Serrat se despide de México lanzando una alerta climática

Joan Manuel Serrat dio anoche, a sus 78 años, el primero de sus dos conciertos de despedida en Ciudad de México. La actuación forma parte de la gira El vicio de cantar, 1965-2022, con la que dice adiós a los escenarios. El cantautor catalán actuó ante 10.000 personas en el Auditorio Nacional y desgranó una veintena de sus grandes éxitos. Entre canción y canción, en sus habituales apartes, habló de su vida, de su obra y de su relación con México. Y, como hizo en el recital del mes pasado en Nueva York, también de cambio climático.

«Es muy doloroso ver la porquería de mundo que le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos. Tenemos tendencia a pensar que estamos a tiempo, pero, sinceramente, nadie tiene prisa en afrontar esto», dijo para presentar uno de sus grandes temas en catalán: Pare. La canción es un emotivo lamento por el deterioro del medioambiente que empezaba con las estrofas «Padre, dígame qué le han hecho al río, que ya no canta». La grabó en 1973 (el mismo año en el que escapó del régimen franquista para refugiarse, precisamente, en México) y, según contó al público, ya entonces pensó que se quedaría anticuada, que el ser humano recapacitaría y pararía su guerra contra la naturaleza. No ha sido así.

«La casa común es la tierra y cada día hay más agravios contra ella», continuó diciendo Serrat, quien siempre ha mostrado en su obra una sensibilidad especial hacia el conservacionismo. Sobre esto, justamente, ironizaba en una canción de 1984, Plany al mar, otro de sus himnos ecologistas: «¿Dónde están los sabios y los poderosos que se llaman (¡ay, quién lo diría!) conservadores?».

«Detrás de esta expresión de ‘cambio climático’, a la que han hecho que nos acostumbremos como un mal menor, se esconde una terrible realidad que está a la vuelta de la esquina», advertía anoche a su público mexicano. «Yo, antes de despedirme, deseo de todo corazón que si nos volvemos a encontrar, la palabra mañana sea un sinónimo de vida», añadió. El músico está lanzando esta alerta en cada uno de sus conciertos de despedida. Pero no es algo nuevo. Lleva décadas haciéndolo. En una actuación en directo en los años ochenta presentaba Pare con las siguientes palabras: «Es una canción que con mucha amargura, y un tanto también de vergüenza, yo quiero dedicar a esos canallas que queman nuestros bosques, ensucian nuestras aguas, envenenan nuestros alimentos y se enriquecen con las miserias ajenas».

Serrat y su compromiso con la naturaleza

Merece la pena recordar la introducción con la que Serrat prologaba esa canción en un mítico concierto celebrado en el Parque de Atracciones de Madrid en 1986: «Aún hay mucha gente que, lamentablemente, confunde el paisaje con la naturaleza. Gente que, aunque no trate necesariamente mal el entorno en el que vive, lo mira como si fuera algo ajeno. Y como algo ajeno lo tratan. Como trataría a un cuadro bonito que tiene colgado en el comedor de su casa y al que, de vez en cuando, hay que sacarle el polvo. Pero la experiencia nos ha demostrado claramente que nosotros no somos una cosa y la naturaleza otra, sino que, en el mejor de los casos, nosotros somos naturaleza. Y que es ella la que nos acoge y la que nos incluye. Y que amar y defender la naturaleza no es otra cosa que amarnos y defendernos a nosotros. Porque nuestros caminos van unidos, como están unidas las raíces del olivo y la tierra, como están unidas las historias de los auténticos amantes. Por eso defender la naturaleza no es más que actuar en pura defensa propia. Porque nadie podrá salvarse sin salvarla a ella. Porque todo lo que a ella la hiere, nos hace sangrar a nosotros».

Serrat estará de gira durante todo 2022. En los próximos días cantará en Medellín, Bogotá y San José (Costa Rica). También lo hará en noviembre en Santiago de Chile, Montevideo y Buenos Aires, donde dará cuatro conciertos. Entretanto, tiene programados otros 44 recitales por toda España. Terminará su periplo en diciembre, en Madrid y Barcelona.