Etiquetas:
Luis Mundaca es profesor del área de economía ambiental y análisis de políticas públicas en el prestigioso Institute for Industrial Environmental Economics de la Universidad de Lund (Suecia). Su larga experiencia en este ámbito empezó a perfilarse desde temprana edad, cuando empezó a interesarse por la ecoeficiencia. Pronto comenzó a visualizar sus aplicaciones en la pequeña y mediana empresa y, empujado por la convicción y la pasión por el tema, lleva años colaborando con distintas instituciones y proyectos internacionales.
Entre otros, forma parte desde 2010 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). En los últimos años, su aportación ha estado centrada en las oportunidades y desafíos económicos y de políticas públicas necesarias para mantener el aumento del calentamiento global por debajo de 1,5 ºC. Asimismo, ha colaborado en la evaluación de aspectos de economía del comportamiento (EC) y su potencial para contener el cambio climático. A nivel personal, Mundaca asegura que, a pesar de ser un desafío “enorme” y “sin precedentes”, cree que es “posible” alcanzarlo.
Uno de los mayores retos que tiene la humanidad hoy en día es encontrar vías y soluciones para equilibrar la relación aparentemente antagónica que actualmente existe entre la economía y el medioambiente. La labor de este economista y científico chileno consiste en navegar entre esta complejidad, tratando de abordarla desde los aspectos cada vez más presentes en el ámbito económico, social y político como, por ejemplo, la economía del comportamiento.
Esta vertiente de la economía moderna explora los factores que afectan las preferencias de las personas e influyen su toma de decisiones. Entre sus objetivos destaca la comprensión del comportamiento económico humano desde el punto de vista psicológico y sociológico. Con el foco puesto sobre los hábitos de consumo, la economía del comportamiento trata de facilitar la comprensión de la economía desde la teoría, y facilitar predicciones y políticas públicas. Al mismo tiempo, desde el punto de vista de la protección medioambiental, cabe destacar su potencial para evaluar, diseñar e implementar mejores políticas públicas.
¿Cuál es el futuro de la economía del comportamiento?
Creo que existen varias vías. En el ámbito del medio ambiente, creo que se debe desarrollar más conocimiento en relación a las fallas o factores de comportamiento humano que son más relevantes para las políticas públicas. También se necesitan métodos más estandarizados para identificar dichos factores empíricamente, y hasta qué punto se pueden explicar diferencias sistemáticas que requieren de intervención pública. Un desafío clave es la viabilidad o legitimidad social de implementar intervenciones de economía del comportamiento ya que también existe un tema ético de por medio. Creo que también se debe hacer un mayor seguimiento del impacto de estudios en la materia. También esperaría una generación de conocimiento mayor en países vías de desarrollo. Hasta la fecha, el desarrollo de este campo se ha centrado en países industrializados, sin embargo la mayoría de los resultados tienden a ser específicos al contexto. Finalmente, esperaría que la economía del comportamiento se introduzca de forma permanente en la educación de futuros economistas. Algunos planes de estudios en la carrera de economía son prehistóricos.
¿Qué oportunidades ofrece la economía del comportamiento para el desarrollo de políticas que aseguren un desarrollo sostenible?
Por ejemplo, a través de experimentos en los cuales se analiza la efectividad de instrumentos de políticas que se dirigen a prevenir, corregir o asistir decisiones individuales o colectivas que afectan nuestro bienestar y el medio ambiente. La experiencia en el ámbito del uso y conservación de la energía está generando mucho conocimiento, por ejemplo con respecto al uso e impacto de normas sociales. Sin embargo, sería un error considerar que políticas fundamentadas en la EC ofrecen la panacea para asegurar un desarrollo sostenible. Políticas económicas y de regulación, dirigidas al sector industrial y al fomento de tecnologías bajas en carbono son importantes de igual manera.
Durante la conferencia que moderaste recientemente sobre la EC, mencionaste que hemos de volver a Adam Smith. ¿A qué te referías concretamente?
Adam Smith no solamente era economista, sino también un filósofo que estaba particularmente interesado en los fundamentos psicológicos del comportamiento humano. Para aquellos interesados en el tema, los invito a leer la ‘Teoría de los sentimientos morales’ escrita por Smith, donde se citan innumerables aspectos éticos, psicológicos y filosóficos que marcan o manifiestan su pensamiento económico. De ahí que uno puede afirmar que la metodología de la EC apunta a devolver el pensamiento económico a las formas y postulados de Smith.
Has participado en la elaboración de numerosos estudios a nivel mundial, regional y nacional, pero en esta ocasión destacaríamos solamente un par de ellos. El estudio: ‘Climate change and energy policy in Chile: Up in smoke?’ concluye que durante la transición económica del modelo neoliberal en Chile faltaron políticas eficaces para decarbonizar el sistema energético y económico. ¿A qué condiciones se debe esta falta?
Básicamente a que durante dicha transición, particularmente durante la dictadura militar, la “estrategia” medioambiental del país era no tener ningún tipo de estrategia ambiental. Por lo tanto, no había políticas explícitas –ni mucho menos eficaces- para decarbonizar el sistema energético y económico chileno. Durante la dictadura militar, el tema de cambio climático y energía para el desarrollo sostenible estaban a años luz de los que tomaban las decisiones. Como tal, la institucionalización del tema y el desarrollo de instrumentos de política ha sido bastante lento y esfuerzos concretos, no necesariamente eficaces, solo se identifican en las últimas décadas.
¿Existen elementos observados en este estudio qué podrían ser extrapolables en la observación del comportamiento en otras economías o globalmente?
Yo diría que sí, probablemente la falta de instrumentos de políticas efectivas y eficientes, así como también patrones de consumo poco sostenibles no nos llevan a ningún escenario positivo a largo plazo.
¿Por qué los costes transaccionales en algunos círculos de inversión aparecen como el principal obstáculo para conseguir un crecimiento económico bajo en emisiones de CO2?
Yo no diría que son el principal obstáculo para las inversiones, pero sí que afectan el rendimiento financiero de tecnologías bajas en carbono. Por lo tanto, los costos de transacción reducen el interés en implementar o invertir en tecnologías que son realmente atractivas y ‘bancables’. A su vez, esto también tiene un impacto negativo sobre las políticas que buscan fomentar dichas tecnologías. Afortunadamente, existen varias estrategias para reducir este tipo de costes, como por ejemplo a través de la agrupación de proyectos de características similares.
Durante la presentación del último informe de IPCC manifestó que “cuanto más estemos dispuestos a contemplar el cambio de comportamiento, menos tendremos que confiar en las opciones que aún no entendemos o controlamos por completo”. ¿Qué condiciones se deben dar para que el cambio de comportamiento se produjera y asentara?
Los estudios de modelamiento que indican la viabilidad de la meta de 1,5 ºC asumen como condición crítica la rápida adopción de estilos de vida bajos en carbono. Es decir, se necesita complementar o mejorar substancialmente las políticas existentes con enfoques más específicos respecto al comportamiento humano. También se requiere de un análisis más integrado en cuanto a economía, tecnología y comportamiento humano se refiere sobre las políticas que hoy existen y por qué han fallado. Se ha insistido en un enfoque tecnológico, basado en el desarrollo de mercados y poco ambicioso en metas. Dichas condiciones deben cambiar. Como mencionaba anteriormente, tenemos la tecnología y las políticas, pero ahora debemos actuar, más que nunca, sobre el nivel de ambición y el comportamiento humano. Debemos volver a creer en nosotros mismos. Indudablemente las decisiones que tomemos ahora, ya sea para cambiar o seguir con la situación actual, definirán nuestro futuro y el de las próximas generaciones. Se puede decir que el futuro ya no será el mismo.
A pesar del amplio consenso de la comunidad científica, las medidas que se deben tomar para un futuro más sostenible parecen todavía lejanas. ¿Cuáles son los principales obstáculos para la implementación de las medidas que se requieren para mantener el planeta dentro de los límites sostenibles?
El planeta ya ha alcanzado sus límites y el cambio climático es algo presente, y no un problema de las próximas generaciones o algo de un futuro lejano. Esto debe quedar muy claro primero que nada. De acuerdo a mi conocimiento y experiencia, se debe actuar ahora, de manera muy urgente, y terminar con décadas de inoperancia e ineptitud. Creo que existen al menos cinco condiciones fundamentales que se deben materializar en el corto plazo para mantener el planeta dentro de límites sostenibles:
- Una clase política honesta y ambiciosa, con un electorado responsable e informado; ambos con una visión sostenible de largo plazo
- Políticas exigentes y efectivas respecto a la erradicación de la pobreza y desigualdad, cambio climático, crecimiento de la población, y protección y gestión de los recursos naturales
- Rápida adopción de estilos de vida y patrones sostenibles por parte de nosotros, los consumidores
- Mayor regulación y fiscalización de intereses creados (‘vested interests’) por parte del sector comercial, industrial y financiero; incluyendo una mejora de los sistemas de impuestos
- Finalmente, debe existir una cooperación fluida y productiva entre tomadores de decisiones y el mundo científico a nivel internacional, nacional, regional y local.
Boris Matijas, nacido en Yugoslavia, escribe en castellano y vive en Suecia. Actualmente está cursando el Máster de Estudios Medioambientales y Ciencias de Sostenibilidad en la Universidad de Lund, Suecia. Es autor de los libros Cuenta siempre contigo (Premio Feel Good) y Conectar los puntos, Inventar lo posible (Plataforma).