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Este artículo fue publicado originalmente por ‘CRÍTIC’ en catalán. Puedes leer el original aquí.
El Gobierno de Pere Aragonès ha aprobado nuevas restricciones* que sitúan a gran parte de Catalunya en una fase de emergencia por sequía. Las limitaciones implican, por ejemplo, cerrar las duchas de los gimnasios y reducir aún más el consumo máximo por habitante. Pero, ¿qué ocurre con las empresas que tienen concesiones para extraer recursos hídricos con fines privados, sea para la industria, la ganadería, la agricultura o incluso para usos recreativos como los campos de golf o los complejos turísticos?
CRÍTIC ha tenido acceso a la documentación del Registro de Aguas de Catalunya sobre las concesiones vigentes de aprovechamiento de los recursos hídricos. Los datos hacen referencia a las cuencas internas, que gestiona la Agència Catalana de l’Aigua (ACA). Estos incluyen tan solo a los ríos que nacen y mueren en Catalunya, y también los acuíferos, embalses, depuradoras, desalinizadoras, pozos o fuentes, entre otros. Se trata de una hoja de cálculo con más de 30.000 entradas con todas las empresas, ciudadanos, administraciones y comunidades de usuarios que tienen autorización para extraer agua. Los datos han sido facilitados por la ACA a raíz de una pregunta parlamentaria del diputado la CUP Dani Cornellà.
En el ámbito de la extracción de agua para usos industriales, el ranking lo encabezan la metalúrgica Celsa (que tiene permiso para extraer 30 millones de metros cúbicos de agua anuales de los pozos que controla), la cervecera Damm y la química Plastiverd (la antigua La Seda, en el Prat de Llobregat). Entre las 10 primeras también figuran Aguas Industriales de Tarragona (que provee de agua las plantas de los polígonos petroquímicos tarraconenses) y Iberpotash, la empresa israelí que explota las minas de sal de Súria y de Sallent. Fuentes de la ACA explican a CRÍTIC que, con la entrada en la fase de emergencia, los usos industriales se ven reducidos en un 25%. El consejero de Acción Climática, David Mascort, explicó que la nueva fase de emergencia implica también una moratoria a nuevas actividades económicas intensivas en agua.
Respecto a la extracción para usos recreativos, en la lista destacan el Camping El Delfín Verde, en Torroella de Montgrí, que tiene autorización para extraer hasta 4,4 millones de metros cúbicos de agua al año, pero también Port Aventura y su complejo hotelero, campos de golf, estaciones de esquí o el Barça. En fase de emergencia, los usos recreativos también tienen una limitación del 25%. En cambio, el riego agrícola se ve limitado en un 80%: se puede autorizar solo el riego de supervivencia de cultivos leñosos.
La ACA y las grandes empresas se niegan a hacer público el consumo efectivo
El listado al cual ha tenido acceso CRÍTIC no incluye el dato sobre el consumo efectivo de agua de cada empresa, sino el volumen que tiene derecho a extraer en metros cúbicos. Desde hace más de un año, este medio está inmerso en un proceso para acceder a la lista de los grandes consumidores de agua privados, mediante una petición de derecho de acceso a la información pública. Hasta ahora, la ACA se ha negado a facilitar la información, argumentando que los datos tienen un carácter tributario, puesto que el consumo de agua está asociado al pago de un canon y la Ley de Transparencia restringe la difusión de datos fiscales. El caso está en manos de la Comisión de Garantía del Derecho de Acceso a la Información Pública (GAIP). Las principales empresas consumidoras también se niegan a hacer públicos los datos.
La ACA autoriza los usos privados del agua a través de un permiso administrativo que queda inscrito al Registro de aguas. Con esta autorización, la Agencia establece el volumen total que cada usuario puede captar de un pozo, de una fuente, de un acuífero, de una presa o de cualquier otro recurso hídrico, incluyendo desalinizadoras o depuradoras. Las cantidades de agua, según la ACA, vienen determinadas “por unas dotaciones previamente establecidas, en función de cada tipo de uso y las superficies a regar o el número de cabezas de cada tipo de ganado declarados”.
Según los datos del Registro de aguas, el volumen de concesión más elevado, más allá del que va destinado al abastecimiento de las redes de agua potable, hace referencia a los usos agrícolas. En total, los aprovechamientos vigentes permiten extraer hasta 366 millones de metros cúbicos destinados a la agricultura. Según fuentes de la ACA, esto incluye el riego de cultivos y, en menor medida, el uso de productos fitosanitarios (plaguicidas) o la aspersión antiheladas. En este caso, la mayor parte de las concesiones no son a empresas, sino a ciudadanos (36%) o a comunidades de usuarios (34%).
A continuación está la industria (con un volumen concedido de 307 millones de metros cúbicos anuales), la producción hidroeléctrica (102), el uso doméstico (94), el uso recreativo (63), la ganadería (42) y el riego público (19). Según la ACA, el uso recreativo incluye “el riego de césped en campos deportivos, la producción de nieve en instalaciones de esquí o el uso de agua en parques acuáticos”. En cuanto al uso doméstico, incluye el agua que va destinada al consumo humano u “otros usos propios de las viviendas”, sobre todo extraída de pozos. Pero también puede incluir “riego de pequeños jardines o piscinas, si son particulares”. Hay que tener en cuenta que no todo son empresas: hay ciudadanos que tienen concesiones para usos industriales, recreativos o incluso hidroeléctricos.
Captación para usos industriales: Celsa y Damm lideran la clasificación
El agua explotada para usos industriales va destinada a actividades vinculadas a este ámbito: la denominada agua de proceso (que puede ser empleada en procesos de fabricación de un producto) y también la limpieza de las instalaciones, los sistemas contraincendios, de geotermia industrial… En cambio, no incluye agua para usos asimilables a los domésticos, como la que se usa en los lavabos o en los sanitarios. En total, las autorizaciones de la ACA para captación de uso industrial se elevan hasta 307 millones de metros cúbicos, la mayor parte en manos de empresas.
El ranking lo encabeza la empresa metalúrgica Celsa, con sede en Castellbisbal, que tiene autorización para explotar 12 pozos, de los cuales podría llegar a extraer en total 30 millones de metros cúbicos anuales. Celsa, que fue fundada en los años sesenta por la familia Rubiralta, era hasta el pasado noviembre la empresa más grande de Catalunya en manos de un grupo familiar. En la actualidad, ha quedado bajo la batuta de bancos como Deutsche Bank y fondos de inversión como SPV Global, Sculptor Investment o Anchorage Capital.
La segunda empresa con más volumen de extracción de agua concedida para usos privados es la cervecera Damm. Dispone de cuatro pozos ubicados en el Prat de Llobregat, donde se encuentra la fábrica del grupo, a través de los cuales puede llegar a extraer hasta 26 millones de metros cúbicos anuales. La tercera empresa es Plastiverd, nombre bajo el cual opera el antiguo holding químico y textil de La Seda, en el Prat de Llobregat (21 millones a través de 5 pozos). La siguiente es la papelera de Castellbisbal Barcelona Cartonboard, en la actualidad bajo control del grupo italiano Reno da Menzi (RDM): 16 millones de metros cúbicos en nueve pozos y un bombeo en el Llobregat.
Entre las 10 primeras empresas figura también Aguas Industriales de Tarragona (13,2 millones autorizados), la empresa que provee de agua a los grupos petroquímicos de los polígonos del Camp de Tarragona. En este caso, extrae los recursos de las depuradoras de Tarragona y de Vila-seca. La sexta empresa del ranking es la israelí ICL Iberpotash, que explota las minas de sal de Súria y de Sallent, y que tiene autorización para captar 12,8 millones de metros cúbicos de un pozo, de una mina, de las depuradoras de Sallent y de Manresa y de dos puntos del río Cardener. La actuación de Iberpotash ha sido muy polémica en el Bages: Aigua és Vida ha denunciado que la empresa “contamina nuestros ríos” y, además, “niega el agua en la población Palestina”.
Usos recreativos: El Delfín Verde, Port Aventura y clubs de golf
En el ámbito recreativo, las administraciones, empresas y los ciudadanos con concesiones de aprovechamiento de recursos hídricos en las cuencas internas del país tienen autorizado un volumen de captación que equivale a 63,5 millones de metros cúbicos de agua. En cuanto a las sociedades, lidera este ranking el camping El Delfín Verde, que aparece 22 veces en la lista que ha obtenido CRÍTIC y que extrae un total de 4,4 millones de metros cúbicos de agua para usos recreativos de los pozos de la empresa Isla Roja, SL, y también de los de un ciudadano: Miguel Vilaplana Soler.
Vilaplana, fundador del Delfín Verde, actualmente tiene cargos en cinco sociedades, entre ellas Iniciativas Turísticas, SA, que gestiona el complejo turístico de Torroella de Montgrí. Tiene una concesión que le permite la explotación de 2,2 millones de metros cúbicos de agua y, según los datos del ACA, dispone de pozos de los cuales obtiene el recurso para piscinas, el bar, las plantas de agua, los sanitarios y las cabañas de madera. Por su parte, la sociedad Isla Roja también provee de agua el camping El Delfín Verde por medio de la explotación de 2,2 millones de metros cúbicos. Este camping es la instalación de estas características con más extensión de todo el Estado español: dispone de 800 bungalows, de 1.800 parcelas y de un parque acuático.
El segundo mayor beneficiado por esta concesión es el parque de atracciones Port Aventura, propiedad de CaixaBank, que puede explotar hasta 3,2 millones de metros cúbicos de agua. Por detrás, hay unos treinta campos de golf que pueden extraer agua para usos recreativos. Destacan el Club de Golf de Pals, que puede explotar hasta 1,9 millones de metros cúbicos de agua para regar sus campos; el Club de Golf Terramar, que tiene autorizado un volumen de explotación de 1,8 metros cúbicos, o el Real Club de Golf El Prat de Terrassa, con una concesión para extraer hasta 672.000 metros cúbicos de agua. Las empresas que se dedican a esta actividad pueden llegar a explotar, en total, unos 10 millones de metros cúbicos de agua.
En la lista de empresas que tienen concesiones para explotar este recurso para usos recreativos también constan el Futbol Club Barcelona, el Casino Castillo de Peralada o el Real Club de Polo de Barcelona.
Riego agrícola: la concesión de triple uso del empresario cárnico Josep Ramisa
Los datos sobre usos diferencian entre uso “agrícola” y “riego agrícola”, si bien desde el ACA explican que los dos usos son muy similares. La sociedad que tiene concedido un mayor volumen de extracción es Casa Nova de Sallent, SL, una empresa con sede social en Vic que tiene permiso para explotar 10 pozos en Castelló d'Empúries, en el Alt Empordà, con un volumen total de extracción permitido de 15,4 millones de metros cúbicos.
Según consta al registro mercantil, el administrador de la sociedad es Josep Ramisa Salada, un empresario del sector cárnico con presencia en el consejo de administración de 29 sociedades. Los pozos tienen concesión para tres usos diferentes: riego agrícola, recreativo y doméstico. Sin embargo, el objeto social de Casa Nova de Sallent es “el otorgamiento de préstamos y gestión de servicios a filiales”. Ramisa es un empresario histórico del sector cárnico. El 2015 fue condenado por vertido ilegal de purines en Oristà. Según publicó El Punt Avui, Ramisa pactó con la Fiscalía una reducción de la pena a cambio de reconocerse culpable de los hechos. En el año 2017, el digital Setembre explicaba que Ramisa había sido denunciado por supuestas amenazas y coacciones por la Coordinadora Obrera Sindical (COS).
Entre las sociedades con más derechos de captación se encuentra Fortianell, SA, propiedad de la familia Rahola-Estrada y que gestiona la granja escuela y la explotación de Mas Fortianell, en Fortià; Gurisat, SL, que se dedica a la explotación de ganado vacuno para la producción de leche y que tiene permiso para aprovechar 1,8 millones de metros cúbicos de agua a través de 14 pozos en Mas Gurí para usos agrícolas y ganaderos, o Balade, SL, propietaria del resort de Pals Mas Gelabert, con permiso para extraer 2,9 millones de metros cúbicos para uso agrícola, y que también tiene autorización para extraer 630.000 metros cúbicos en usos recreativos.
Usos ganaderos: inmobiliarias con concesiones de agua
La documentación que ha obtenido CRÍTIC también incluye las concesiones para explotar agua para usos ganaderos. El volumen total que pueden extraer asciende hasta los 42 millones de metros cúbicos, de los cuales 13 millones son concesiones a sociedades. Quien lidera la clasificación es Gurisat, SL, que ya aparece en la lista de concesiones de uso agrícola porque puede usar agua para los dos usos.
En segundo lugar se sitúa la compañía Desarrollo Inmobiliario Agrícola, SA, a pesar de que no se dedica propiamente a la actividad ganadera. Su objeto social es “la adquisición, venta, alquiler, permuta o cesión de bienes inmobiliarios”, así como “la construcción de todo tipo de edificaciones para su alquiler o venta”. Según la documentación, la empresa tiene una concesión de aprovechamientos de recursos hídricos de 856.000 metros cúbicos.
Un caso similar, también en lo alto del ranking, es el de Felip Garcia Associats. Esta sociedad, la cuarta con una mayor concesión, se dedica a la gestión inmobiliaria, la compraventa y la intermediación en operaciones de bienes inmobiliarios. El Registro también incluye la cooperativa La Fageda (147.000 m³), Casa Tarradellas (105.268 m³) o la Fundació Especial Antiga Caixa Manlleu (26.658 m³).
¿Qué pasa con el sector turístico?
En el portal de la sequía de la Generalitat se especifican las medidas que el Govern aplica en el escenario de emergencia. Respecto al uso doméstico, en la fase 1 se prevé un consumo máximo de 200 litros por persona y día. En la fase 2, la dotación es de 180 litros por persona y día, y en la tercera fase, es de un máximo de 160 litros por persona y día. En cuanto a los usos en la extracción, se han añadido otras restricciones como la supresión del riego agrícola en un 80%, una reducción del 50% del agua para usos ganaderos y una disminución del 25% de los consumos de agua para usos industriales y recreativos.
Para el diputado de la CUP Dani Cornellà no es coherente que se apliquen medidas tan diferentes de un sector a otro, ni que el turismo no esté considerado como un sector en sí mismo. Según explica, esta actividad no se integra solo dentro de la extracción de agua para usos recreativos, sino también, y sobre todo, en el ámbito de los usos domésticos. “De este modo, no se contemplan diferentes fases con limitaciones para el turismo, como pasa con el sector industrial, agrícola, o ganadero, sino que se le aplican las mismas medidas que aquellos que hacen un uso doméstico del agua”, resalta Cornellà. En otras palabras, esto quiere decir que sufre las mismas restricciones que un ciudadano.
El diputado explica que, teniendo en cuenta las diferentes instalaciones, el puerto de Barcelona o el aeropuerto, el sector turístico “es un gran consumidor en su totalidad”. Aun así, dice, “prácticamente tiene barra libre”. Por este motivo, considera que con las restricciones previstas “el Govern está dispuesto a sacrificar el poco sector agroganadero que queda y, en cambio, se niega a aplicar medidas excepcionales para el turismo, ni siquiera durante el tiempo que dure la situación de sequía en fase de emergencia”, sentencia.
* La fase 1 de emergencia por sequía entró en vigor en el sistema Ter-Llobregat el 2 de febrero de 2024, al ser en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC).
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