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Los desastres climáticos han costado miles de millones de euros, muertes y desplazamientos en 2020

Los eventos climáticos más extremos de 2020 han supuesto un coste de 127.000 millones de euros, 3.500 muertes y más de 13,5 millones de desplazamientos.
Los desastres climáticos han costado miles de millones de euros, muertes y desplazamientos en 2020
Agricultores intentan espantar a un enjambre de langostas en Samburu, Kenia. Foto: Njeri Mwangi/REUTERS Foto: langostas

Los eventos climáticos más extremos ocurridos este año han causado enormes estragos en las personas: 3.500 han fallecido y más de 13,5 millones se vieron obligadas a desplazarse. Asimismo, las consecuencias del cambio climático también han tenido importantes consecuencias económicas: los diez mayores desastres climáticos han supuesto un coste de 155.000 millones de dólares (127.000 millones de euros), una cifra superior a la de 2019. Así lo recoge el informe anual que elabora Christian Aid, una ONG internacional con sede en Reino Unido.

La ONG ha identificado los 15 eventos climáticos más destructivos del año, y señala que nueve de ellos causaron daños por valor de al menos 4.000 millones de euros. Aun así, hay que tener en cuenta que la mayoría de estas estimaciones se basa solo en pérdidas aseguradas, lo que significa que es probable que los costes financieros reales sean más altos.

El informe se centra en los costes financieros, que generalmente son mayores en los países más ricos porque tienen propiedades más valiosas. Sin embargo, aunque las cifras sean menores, las consecuencias más graves se produjeron de nuevo en los países más empobrecidos, donde algunos eventos climáticos extremos fueron devastadores. Sudán del Sur, por ejemplo, experimentó una de las peores inundaciones registradas, que mató a 138 personas y destruyó las cosechas del año.

De la plaga de langostas a los incendios y huracanes récord: los desastres climáticos de este año

Los huracanes de Estados Unidos, América Central y Caribe, registrados entre mayo y noviembre y que causaron la muerte de más de 400 personas y más de 200.000 desplazamientos, fueron el episodio más destructivo del año, con un coste de más de 33.500 millones de euros.

Algunos de los desastres duraron varios días, como es el caso del ciclón Amphan, que azotó la Bahía de Bengala el pasado mayo y dejó 128 personas fallecidas, además de pérdidas valoradas en 10.600 millones de euros. Otros eventos se alargaron durante meses, como las inundaciones en China e India, que tuvieron un coste estimado de 26.000 millones y 8.100 millones, respectivamente. En ambos episodios perdieron la vida 2.345 personas.

Por regiones, la más afectada ha sido Asia, donde han tenido lugar seis de los diez eventos más costosos; cinco de ellos asociados con un monzón inusualmente lluvioso. En África, los enormes plagas de langostas devastaron cultivos y vegetación en varios países, causando daños estimados de unos 7.000 millones. El brote se ha relacionado con condiciones de humedad provocadas por lluvias inusuales impulsadas por el cambio climático.

Tampoco se libra Europa de las consecuencias del clima extremo. En 2020, el continente se ha visto afectado por dos ciclones extratropicales que han tenido un impacto económico combinado de casi 5.000 millones de euros y 30 muertes. Y en Estados Unidos, una temporada récord de huracanes y de incendios forestales fue responsable de 42 muertes, y se generaron pérdidas en daños de hasta 49.000 millones.

Tampoco hay que olvidar a países como Nicaragua, golpeada duramente por el huracán Iota, la tormenta más fuerte de la temporada de huracanes del Atlántico, y Filipinas, donde los tifones Goni y Vamco tocaron tierra casi consecutivamente.

Otra zona devastada por los incendios ha sido Siberia, que ha experimentado las consecuencias del calentamiento global. La ola de calor de la primera mitad del año hizo que se alcanzaran los 38 °C en la ciudad de Verkhoyansk. También mucho calor, sequía y, por tanto, incendios, los ocurridos en Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil -con el Amazonia como principal afectado-.

Dejar de lado los combustibles fósiles y aumentar la ambición climática

“La buena noticia es que, al igual que la vacuna para la COVID-19, sabemos cómo solucionar la crisis climática. Necesitamos mantener los combustibles fósiles bajo tierra, impulsar la inversión en energía limpia y ayudar a quienes sufren en la primera línea”, señala Kat Kramer, autora del informe y responsable del área de política climática de Christian Aid.

Desde esta organización británica resaltan, como se ha insistido durante todo este año, la necesidad de una acción climática urgente. En este sentido, y con el quinto aniversario del Acuerdo de París reciente, la ONG demanda que los países se comprometan con nuevos objetivos más ambiciosos antes de la próxima cumbre del clima, que tendrá lugar en Glasgow en noviembre de 2021.

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