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Cuando buscas el término cambio climático en Twitter (ahora X) aparecen ciertas cuentas hablando de Premios Nobel de Física que niegan la existencia de una «emergencia climática». A priori, puede que esto nos impacte porque damos por asentado que el Premio Nobel es el culmen del conocimiento científico. En estos casos siempre viene bien rastrear el origen de los vídeos y conocer su trasfondo.
Los dos ganadores del Premio Nobel de Física que suelen mencionar los negacionistas son Ivar Giaever y John Clauser. El primero ganó el galardón en 1973 por investigaciones en el campo de la física del estado sólido, y el segundo lo obtuvo en 2022 por su trabajo en el campo de la física cuántica.
Esta rama de la física poco tiene que ver con la investigación en clima, salvo una base teórica que puede aportar la física cuántica a fundamentos en radiación atmosférica. Si bien este último argumento puede dar algo de autoridad, basta con repasar los historiales académicos de ambos investigadores para descubrir que no tienen ninguna publicación relacionada con el cambio climático. Y cuando hablamos de publicación, hablamos de artículos científicos revisados por pares, es decir, que varias personas ajenas a la investigación hayan revisado la calidad y veracidad del artículo. Un artículo en una web dudosa o blog personal no tiene ninguna veracidad.
La conferencia de Ivar Giaever que usan los negacionistas dura media hora y se la preparó el día antes buscando información por Internet y googleando un poquito, según posteriores declaraciones. En la conferencia, aseguró –entre otras afirmaciones– que la temperatura media global se mide mal porque harían falta muchos más termómetros, ignorando el uso de imágenes satelitales y que la temperatura media global se puede calcular sin tener repartidos termómetros por todo el mundo. Además, usó gráficos desactualizados o manipulados, de los que hablaremos en otro artículo.
Ambos científicos podríamos decir que padecen de la enfermedad del Premio Nobel, también llamada síndrome del Premio Nobel o Nobelitis. No es realmente una enfermedad, más bien es un término que se usa para algunos Premios Nobel que comienzan a opinar y promueven ideas erróneas sobre un campo del conocimiento en los que no son expertos. Por ejemplo, Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina en 2008 por sus investigaciones sobre el sida, defiende la homeopatía e incluso se atrevió a hacer investigaciones en el marco de la mecánica cuántica. Como punto anecdótico, intentó explicarlo a través del entrelazamiento cuántico, campo en el que sí es experto John Clauser.
La CO2 Coalition y el manifiesto que niega la emergencia climática
Tanto Ivar Giaever como John Clauser pertenecen a una organización llamada CO2 Coalition, una especie de think tank que –según su página web– defiende el rol vital que juega el dióxido de carbono (CO2) en nuestras vida.
Con esa afirmación, lo que realmente quieren decir es que el CO2 es bueno para el planeta y para la vida. Hasta cierto punto tienen razón, pero un exceso de CO2 no es bueno para el planeta porque aumenta la temperatura. Tampoco lo es para las plantas si los niveles de CO2 son altos. Sin embargo, si uno explora la web o cuenta de Twitter de CO2 Coalition, encontrará argumentos negacionistas o gráficos manipulados. Tal es su grado de desinformación que existe una cuenta (Ceist 8) que se dedica a rebatir sus gráficos y argumentos negacionistas.
Precisamente, los argumentos recogidos por CO2 Coalition son los que aparecen en un manifiesto donde se niega la emergencia climática con el respaldo supuestamente de 1.600 científicos. Entre los firmantes están los dos Premios Nobel mencionados anteriormente. También figura Javier del Valle, colaborador del programa Horizonte, de Iker Jiménez, y autor de un polémico libro que utiliza argumentos retadistas y gráficos obsoletos (en otra entrega hablaremos de él).
Aunque sean científicos, hay firmantes que no se dedican a investigar en cambio climático. La web que recoge el manifiesto (Climtel) ha sido creada por un geofísico que trabajó para la petrolera Shell y por el periodista Marcel Crock. Ambos han sido acusados de recibir dinero de las compañías de combustibles fósiles, y cuando el manifiesto sumaba unas 1.200 firmas de «expertos climáticos», una investigación averiguó que el 21% de los firmantes eran ingenieros de compañías de combustibles fósiles. Frente a este intento de desacreditar la ciencia climática, la realidad: el consenso científico sobre el cambio climático de origen humano supera el 99% en la literatura científica revisada por pares.
Dos personas que no firman el manifiesto son los galardonados por el Premio Nobel de Física de 2021, Syukuro Manabe y Klaus Hasselmann. Ellos ganaron el Premio por los avances que hicieron en investigación sobre modelos climáticos. Manabe fue uno de los creadores de los modelos de circulación general, que nos permiten modelar el clima en las tres dimensiones. Hasselman aportó una visión estadística a los modelos climáticos, pudiendo así predecir los efectos del cambio climático en las próximas décadas a la vez que se considera la naturaleza caótica del tiempo meteorológico y las largas escalas temporales en los cambios en el océano profundo. Pudo responder a la pregunta, ¿si no podemos predecir el tiempo en 15 días, cómo podremos predecir el cambio que se producirá en el clima en 50 años? Ambos son expertos en su campo y han ganado el Premio Nobel por ello, por lo que no son sospechosos de tener la enfermedad del Premio Nobel.
En definitiva: se necesita mucho más que unos tuits, un manifiesto o unas charlas de dudosa calidad para desmontar el trabajo que llevan haciendo miles de científicos y científicas del clima durante décadas. Para aspirar a ello, lo primero que deben hacer los negacionistas es publicar estudios científicos que rebatan la teoría del cambio climático antropogénico. Segundo, que presenten una teoría alternativa a la del calentamiento antropogénico frente a lo que dicen los datos. Y tercero: conseguir un amplio consenso científico.
Enrique Barrera es físico y meteorólogo.
Ya lo dijo Don Quijote: » Poderoso caballero es Don dinero». O, en una forma menos elegante, otro dijo » Por la pasta baila hasta una ballena».
Por otra parte, asi como entre los ganadores de los premios Nobel de ciencias hay un monton que creen ser los hijos preferidos de Dios, por pertenecer a su pueblo elegido; habra tambien negacionistas del cambio climatico global.
En todo caso, a todos aquellos negacionistas que habitan el Hemisferio Norte, les aconsejo aprender de los esquimales a vivir entre los hielos. A los demas, les aconsejo que aprendan a nadar en agua fria y salada; pues, segun las ultimas mediciones, efectuadas por geofisicos de varias universidades de USA, la velocidad de derretimiento de los hielos polares es 6 veces mayor que la prevista y, por tanto, si continua a ese ritmo, en 30- 40 años, el nivel de los oceanos sera 6 o mas metros mayor que el actual y todas las ciudades costeras del mundo desapareceran bajo las aguas. Asi, aunque tarde, hasta los premios Nobel mas recalcitrantes se enteraran que el cambio climatico es real mata.
DAVI KOPENAWA, indígena yanomami, ha estudiado directamente en el libro de la naturaleza, nunca le darán Nobel alguno, ni falta que le hace, el Nobel de la Paz, por ejemplo, se lo dieron al genocida Kissinguer, todo son intereses, como esos científicos comprados por los grandes intereses económicos contaminadores.
Sabiduría indígena
“El mundo tiene que escuchar el grito de la tierra, que pide ayuda. Si siguen matando gente y destruyendo la naturaleza y extraen todo el petróleo, los minerales y la madera, nuestro planeta enfermará y todos moriremos.» Davi Kopenawa Yanomami.
«La caída del cielo»
El primer libro escrito por un chamán amazónico: Davi Kopenawa Yanomami.
Leerlo es como sentarse alrededor de un fuego y escuchar, ininterrumpidamente, las palabras de un chamán.