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La semana comenzaba con la AEMET –Agencia Estatal de Meteorología– emitiendo un aviso especial con motivo de la entrada de una DANA –acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos–. Este fenómeno atmosférico, que produce un embolsamiento de aire en capas altas conocido habitualmente como gota fría, se ha desplazado hacia el Mediterráneo, haciendo que el aire frío y la humedad genere precipitaciones torrenciales y tormentas. Valencia y Alicante están bajo alerta roja.
Durante este viernes, las fuertes lluvias persisten en Alicante –con hasta 180 litros por metro cuadrado en 12 horas–, Murcia y Almería. A lo largo de hoy, según notifica la AEMET, se espera que la DANA comience a desplazarse en movimiento lento y retrógrado hacia el noroeste, para terminar finalmente debilitándose hacia el norte por el interior peninsular.
El balance de daños personales a causa del temporal es, hasta el momento, de tres personas fallecidas. El último, un hombre que quedó atrapado en su vehículo en un túnel inundado esta madrugada en Almería. Se suma a las otras dos personas encontradas en el interior de un vehículo en Caudete (Albacete). A esto se le añaden los cientos de habitantes evacuados, los innumerables daños materiales en casas e infraestructuras públicas, y la suspensión de clases y actividades.
En Murcia se han vivido lluvias de hasta 200 litros por metro cuadrado en apenas 12 horas, lo que ha llevado al gobierno de la Región a emitir esta mañana un aviso a la población para que no haga uso del vehículo si no es estrictamente necesario. Además, continúan cerrados los accesos al río Segura, que ha comenzado a desbordarse en las localidades de Orihuela y Beniel, y en las pedanías murcianas de Alquerías y El Raal. Renfe, por su parte, ha suspendido varios servicios en Murcia, Albacete, Valencia y Alicante, tal y como recoge Efe.
Qué papel juega el cambio climático en todo esto
Aunque cualquier evento individual no puede atribuirse directamente a los efectos del cambio climático, lo cierto es que, acorde a las previsiones de la comunidad científica, este tipo de eventos será cada vez más habitual y de consecuencias severas. «Evidentemente va a haber cambios», afirma tajante a Climática Daniel Santos, doctor en Ciencias Físicas e investigador en Meteorología. «Aunque con la precipitación es bastante difícil, los estudios de atribución y todos los indicadores que hay de proyecciones de cambio climático indican que el tiempo meteorológico se va a volver más extremo», haciendo que en este tipo «haya más número de ellos y más intensificación».
Asimismo, no se puede decir simplemente que el calentamiento aumente la temperatura de los océanos y que por ello se produzca la DANA, sino que «son fenómenos muchísimo más complejos, donde intervienen muchos procesos, por lo que es muy difícil decir que es causa-consecuencia».
La urgencia de la adaptación
Ante estas previsiones, la acción pasa, por un lado, por mitigar los efectos del calentamiento global. Por otro lado, por adaptar las ciudades ante estos fenómenos extremos. «El problema en general que hay en España es que el diseño urbano de muchas ciudades y pueblos no está preparado para hacer frente a este tipo de eventos», afirma a Climática Marta Olazabal, investigadora del Centro Vasco para el Cambio Climático (BC3) especializada en adaptación y resiliencia urbana.
«Si antes ya era necesario actuar al respecto», con el cambio climático «se hace aún más imprescindible», cuenta Olazabal. Considera que «nos estamos adaptando demasiado despacio» y que «no estemos siendo capaces de reaccionar a tiempo y de identificar oportunidades».
Para eventos como las lluvias fuertes de estos días, asegura que «posibles soluciones pasan por mejorar las infraestructuras de captación de agua», poniendo como ejemplo Alicante y el parque de La Marjal, que emplea una técnica árabe para proteger a la ciudad de las fuertes inundaciones. También destaca los planes de actuación de ciudades como Barcelona, con sus ‘refugios climáticos’ para días de mucho calor, o San Sebastián, con su plan de adaptación frente a las subidas del mar gracias a métodos naturales.
Daniel Santos, además, apunta a la necesidad de incrementar la educación ambiental y evitar las clásicas imágenes de televisión, donde la gente se juega la vida por coger el coche o meterse en las ramblas. «Hay que transmitir a la gente que estas cosas no se pueden hacer porque te juegas la vida», puntualiza.