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Vía The Guardian
La activista medioambiental Greta Thunberg partió desde el puerto de Plymouth, Reino Unido, el pasado 14 de agosto. Lo hizo abordo del yate Malizia II junto a su padre, Svante Thunberg; el director de cine Nathan Grossman; y Pierre Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco. Su llegada a la ciudad de Nueva York se produjo en la tarde de este miércoles tras dos semanas navegando. Allí fue recibida por cientos de personas, además de una flota de 17 barcos de Naciones Unidas que representan los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU quiere ver cumplidos para 2030.
Esta decisión de usar un velero propulsado por viento y energía autogenerada y no un avión es uno de los principios medioambientales de Greta Thunberg, quien renunció a volver a volar debido a las altas emisiones que generan los aviones en cada vuelo.
Nada más bajarse del barco, la joven se subió a un escenario para agradecer el recibimiento, donde mandó un claro mensaje: «No esperemos más. Hagámoslo ahora». Tampoco se hicieron esperar las alusiones al actual presidente de los Estados Unidos. A la pregunta de qué mensaje tenía para Donald Trump -firme negacionista del cambio climático-, Thunberg respondió: «Le pido que escuche a la ciencia, porque obviamente no lo hace. Si nadie ha podido convencerle todavía, no voy a poder hacerlo yo ahora. Así que me centraré en convencer a la gente”.
Tras dos semanas de travesía por el Atlántico a bordo de un velero, la activista sueca @GretaThunberg ha llegado este miércoles a la ciudad de Nueva York. Este es el mensaje que ha mandado a Donald Trump https://t.co/V5EHxRCzL0 pic.twitter.com/6dqJ64F4KB
— Climática (@LMClimatica) August 29, 2019
Lo que le espera en los próximos meses
El primer gran evento de Thunberg en la ciudad será la gran huelga por el clima del 27 de septiembre, convocada a nivel mundial. Tres días después, asistirá a la Cumbre por la Acción Climática, organizada por el secretario general de la ONU, António Guterres.
Tras haber decidido tomarse un año escolar sabático, Nueva York no será su único destino. La activista sueca afrontará en los próximos meses una ruta, mediante trenes y autobuses, por Canadá, México y, finalmente, Chile, donde en diciembre asistirá a la COP25 (Conferencia de las Partes de la ONU), dedicada a la emergencia climática.
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