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Más de 45 organizaciones de la sociedad civil, procedentes de distintos países, han firmado un manifiesto conjunto en el que denuncian el cambio de la sede de la COP de Chile a España, tras la decisión del presidente chileno, Sebastián Piñera, de renunciar a acoger la vigesimoquinta Conferencia de las Partes (COP 25) de la ONU en Santiago. Piñera justificó la decisión por la delicada situación política y social que atraviesa el país. Entre las organizaciones firmantes están las españolas Ecologistas en Acción y Fundación Viento Sur.
El manifiesto afirma que la decisión de Piñera responde a “un intento desesperado para desviar la atención de la comunidad internacional del profundo entramado de inequidad social e injusticias medioambientales que impactan las comunidades a lo largo del país, y de la violenta represión de los que se oponen a estos”. Además, el texto critica al gobierno español por apoyar que el ejecutivo de Piñera mantenga la presidencia, calificando la medida como “un ejemplo más del premeditado aislamiento de las bases de los movimientos democráticos del mundo de los espacios de toma de decisiones”. En el documento, las organizaciones piden tanto al ejecutivo de Pedro Sánchez como a la ONU que no permitan que Piñera mantenga la presidencia.
El responsable de internacional de Ecologistas en Acción, Samuel Martín-Sosa declaró a Climática que el traslado de la COP a Europa es “una decisión unilateral de los gobiernos chileno y español”, que ignoran, según el activista, “los meses de trabajo de los movimientos sociales y de justicia climática, que ya no podrán participar con la calidad que habrían deseado”. Martín-Sosa afirmó que los movimientos sociales del Estado español están “reaccionando a toda velocidad para intentar dar cabida a la contestación social a la COP”. El miembro de Ecologistas confirmó que su organización, junto con otras, está coordinándose con los movimientos sociales chilenos y latinoamericanos, con la intención de “garantizar que su voz está presente de uno u otro modo”.
Asimismo, el manifiesto recuerda que la Cumbre de lo Pueblos y la Cumbre por la Acción Climática, más conocidas como “contracumbres” se realizarán en Santiago. También declara que “la justicia climática implica justicia social, económica y ecológica”.
Cambio de sede
El pasado 30 de octubre Sebastián Piñera anunció la renuncia de su país a acoger la vigesimoquinta Conferencia de las Partes (COP 25) de la ONU, la mayor cita climática del mundo. Las protestas y movilizaciones de la sociedad chilena no permitían Al día siguiente de conocerse la renuncia saltaba la noticia: España ofrecía Madrid como sede de la reunión, manteniendo a Chile en la presidencia. La ONU aceptó rápidamente la propuesta, confirmando que la capital española recibirá a más de 20.000 participantes en la conferencia en menos de un mes (del 2 al 13 de diciembre).
Las protestas comenzaron el pasado 18 de octubre y se centraron, inicialmente, en la subida de los precios del transporte público en la capital, Santiago. Pronto se extendieron a distintas ciudades y sectores de la sociedad, convirtiéndose en todo un desafío para la estabilidad del ejecutivo y la propia Constitución chilena. Piñera reaccionó sacando al ejército a la calle (por primera vez en democracia). Las víctimas mortales ya se cuentan por decenas. También se han denunciado abusos de todo tipo por parte de militares y policía.
El cambio de sede, junto con el mantenimiento de la presidencia al gobierno de Piñera ha supuesto un varapalo para las organizaciones de la sociedad civil chilena, que contaban con el foco de la COP para poner de manifiesto la violencia y la violación de derechos desencadenada en el país.