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Carbón: el mayor peligro para el clima

El carbón es el combustible fósil que más contribuye al calentamiento global. Aunque apenas representan el 2% de la generación eléctrica, en España continúan operativas cinco centrales térmicas.
Carbón: el mayor peligro para el clima
La central térmica de Aboño, en Asturias, es una de las cinco que aún siguen activas en España. Foto: Rodelar

Este artículo forma parte del especial ‘Hacia la transición energética.

A finales del siglo XVIII, la máquina de vapor dio origen a la Revolución Industrial y el carbón se convirtió en el principal protagonista de la misma. Más de 200 años después, el carbón sigue teniendo mucha importancia en la generación de energía: el 40% de la electricidad mundial se genera con este combustible fósil. Además, en 2021 se ha recuperado la generación con carbón debido a la subida de los precios del gas en Estados Unidos y Europa y el aumento de la actividad económica en China.

Este hidrocarburo es, sin duda, el peor y más sucio de los combustibles fósiles. Supone en torno al 45% de las emisiones global, seguido del petróleo con un 32%, y el gas fósil, con cerca de un 23%. Aunque países como Canadá, España, Portugal, Finlandia, Suiza, Italia, Grecia, Dinamarca, Eslovaquia, Nueva Zelanda o Costa Rica se comprometan a dejar de usar carbón antes de 2030, a nivel mundial, como ocurrió en la Cumbre del Clima de Glasgow de 2021 (COP26), no hay un compromiso claro por hacerlo. 

Que todavía no se haya abandonado -al menos en los países donde antes llegó la Revolución Industrial- el primer combustible fósil usado a gran escala, es una de las dificultades (o, directamente, incapacidad) que tienen los países para afrontar la transición energética y descarbonizar sus economías. 

Hace 30 años, la generación eléctrica en España era a base de carbón: representaba el 30%. Pero ha bajado sustancialmente: en 2021, apenas era del 2%. Para 2030, según lo previsto, ya se habrá dejado atrás esta fuente de energía hipercontaminante. A principios de la década de 2010, había 21 centrales térmicas de carbón, y actualmente solo quedan cinco activas: dos en Asturias (EDP), una en Andalucía (Viesgo-EDP), una en Galicia (Endesa) y otra en las islas Baleares (Endesa). 

La central gallega de As Pontes fue la empresa más contaminante de España en 2018 y la 17ª de Europa. Aunque se está preparando su cierre, en 2021 se reactivó debido a los altos precios del gas.

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COMENTARIOS

  1. Aunque no el único peligro.

    Preocupación internacional por Doñana
    BirdLife reúne en Doñana a expertos de 12 países.
    15 miembros de la coalición internacional de conservación de la naturaleza se reúnen del 3 al 5 de mayo en El Rocío (Huelva) para acordar acciones conjuntas en relación a la regulación en la UE de los delitos contra el medio ambiente, la protección y restauración de espacios protegidos y de las especies migratorias o el uso de munición con plomo.
    La situación del Parque Nacional de Doñana, amenazado por la extracción ilegal de agua y la extensión de los cultivos de frutos rojos, será también objeto de análisis por parte de los expertos.
    La reciente ampliación de unas 1.600 hectáreas de regadío ilegales para el cultivo de frutos rojos en el Parque Nacional, junto con otros impactos que se vienen registrando en los últimos años, pone en peligro directo a especies migratorias de interés internacional que utilizan el humedal para reproducirse, para descansar en su migración o durante su invernada.
    Doñana está integrada, desde hace más de dos décadas, en el Registro de Montreux, que incluye aquellos humedales que, debido a sus amenazas, podrían perder los valores por los que fueron considerados de importancia internacional. La inclusión en este listado es la primera fase para una potencial expulsión del humedal del convenio de Ramsar. 
    Los expertos reunidos podrán conocer in situ el plan de aumentar la superficie regable del entorno de Doñana y otras cuestiones que afectan a este lugar catalogado como Patrimonio Mundial de la Humanidad, como el dragado del Guadalquivir, el almacenamiento de gas en el subsuelo y la reapertura de la mina de Aznalcóllar. Además, se acordarán medidas para reclamar la protección de este singular espacio protegido donde se concentra una biodiversidad única en Europa.

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