El movimiento activista alemán Letzte Generation, acusado de «organización criminal»

La fiscalía de la ciudad de Neuruppin hace responsables a cinco miembros del colectivo por una docena de «ataques» entre abril de 2022 y mayo de 2023. El órgano llevaba dos años investigando los movimientos del grupo e incluso realizó redadas en los domicilios de algunos simpatizantes y escuchas de sus teléfonos.
Letzte Generation organizó este miércoles una concentración en Berlin contra la acusación. Foto: Letzte Generation.

Tirar puré de patatas a una obra de Monet, desconectar estaciones de bombeo de petróleo, provocar la cancelación de unos 60 vuelos en el aeropuerto de Múnich. Detrás de todas estas acciones está el movimiento Letzte Generation, que desde 2021 protesta para reclamar una mayor acción climática al Gobierno alemán. Ahora, por todas ellas, se enfrentan a la acusación de «organización criminal».

Según ha explicado esta semana la fiscalía del estado de Brandeburgo en un comunicado, los cargos –presentados por la Fiscalía de la ciudad de Neuruppin– se refieren a más de una docena de «ataques» contra refinerías de petróleo, el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo y el Museo Barberini entre abril de 2022 y mayo de 2023. Van dirigidos, concretamente, a un subgrupo del movimiento.

El órgano llevaba alrededor de dos años investigando los movimientos de Letzte Generation e incluso realizó redadas en los domicilios de algunos simpatizantes y escuchas de sus teléfonos. «Hay sospechas suficientes de que los cinco acusados se pusieron de acuerdo con otros miembros de este subgrupo para cometer delitos juntos durante un largo periodo de tiempo», asegura la fiscalía en el escrito. «La asociación de personas no sólo estaba destinada a durar un periodo de tiempo más largo, sino que también servía para perseguir un interés común general».

En total, han sido cinco miembros del colectivo los acusados de «formar una organización criminal»: Mirjam Herrmann, Henning Jeschke, Jakob Beyer, Edmund Schultz y Lukas Popp.

«Esta acusación es especialmente peligrosa para la democracia y el derecho a la protesta pacífica, porque convierte el derecho constitucional a la protesta, la libertad de expresión y de reunión política en un delito simplemente porque se han infringido algunas leyes en el transcurso de una protesta civil desobediente», declara una de las acusadas, Herrman, a The Guardian.

La integrante apunta, además, que esta «es la primera vez en la historia de Alemania que un grupo de protesta contra el cambio climático que utiliza medidas de desobediencia civil pacífica es acusado como organización criminal». En España, ya ocurrió a finales del año pasado con Futuro Vegetal, acusado también de «organización criminal», y en Francia, con Soulèvements de la Terre, acusados de terroristas.

Edmund Schulz, otro de los acusados, está de acuerdo: «Es increíble, sencillamente increíble. En todo el mundo muere gente en las inundaciones o en los incendios y la fiscalía no tiene nada mejor que hacer que acusar de organización criminal a gente que intenta desesperadamente advertir de ello, como la mafia».

Tras recibir la noticia, Letzte Generation organizó como parte de la alianza «Pueblos contra el petróleo» una concentración este miércoles, convocada también por otras entidades como Greenpeace Berlín, Scientist Rebellion, Amnistía Internacional y Extinction Rebellion Berlín. En sus discursos, todas ellas defendieron que «el derecho a la protesta y la participación de la sociedad civil se ven atacados y fundamentalmente cuestionados al equiparar la protesta pacífica con las bandas criminales».

Anna Magdalena Busl, abogada defensora de los acusados ha avisado de que «será un proceso largo. Tenemos razón y lucharemos por este derecho».

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COMENTARIOS

  1. La criminalización sólo ha hecho que empezar.
    La gigantesca dictadura del capital que lo compra todo, desde jueces a opinión pública, es la responsable de estas injusticias y de muchas más que, como no despertemos y luchemos todos contra ella, van a ir en aumento.

    NO SOMOS TERRORISTAS.
    Paren la violencia minera: defender la tierra no es terrorismo. Ecuador.
    En marzo 2024 ¡70 agricultoras y agricultores! fueron denunciados por terrorismo en Sigchos, Cotopaxi. Justo antes, una represión policial sin precedentes dejó al menos 15 heridos. Balas, perdigones y gases se lanzaron sobre niños, mujeres y personas mayores. Su único delito: defender el agua, la tierra y la vida.
    Sigchos es un cantón de la provincia de Cotopaxi, en los Andes centrales del Ecuador. En las parroquias de Las Pampas y Palo Quemado, el sol sale cada mañana por detrás de los campos de caña de azúcar para producir panela. Para su desarrollo sostenible, estos territorios subtropicales necesitan agua limpia y ecosistemas naturales como la Reserva Ecológica El Tigre.
    “Aquí siempre hemos sido un territorio de paz. Jamás ha habido violencia. Resistimos en derecho, tal y como lo permite la ley” dice uno de los comuneros. Los pasados días no han sido precisamente pacíficos. El 19 y 26 de Marzo, más de 500 policías y militares irrumpieron en las comunidades con violencia. Se trata de un intento de abrir los territorios indígenas y campesinos a la explotación minera.
    Unos días antes, el Ministerio de Energía y Minas emitió un Acuerdo Ministerial que regula a la baja el derecho a la consulta Previa, Libre e Informada. Su intención era llevar a cabo una “consulta ambiental”, prevista en la legislación para población no indígena. Ambos días hubo disparos y heridos, lo cual es más que suficiente para deslegitimar completamente todo el proceso.
    Las organizaciones Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi MICC y Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE denuncian que la “consulta ambiental” propuesta por el gobierno no sirve, porque “es un proceso viciado, amañado e inconstitucional”.
    Se teme una ola de violencia generalizada en otros lugares en similar situación, además del abuso del Derecho para criminalizar a quienes defienden el territorio y la naturaleza.
    En su apoyo, firma por favor la petición al presidente ecuatoriano y su gobierno.
    https://www.salvalaselva.org/peticion/1283/paren-la-violencia-minera-defender-la-tierra-no-es-terrorismo

  2. Al canciller alemán: deje de fomentar la industria petrolera en África.
    La industria de los hidrocarburos amenaza a las personas, el medio ambiente y el clima en África, donde muchas personas se oponen su extracción contaminante. Ahora, el gobierno alemán pretende importar más gas y petróleo del continente, sobre todo de Nigeria. Pedimos al Canciller Scholz que abandone esta política desastrosa.
    “El gobierno alemán debería promover el desarrollo de energías renovables en África en lugar de apoyar financieramente la explotación de gas y petróleo.”
    Desde hace más de 50 años, empresas como Shell, Chevron y ENI explotan yacimientos de petróleo y gas en el delta del Níger y frente a la costa. Esta región es una de las más contaminadas del mundo, donde los bosques de manglar destruidos, el petróleo flotando en la superficie de los ríos, los incendios y el humo negro que contamina el aire conforman un paisaje apocalíptico.
    Nigeria sirve de ejemplo demostrativo, por ejemplo, cuando defensores de la naturaleza en países vecinos como la República Democrática del Congo piden a su gobierno que no subaste 30 bloques de petróleo y gas o cuando necesitan informar a la población de los estragos que el negocio del petróleo podría causar en su existencia.
    Está claro que el desastre medioambiental que afecta al delta del Níger no preocupa al canciller alemán, Olaf Scholz, que visitó Nigeria el 29 de octubre de 2023 en calidad de comprador jefe de petróleo y gas. En esa ocasión, animó al país africano, hasta ahora proveedor insignificante para Alemania, a aumentar su producción de gas y a ponerla en el mercado.
    Podría darse un escenario similar: instada por Alemania, Nigeria está invirtiendo miles de millones de dólares en infraestructuras de petróleo y gas. Dentro de unos años, Alemania optará por las energías renovables y reducirá considerablemente sus importaciones. Mientras, Nigeria, donde el potencial de producción de energía solar y eólica es enorme, seguirá sumida en los combustibles fósiles debido a las elevadas inversiones.
    Los ecologistas de Nigeria y otros países africanos amenazados por proyectos de petróleo y gas, como Uganda y la RDC, piden un cambio de rumbo de 180 grados.
    ¡Apoyémosles! Firma la petición.
    https://www.salvalaselva.org/peticion/1277/al-canciller-aleman-deje-de-fomentar-la-industria-petrolera-en-africa

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