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Glen Peters: «El gas nos acecha y si no tenemos cuidado podría convertirse en un auténtico problema»

El director de investigación en el centro noruego CICERO y autor del 'Presupuesto Global de Carbono' habla con Climática de economía, transición y el papel de la ciencia.
Glen Peters: «El gas nos acecha y si no tenemos cuidado podría convertirse en un auténtico problema»
Glen Peters, director de investigación del centro CICERO de Oslo. Foto: Santiago Sáez Foto: glenpeters-2

El 4 de diciembre se publicó el Presupuesto Global de Carbono. Este estudio anual es uno de los documentos más respetados e influyentes del mundo sobre emisiones de gases de efecto invernadero. Este año, como los tres últimos, esas emisiones volvieron a crecer, aunque a un ritmo menor que en 2018 y 2017. Glen Peters, director de investigación en el centro noruego CICERO, es uno de sus autores principales, y también uno de los más veteranos. Peters habló con Climática durante la COP 25 de Madrid, y valoró el papel de la ciencia y la economía en la lucha contra el cambio climático.

Este año las emisiones de origen fósil han crecido un 0,6% con respecto al año pasado. Supone un incremento, aunque algo menor que el de los últimos dos años. ¿Son buenas o malas noticias?

Creo que es la zona que llamamos de “Ricitos de Oro”. Como en el cuento, no está ni demasiado caliente ni demasiado frío. Eso no significa, en este caso, que sea un buen dato. Es cierto que no es un gran titular en el sentido de un aumento espectacular de las emisiones, que sería muy malo. Pero tampoco estamos progresando, como lo estaríamos si las emisiones se redujeran. 

Es, de hecho, un crecimiento ajustado a la media. Las emisiones siguen fieles a su tendencia histórica. Y si esa tendencia continúa durante los próximos años, iremos en la dirección que no debemos.

Es una región intermedia, pero no es suficiente.

Ni de lejos. Desde la firma del Acuerdo de París en 2015, las emisiones han crecido un 4%. No hay absolutamente ninguna excusa para no estar pendientes. Antes tampoco, pero ahora más, porque todos los países están en el Acuerdo. Y aun así, las emisiones han seguido creciendo desde entonces. 

Los compromisos actuales de recorte de emisiones tampoco son suficientes, porque suponen un aumento de las emisiones en los próximos diez años y después de 2030. Y para ser consistentes con el objetivo de contener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC [sobre niveles preindustriales] tenemos que reducirlas un 50% en la próxima década. Para cumplir el objetivo de 2 ºC, sería un 25% en el mismo periodo. Ambos son objetivos extremadamente ambiciosos, pero las emisiones siguen creciendo. Estamos, definitivamente, en el camino equivocado.

Algo que llama la atención del informe es que las emisiones crecen sobre todo en China e India, pero menos de lo esperado por la desaceleración económica en esos países. Vimos algo parecido hace unos años, durante la Gran Recesión. Entonces, ¿son China e India las que impulsan las emisiones o lo es el crecimiento económico?

En un principio, el crecimiento económico supone un crecimiento de las emisiones. Tenemos políticas ambientales y climáticas para conseguir que se use menos energía y se emita menos carbono por unidad económica a lo largo de un periodo de tiempo. Eso es bueno, pero a menos que esas mejoras superen el crecimiento económico, las emisiones seguirán aumentando.

Este año, el crecimiento económico ha sido algo más débil, del 3% a nivel global. En 2018 fue del 3,6%. Así que solo con eso ya esperábamos que el crecimiento de emisiones hubiera sido más bajo.

Pero eso no significa que tengamos que decrecer para llegar a las reducciones que necesitamos, del 50% en una década. Si construimos infraestructura, turbinas eólicas, paneles solares y vehículos eléctricos, eso crearía miles de puestos de trabajo. La transición va a traernos más empleo, y eso es crecimiento. Lo que pasa es que nunca hemos intentado reducir las emisiones, así que no sabemos qué impactos puede tener en la economía.

Otro de los puntos interesantes del informe es el papel del gas. El uso de carbón se ha estabilizado a nivel global, incluso entrando en declive en muchas regiones del mundo. No obstante, el gas está haciendo inútiles muchas de esas buenas noticias. ¿Cuál es el papel del gas en esta transición de la que habla?

El gas nos ha sorprendido. Hemos tenido, como dices, buenas noticias en cuanto al carbón, pero en muchas ocasiones, este combustibles ha sido sustituido por gas. Especialmente en Estados Unidos, pero también en otros países. El gas está creciendo de forma muy potente, al 2,5%. 

No es un número enorme, pero es la fuente de energía que más crece, tanto entre los combustibles fósiles como en términos absolutos. Tengo la sensación de que el gas nos acecha, y si no hacemos algo ya, si no tenemos cuidado con lo que está ocurriendo con el gas, podría despegar de verdad y convertirse en un auténtico problema. Si nos preocupa de verdad, deberíamos echar el freno ahora mismo mientras todavía podemos.

He seguido su cuenta de Twitter, en la que es muy activo, desde hace años, y recientemente he notado un cierto cambio de tono. Particularmente el otro día, tras la publicación del informe sobre puntos de inflexión. ¿Empieza a frustrarle que con tanta información como tenemos, las emisiones sigan creciendo?

Creo que estos últimos años hemos visto un cambio de tono en la conversación. Tienes a grupos como Extinction Rebellion o los jóvenes de Fridays for Future, que presionan mucho más que antes. Y también nos presionan a nosotros, las personas que nos dedicamos a la ciencia. Quieren que los científicos hablemos de los extremos, puntos de inflexión, etc.

El problema es que, en muchos casos, no sabemos cuándo alcanzaremos estos puntos de inflexión, ni lo relevantes que pueden llegar a ser. Algunos se miden en escalas de miles de años. Y sí, son importantes, y sí, están ahí fuera, pero quizás no debamos distraernos demasiado. Sobre todo, no debemos caer en la narrativa de “ya hemos cruzado los puntos de inflexión, ya no hay nada que hacer, ¿por qué hacer nada?”.

Hay que mantener viva la esperanza. Tenemos que seguir agrupados tras la ciencia, que sí, es deprimente, pero quizás no tan deprimente como algunas personas quieren retratarla. Hay muchas oportunidades, muchos trabajos que podemos crear, mucho beneficio que podemos obtener construyendo tecnologías limpias.

Pero eso también implica problemas de materiales, de procesos industriales, de implantación…

Sí. Pero en cualquier dirección en la que vayamos, siempre nos vamos a encontrar ventajas y desventajas. No vamos a encontrar ninguna solución que no implique problemas, así que tendremos que aceptar concesiones. Esas concesiones son la clave.

En este momento creo que valoramos la concesión del cambio climático como algo muy significativo, así que quizás tengamos que aceptar otras. ¿Aceptamos los impactos de la minería de tierras raras o los del cambio climático? Quizás es una concesión que podamos hacer. Son temas muy difíciles, pero son los temas de los que hay que hablar.

¿Es para eso que estamos aquí en la COP? ¿Para buscar esas “concesiones aceptables”?

Exacto. Algún día las encontraremos.

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COMENTARIOS

  1. Yo si que creo necesario el decrecimiento material, pero acompañado de la justicia económica para lxs más desfavorecidxs, tan necesario como el crecimiento integral de la persona.
    Yo me pregunto si todos estos movimientos que han surgido en protesta por el cambio climático se limitan sólo a protestar.
    Me quita la esperanza ver estos días, hogares, aldeas, pueblos, ciudades, continentes, inundados de luces navideñas, aunque sean de bajo consumo. ¿Ni siquiera podemos prescindir de estos adornos? ¿Qué se puede esperar de una sociedad tan vana, sin voluntad, sin sensatez?
    Si sólo nos limitamos a protestar, a lo sumo nos dejarán protestar sin hacernos mucho caso. Deberíamos pasar a la acción exigiendo a los gobiernos que éstos gastos, ya que son en honor del nacimiento de dios, que mejor que invertirlos en proyectos de desarrollo en países empobrecidos para ayudar a aquella gente a la que no queremos acoger aquí. Es que muchxs nos limitarnos sólo a gritar y luego ni siquiera somos coherentes.

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