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Junio empieza superando los 1,5 ºC de calentamiento, pero el Acuerdo de París sigue vigente

El Servicio de Cambio Climático de Copernicus ha observado que se superó el límite de 1,5 ºC en la primera semana del mes. El organismo, sin embargo, aclara que no es la primera vez que se rebasa esta temperatura y predice que se volverá a rebasar en los próximos meses.
Junio empieza superando los 1,5 ºC de calentamiento, pero el Acuerdo de París sigue vigente
Foto: Unsplash

Las predicciones de calor para este verano y los próximos años no cesan. En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha señalado la alta probabilidad de una estación muy calurosa y con tormentas abundantes. La Organización Meteorológica Mundial (OMM), por su parte, prevé que este sea el lustro más cálido jamás registrado. Ante estos datos, no es de extrañar que el mes de junio haya empezado con las temperaturas más altas jamás registradas para esta época del año.

El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), organismo europeo que mide las temperaturas globales diarias, ha observado que la temperatura media mundial superó el límite de 1,5 ºC en la primera semana de junio. «Sin embargo», aclara el organismo, «queda por ver con qué frecuencia, durante cuánto tiempo y en qué medida se superará el límite en los próximos doce meses aproximadamente, a medida que El Niño actual complete su ciclo», ya que «hay buenas razones para esperar períodos en los próximos doce meses durante los cuales la temperatura media global del aire supere de nuevo los niveles preindustriales en más de 1,5 ºC».

Esta cifra es la que asusta, pues es el límite que se marcó en el Acuerdo de París de diciembre de 2015. Pero no es la primera vez que se supera —aunque sí en un mes de junio: en ese mismo diciembre en el que se cerró el pacto, El Niño estaba a punto de alcanzar su punto álgido y se calcula que durante unos días la temperatura media mundial fue superior en más de 1,5⁰C a la temperatura preindustrial de ese mes. Posteriormente, sucedió lo mismo repetidamente en los inviernos y primaveras de 2016 y 2020.

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(a) Temperatura media mundial (ºC) promediada para cada día del ERA5 desde el 1 de enero de 1940 hasta el 11 de junio de 2023, trazada como serie temporal para cada año, distinguiéndose por colores los años a partir de 2015. Las líneas discontinuas y punteadas indican valores que están respectivamente 1,5 ºC y 2 ºC por encima de los valores de referencia de 1850-1900, tomados como niveles preindustriales. (b) Temperaturas medias mundiales para 2016, 2020 y partes de 2015 y 2023 expresadas como diferencias (ºC) respecto a los niveles de 1850-1900.

Así, el Servicio Copernicus señala que el límite establecido en el Acuerdo de París aún no se ha superado, «ya que se fijó para cambios en medias de veinte o treinta años, no para breves periodos de tiempo como días o meses». «Los efectos de un calentamiento del clima varían considerablemente según la estación y el lugar, por lo que superar los límites globales a largo plazo en una época del año o en un lugar puede no tener especial importancia», explica.

Junio se presenta tras el segundo mayo más cálido a nivel mundial, menos de 0,1 °C más frío que el mayo más cálido jamás registrado. Este mes fue, además, más húmedo que la media en mayor parte del sur de Europa y en el oeste de Islandia. Lo pudimos comprobar con las inundaciones en Italia y los Balcanes. El servicio Copernicus también destacó en este periodo un valor mensual mínimo sin precedentes en la extensión del hielo marino antártico para la época del año por tercera vez en lo que llevamos de 2023.

A pesar de que todavía no hayamos rebasado el umbral de grado y medio, «a medida que la temperatura media mundial siga aumentando y supere con más frecuencia los 1,5 ºC, los efectos acumulados de los rebasamientos serán cada vez más graves«, recuerda Copernicus. El derretimiento del hielo y los incendios forestales son algunos de los fenómenos que ya hemos experimentado. «Cada fracción de grado es importante para evitar consecuencias aún peores de la crisis climática», concluye Samantha Burgess, Subdirectora del organismo.

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