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A las puertas de la COP27, la realidad: la financiación climática es hasta diez veces inferior a la necesaria

El nuevo informe sobre la brecha de adaptación, elaborado por ONU Medio Ambiente, señala que será necesaria una inversión de hasta 340.000 millones de dólares al año hasta 2030 para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse los impactos del cambio climático.
A las puertas de la COP27, la realidad: la financiación climática es hasta diez veces inferior a la necesaria
Un agente de policía ayuda a un grupo de personas a cruzar un río desbordado. Foto: Antara Foto/Arif Firmansyah/ via REUTERS

«Para convertir los planes de adaptación en acción necesitamos financiación. Y esta financiación no está llegando«. Estas palabras son de Inger Andersen, la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que alertaba este jueves de que los esfuerzos de planificación, financiación y ejecución no están a la altura de los crecientes riesgos.

En concreto, los flujos de financiación internacional para la adaptación de los países en desarrollo son entre cinco y diez veces inferiores a lo necesario para afrontar una brecha cada vez mayor. Así lo asegura el nuevo Informe sobre la brecha de adaptación del organismo, que complementa a los ya publicados la semana pasada por el mismo PNUMA y ONU Cambio Climático. Estos, a su vez, alertaban de que las políticas actuales nos llevan a un calentamiento de 2,8 ºC para finales de siglo si no se actúa cuanto antes, y que los objetivos prometidos desde el Acuerdo de París son demasiado inciertos para la emergencia climática a la que nos enfrentamos.

«Las necesidades de adaptación en el mundo en desarrollo se dispararán hasta 340.000 millones de dólares al año de aquí a 2030. Sin embargo, el apoyo a la adaptación menos de una décima parte de esa cantidad. Las personas y comunidades más comunidades más vulnerables están pagando el precio. Esto es inaceptable», ha afirmado el Secretario General de la ONU, António Guterres, tras la publicación del informe. Esa cantidad asciende a entre 315 y 565 millones de dólares para el 2050.

La inacción se prolonga en un contexto en que los fenómenos climáticos extremos cada vez son más comunes en todo el mundo. Unos impactos que se están produciendo a solo un 1,1 ºC por encima de las temperaturas preindustriales y que son una muestra de lo que está por venir si el calentamiento global sigue aumentando. El Informe sobre las brecha de emisiones del PNUMA así lo predice: llegará a entre los 2,4 y los 2,6 ºC para finales de siglo, aunque las políticas actuales pueden llevarla hasta los 2,8.

Las acciones realizadas hasta el momento se concentran en la agricultura, el agua, los ecosistemas y los sectores transversales y abordan, principalmente, la sequía, las inundaciones y la variabilidad de las precipitaciones, que son los episodios climáticos más comunes. Esta es una señal de que los planes van en la dirección correcta. Es más, el informe elogia que más de ocho de cada diez países ya cuenten con al menos un instrumento nacional de adaptación, y que cada vez son mejores y más inclusivos en cuanto a género y/o grupos históricamente desfavorecidos, como los pueblos indígenas.

La publicación destaca algunas soluciones climáticas que pueden reducir eficazmente el riesgo planetario y que contribuyen a la mitigación. Estas son, claramente, las basadas en la naturaleza, como la restauración de marismas, la protección de turberas y la plantación y conservación de manglares. Tener en cuenta acciones como estas «aumenta las posibilidades de obtener beneficios conjuntos y limita las posibles contrapartidas, como que la energía hidroeléctrica reduzca la seguridad alimentaria o el riego aumente el consumo de energía», explica PNUMA.

En comparación con años anteriores, los flujos internacionales de financiación alcanzaron los 29.000 millones de dólares en 2020, lo que supone un aumento del 4% respecto a 2019. La acción va a más, pero sigue teniendo trabas. Estas se discutirán en la COP27 que comienza el domingo 6 de noviembre, un evento que «debe proporcionar una hoja de ruta clara y con plazos definidos para cerrar la brecha financiera para hacer frente a las pérdidas y los daños», asegura Guterres. Porque «es hora de una revisión de la adaptación al clima que deje de lado las excusas y coja la caja de herramientas para solucionar los problemas».

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COMENTARIOS

  1. Ay, que poco comprensivos somos los criados del gringo que no entendemos que en estos momentos lo que toca es defender los intereses del amo y por tanto hay que invertir en el ministerio de defensa que defiende sus intereses. Y más en estos momentos que el pobre angelito, junto con el ejército nazi de Ucrania, están defendiendo la democracia del capital en ese país. Por éso es justo que hayan ilegalizado a todos los partidos de izquierdas después de quemar vivos a decenas de sindicalistas en el Donbass y causar desde 2014 más de 14.000 muertos civiles que, lógicamente no nos informaron de ello para ahorrarnos el sufrimiento, es que son tan humanos….

  2. Que daría yo por ver desbordados como el río de la foto el río y los barrancos de la zona de mi pueblo que hace años que se secaron…..

    Pedimos que se revierta la desecación de las salinas de Cabo de Gata y aprobar su plan de gestión.
    La obstrucción del canal, que impide la llegada de agua de mar, es un problema que hay que solucionar cuanto antes. Cada día sin agua, retrasa el tiempo necesario para restaurar la funcionalidad ecológica de las salinas y el regreso de las aves.
    Este humedal emblemático del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, reconocido internacionalmente por el Convenio de Ramsar, tienen una enorme importancia para la supervivencia de miles de aves migratorias.
    Sin una política del agua a la altura, no habrá futuro para Andalucía
    Doñana en peligro de extinción, las salinas de Cabo de Gata desecadas, los ríos de Sierra Nevada amenazados, las lagunas de Jaén colmatadas por procesos erosivos…En definitiva, los humedales andaluces se encuentran en una alarmante situación. Por ello, desde SEO/BirdLife instamos a la Junta de Andalucía a que aborde el futuro de la agricultura y la conservación del patrimonio natural andaluz desde una visión integrada que haga compatible la rentabilidad agraria y la conservación, partiendo de la planificación sostenible de los regadíos. “Es crucial que la Junta tome conciencia de la importancia de una gestión integral del agua, de su importancia ecológica a la hora de llegar a acuerdos con los sectores económicos que presionan para conseguir un agua cada vez más escasa. Sabemos que es difícil cuando sectores enteros dependen de esa agua, pero creo que, tener en cuenta la sostenibilidad más allá de los problemas coyunturales es un aspecto esencial de la verdadera política. Ante la nueva realidad climática, con un recurso hídrico cada vez más escaso y el peaje de décadas de políticas hidráulicas desacertadas, el agua debe ser un eje central de la gestión gubernativa. Sin una política del agua a la altura, no habrá futuro para Andalucía”, apunta José Eugenio Gutiérrez, delegado de SEO/BirdLife en Andalucía.

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