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Elisenda Pallarés
El próximo martes, 8 de octubre, el Juzgado de Instrucción Número 29 de Madrid tomará declaración a nueve activistas climáticas del colectivo Futuro Vegetal bajo la acusación de conformar una organización criminal.
Futuro Vegetal ha publicado un comunicado en el que lamentan que el juzgado está continuando con una investigación «que no tiene razón de ser». «Las fuerzas represivas estatales están trabajando activamente contra el derecho fundamental a la libertad de expresión«, aseguran. «Incluso aunque la imputación termine quedando en nada, la gestión de abogadas, el procedimiento penal y el daño que todo esto está generando a la salud mental de las activistas afectan al trabajo diario del colectivo», añaden.
Asimismo, destacan que les parece absurdo que, con esta citación, el juzgado dé continuidad al informe presentado por la Brigada de Información de Madrid. Ese informe sustenta la acusación en acciones como «protestar desnudas y bañadas en líquido rojo en Carrefour de Barcelona» o bañarse «desnudas en la fuente de los jardines del Palacio Real y colgar una pancarta».
El grupo ecologista, que basa su estrategia en la desobediencia civil y la acción directa para reclamar más políticas frente a la crisis climática, también ha protagonizado acciones llamativas como cortes de las carreteras M-30 y M-40 de Madrid, protestas donde se ha arrojado pintura sobre la fachada de un banco o una cadena de comida rápida o contra jets privados en el aeropuerto de Ibiza.
En diciembre del año pasado la Policía llevó a cabo una operación que acabó con 26 integrantes detenidos en España y Francia bajo la acusación de formar parte de una organización criminal y de desórdenes públicos, daños y contra la seguridad del tráfico. Los activistas que están siendo investigados se enfrentan a penas de cárcel que podrían alcanzar hasta los 8 años si son condenados por estos delitos.
Bilbo Bassaterra, portavoz de Futuro Vegetal, ha declarado que «dentro de lo dañina que es la situación, están tranquilas y confiadas en que el juzgado terminará por archivar el procedimiento«. Según el activista «la policía nacional ha realizado una investigación prospectiva, lo que es ilegal en nuestro ordenamiento jurídico, llegando a infiltrar al menos a tres agentes para recabar información y desestabilizar al movimiento».
El cofundador de Futuro Vegetal ha lamentado «que los recursos públicos se empleen en montar denuncias falsas contra quienes más se exponen por defender la vida y no en investigar la financiación de partidos políticos y grandes corporaciones».
Por su parte, la plataforma Defender a Quien Defiende, ha destacado la gravedad de aplicar un tipo delictivo como el de organización criminal sobre movimientos de protesta. «Las consecuencias son nefastas, no solo a nivel legal, sino también sobre la capacidad de organizarse y de reivindicar de los colectivos y organizaciones de la sociedad civil, así como los movimientos sociales, provocando un efecto intimidatorio o chilling effect que causa desmovilización», señalan.
Además, añaden que este tipo de acusaciones también «generan impactos psicológicos y sociales perjudiciales sobre las personas activistas» y «sientan un precedente que alimenta una narrativa muy peligrosa de criminalización de la protesta».
En respuesta a lo que el colectivo considera una medida coercitiva por parte del Ministerio del Interior, representado por Fernando Grande-Marlaska, ha convocado protestas en las distintas sedes del PSOE el mismo 8 de octubre a las 11.00 horas.
Futuro Vegetal también estará el 9 de octubre acompañada por distintos partidos políticos en el Congreso de los Diputados para firmar una Proposición No de Ley con la que busca instar al Ejecutivo a tomar medidas contundentes contra la crisis ecosocial y a despenalizar las protestas.
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Putos violadores.
Greta Thunberg es detenida en Bruselas mientras que la Banca Armada, bancos Santander y BBVA están ayudando a financiar el genocidio contra Palestina, están financiando a empresas que están desforestando la Amazonía brasileña, están financiando a las macrogranjas, ect. ect.
Los clientes que alimentan a semejantes tiburones son los que se suelen quejar de las injusticias que cometen los políticos, es decir, los sirvientes de esos y otros tiburones.