de las ediciones más relevantes de la Conferencia de Biodiversidad de Naciones Unidas, la COP15. Los países están reunidos en Montreal (Canadá) para negociar y establecer un nuevo marco de acción a 2030 que garantice la protección y la conservación de la biodiversidad.
Algunos dicen que su importancia es lo que el Acuerdo de París significó para la acción ante el cambio climático. Desde lo legal a la implementación hay algunas diferencias, pero sí es cierto que el momentum para definir una hoja de ruta de acción es similar.
La Conferencia de Biodiversidad número 15 estaba previsto que se celebrara en 2020 en Kunming (China) porque el país asiático es quien preside esta edición. La pandemia la postergó y, ante la política de COVID cero del país asiático que dificultaba su realización de forma presencial, se decidió organizar una primera parte de la conferencia de forma online en octubre de 2021 y una segunda parte –de decisión– en diciembre de este 2022 en el país norteamericano donde se encuentra el organismo de Naciones Unidas responsable de la biodiversidad: el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD).
La COP15 es una de las ediciones más relevantes en su historia porque lo que allí se decida o no marcará el futuro de acción para una biodiversidad que está en crisis y de una humanidad que depende de ella.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, fue contundente al respecto en la apertura de la conferencia: «La pérdida de la naturaleza y la biodiversidad tiene un alto costo humano. Un costo que medimos en empleos perdidos, hambre, enfermedades y muertes. Un costo que medimos en las pérdidas anuales estimadas de 3 billones de dólares para 2030 debido a la degradación del ecosistema. Un costo que medimos en precios más altos de agua, alimentos y energía. Y un costo que medimos en las pérdidas profundamente injustas e incalculables para los países más pobres, las poblaciones indígenas, las mujeres y los jóvenes. Los menos responsables de esta destrucción son siempre los primeros en sentir los impactos. Pero nunca son los últimos».
A continuación, cuatro claves para comprender esta conferencia que también merece nuestra atención.
1. Se terminó la COP27 y pasamos a hablar de la COP15, ¿son lo mismo?
Definitivamente no. Pero hay puntos en común y otros importantes de diferenciar. Bajo el Marco de Naciones Unidas, hay tres espacios de negociación sobre política internacional dedicados a los problemas ambientales de cambio climático, desertificación y pérdida de biodiversidad.
Tras la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992, se crearon tres convenciones a fin de que trabajen la acción ante esos problemas: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés). La que ahora protagoniza –o debiera protagonizar– la acción es el CBD.
A diferencia de la CMNUCC, que responde directamente al secretario general de Naciones Unidas, el CBD opera bajo el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Al igual que las conocidas COP de la CMNUCC, el CBD tiene una Conferencia de las Partes (COP) como su órgano de decisión. Este año se está realizando su 15° edición. Al igual que las COP climáticas, en la COP de biodiversidad los países se reúnen para negociar la acción que garantice el cumplimiento de los tres objetivos del convenio: la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de los componentes de esa diversidad biológica, y la participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven de los recursos genéticos.
A diferencia de la COP climática que ya tiene un Acuerdo de París consensuado que se está poniendo en práctica, la COP de biodiversidad aún no tiene un consenso respecto de la acción a realizar en esta década. Y ello es lo que se tendrá que definir estos días en Montreal.
A diferencia de la cumbres del clima, y en comparación con ella, la cumbre de biodiversidad carece de la atención suficiente por parte de una mayoría de medios de comunicación e, incluso, de los líderes políticos que no viajeron hasta Canadá. Todo esto incide en una menor visibilidad e indirecta presión para que se avance lo necesario en el proceso y se obtengan buenos resultados.
El momento de mayor jerarquía política se dio el pasado jueves 15 con el inicio del segmento ministerial de Alto Nivel en el que los ministros de Medio Ambiente de los países presentes expusieron ante el plenario y participaron en consultas ministeriales.
En la apertura del segmento, la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina J. Mohammed, anticipó los días difíciles para encontrar un consenso: «Por supuesto, ningún acuerdo va a ser perfecto. Pero se debe asegurar un acuerdo global fuerte, uno que ponga fin a nuestra guerra sin sentido y contraproducente contra la naturaleza y cambie nuestro curso de acción para el futuro». Para ello, el presidente de China, Xi Jinping –que participó a través de un video grabado–, propuso «defender el verdadero multilateralismo y crear una sinergia sólida para proteger la tierra».
2. ¿Qué debe definirse en la COP15 de Biodiversidad?
Algo así como un ‘Acuerdo de París para la biodiversidad’. con todos las similitudes y diferencias que ello implica (y sobre las cuales profundizaremos en un artículo posconferencia). La COP15 tiene el desafiante propósito de negociar, consensuar, establecer y adoptar un nuevo marco mundial para la diversidad biológica posterior a 2020.
Este propósito llega después de que los países no cumplieran, como reportó el propio CBD, con ninguna de las metas de Aichi que se habían establecido para la década 2010-2020.
Tras ese fracaso, y aún con muchas diferencias de intereses, los países llegaron a Montreal con un borrador del texto de ese marco. Las 21 páginas de ese texo preliminar incluyen, por el momento, cuatro metas, 22 objetivos de acción y muchos corchetes, es decir, muchas cuestiones sobre las cuales los países aún no se han puesto de acuerdo.
«En junio teníamos un texto con 820 corchetes. En septiembre esa cantidad se redujo un 40%. Antes del inicio de la conferencia, volvió a aumentar. Hoy no puedo decir cuántos hay, pero sí puedo decir que los corchetes se están reduciendo día a día», dijo este lunes en conferencia de prensa Elizabeth Maruma Mrema, secretaria ejecutiva del CBD.
Marco Lambertini, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), viene alertando de que, en lugar de aumentar, la ambición del texto del marco global de la biodiversidad está disminuyendo y subrayó que “la ambición necesita regresar” para un resultado que esté a la altura de la crisis de pérdida de biodiversidad que hemos ocasionado.
3. ¿Cuáles son los temas a debate en la COP15 para ese nuevo marco?
Los 22 objetivos abarcan múltiples acciones desde cómo hacer uso de la tierra y el mar a mejorar el comercio de especies, desde reducir la contaminación a minimizar los impactos del cambio climático en la biodiversidad. Cada objetivo podría tener un marco para sí mismo. Todos tienen su complejidad e importancia. De hecho, frente al foco puesto particularmente en algunos, Maruma Mrema subraya ver la totalidad del marco a consensuar: «El marco es un paquete. Todos los temas están conectados. Todos los objetivos están conectados entre sí. Tenemos que mirar más allá de un objetivo en particular».
Comprendiendo al marco como un todo, los siguientes son algunos de los temas más críticos en las negociaciones:
- 30×30. Proteger y conservar al menos el 30% de la superficie terrestre y marítima para 2030. Éste es uno de los grandes objetivos del marco. Este es el objetivo número 3 que en el texto aparece, aún, entre múltiples corchetes.
“30×30 es la pieza esencial de esta negociación. El ministro canadiense (Steven Guilbeault) la equivalió al 1,5 del proceso climático. Al menos, tenemos que proteger 30% de la tierra y 30% del mar para responder a la pérdida de biodiversidad”, manifestó el científico y fundador de IPBES, el doctor Zakri Abdul Hamid, y subrayó: “30% es el mínimo. La ciencia dejó en claro que dónde y cómo protejamos esas áreas también es esencial”.
El objetivo del 30×30 implica definir una meta cuantitativa de protección que debe ir acompañada también por una definición ambiciosa en lo cualitativo. Es decir, el texto debe establecer las categorías de áreas que deberán ser protegidas bajo ese 30% y que debieran incluir los espacios de biodiversidad con más alta integridad. Por ejemplo, ecosistemas que son sumideros de carbono y/o que son lugares prístinos.
Para muchos países, poder alcanzar ese 30×30 dependerá de contar con los recursos económicos suficientes. - Financiamiento. Al igual que en las cumbres climáticas, el financiamiento es la clave transversal de toda la negociación en la COP de biodiversidad. Las diferencias entre el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo también se hacen sentir en este espacio. Los países en desarrollo exigen que el establecimiento del marco esté acompañado de definiciones concretas en materia de acelerar y asegurar la movilización de recursos para la biodiversidad. Algunos países desarrollados se niegan a que ello ocurra. Los países en desarrollo ya han expresado que, sin financiamiento, no habrá marco que sea posible de consensuarse.
Hay dos propuestas que los países en desarrollo realizaron en su reclamo. Una sería la creación de un nuevo fondo de financiamiento que destine recursos económicos exclusivamente a la biodiversidad. Otra sería la creación de un nuevo instrumento dentro de un mecanismo existente. Y para esta segunda opción se trataría de hacerlo dentro del GEF, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
La Unión Europea, de quien se espera la movilización de recursos, rechaza toda posibilidad respecto de la primera propuesta: «Negociar un nuevo fondo nos llevaría mucho más tiempo. El GEF implicó siete años de negociación para su creación. Ahora, el GEF se debe usar como la principal herramienta», dijo Virginijus Sinkevičius, comisario europeo de Medio Ambiente. «El GEF ha presentado a los países posibles reformas a su mecanismo que se podrían implementar», remató.
Sobre la variable de tiempos parece coincidir Lambertini: «La opción dentro del GEF será más rápida. Esto puede ser una enorme oportunidad para modificar y mejorar un mecanismo existente». Lo que muchos expertos remarcan es cualquiera sea la acción en financiamiento, el principal objetivo es que garantice que el dinero esté disponible tan rápido como sea posible y que, incluso, llegue directamente a las comunidades locales e indígenas.
Cuál de estas opciones terminará por imponerse es aún un misterio. Financiamiento sigue siendo EL tema protagónico de las negociaciones internacionales ambientales. - DSI. El digital sequence information o el acceso a código genético a través de bases digitales es uno de los temas menos conocidos, pero de los de mayor importancia y contienda en esta negociación. Las discusiones giran en torno a cómo distribuir los beneficios de los usos que se hacen, por ejemplo, de la sustancia natural generada por la secuencia genética de una planta que es aprovechada por sus propiedades y atributos para el desarrollo de un medicamento. Es un tema de alta complejidad y con distintos intereses en juego.
4. ¿Cuál es el estado actual de las negociaciones?
El último texto borrador del marco global para la biodiversidad es del 5 de diciembre. Y tiene muchos corchetes. El trabajo posterior hasta la fecha ha sido el de «limpiar» esos corchetes, el de lograr consenso entre las Partes (países) sobre los diferentes objetivos.
Con la llegada de los ministros, la presidencia china de la COP15 comunicó la conformación de consultas ministeriales para los tres temas más complejos de resolución, lideradas por pares de un ministro de un país en desarrollo y otro de un país desarrollado y realizadas bajo el formato cerrado de reuniones informales.
- Consulta ministerial sobre movilización de recursos, es decir, sobre financiamiento; liderada por Ruanda y Alemania.
- Consulta ministerial sobre DSI, liderada por Chile y Noruega.
- Consulta ministerial sobre los temas restantes del marco, liderada por Egipto y Canadá.
Mientras la atención global esté puesta en la final del mundial del fútbol, las partes deberán aprovechar el fin de semana para reducir las diferencias, encontrar los puntos en común y allanar el camino para que el lunes la COP15 termine con la adopción de un nuevo marco global para la biodiversidad, que sea lo suficientemente ambicioso.