Países de la UE acuerdan recortar un 90% sus emisiones en 2040, pero con muchas flexibilidades

A escasos días de que arranque la COP30, los Estados miembros han aprobado –con los votos en contra de Eslovaquia, Hungría y Polonia– la propuesta de la Comisión, que ahora deberá tener el visto bueno del Parlamento.
Países de la UE acuerdan recortar un 90% sus emisiones en 2040, pero con muchas flexibilidades
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, con el comisario de Clima, Woepke Hoekstra (izquierda), y homólogos europeos. Foto: Unión Europea.

Los países de la Unión Europea (UE) llegaron este miércoles a un acuerdo político para reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 90% para 2040 respecto a 1990, aunque diluyendo ese esfuerzo con medidas que conceden mayor flexibilidad a los Estados miembros.

El pacto se alcanzó por mayoría cualificada tras casi 24 horas de negociaciones y con los votos en contra de Eslovaquia, Hungría y Polonia, según las posiciones expresadas hoy en la sesión pública del Consejo de ministros de Medio Ambiente de la UE.

El acuerdo político permitirá también que la UE actualice sus planes climáticos de cara a la inminente cumbre del clima COP 30 que Naciones Unidas organiza en Belém (Brasil).

El bloque comunitario, que debería haber entregado a la ONU en septiembre sus planes climáticos actualizados diez años después del Acuerdo de París de 2015, se comprometerá a reducir en 2035 entre el 66,25 % y el 72,5% de CO2 respecto a 1990 (rango que en el extremo alto se alinea con un 90% para 2040).

El texto definitivo tendrá que negociarse aún con el Parlamento Europeo, idealmente antes de que acabe el año.

Fijar un objetivo de CO2 para 2040 es un paso intermedio entre la reducción del 55% respecto a 1990 comprometida para 2030 y la neutralidad climática que la UE ha prometido alcanzar en 2050.

Representa, además, el marco legal sobre el que se irán construyendo normas para alcanzar ese objetivo, que afectarán a todos los sectores económicos, desde la industria y el transporte hasta la agricultura o la producción de energía.

Flexibilidades y revisión

Las flexibilidades acordadas por los ministros incluyen la posibilidad de completar un 5% del recorte comprando derechos de emisión a terceros países, usando fondo europeos, y otro 5% con fondos nacionales, señalaron fuentes europeas.

España había señalado que el 90% suponía una «línea roja» y pedía limitar los créditos internacionales al equivalente del 3% de las emisiones netas de la UE en 1990 propuesto inicialmente por la Comisión Europea.

Esta exigencia planteada por Italia, de ejecutarse plenamente, conllevaría que el esfuerzo de reducción real se quede en el 80%, es decir, alejada del mínimo del 90 % de reducción neta doméstica que cree necesario el consejo de expertos independientes que asesora a la Comisión Europea en las políticas climáticas.

Los créditos podrán utilizarse a partir de 2036, y como proyecto «piloto» entre 2031 y 2035.

También pactaron revisar el objetivo general cada dos años, en función de los avances científicos y tecnológicos.

Además, para contentar a Polonia, los Veintisiete acordaron retrasar un año, hasta 2028, la entrada en funcionamiento del sistema de comercio de emisiones ETS 2, diseñado para poner un precio al CO2 del transporte rodado y los sistemas de calefacción de los edificios.

Los ministros se comprometieron también a revisar el objetivo general cada cinco años.

Sumideros de carbono

La meta acordada por los Veintisiete también tendrá en cuenta la evolución de los llamados «sumideros de carbono», de forma que si los bosques, praderas o humedales absorben menos CO2 de lo proyectado, en parte por el avance de las temperaturas y la escasez de lluvia, no se obligará a los países a compensar ese déficit en otros sectores económicos.

Se trata de una exigencia que acordaron los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE en la cumbre europea celebrada a finales del pasado octubre, un debate necesario para desbloquear las negociaciones a nivel ministerial. 

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  1. UNION EUROPEA: RECORTES SALVAJES EN LA CONSERVACION DE LA NATURALEZA MIENTRAS SE EFECTUAN DONACIONES SALVAJES AL NEGOCIO DE LA GUERRA.

    El nou marc financer de la UE consolida les retallades salvatges en conservació de la natura.
    La Comissió Europea ha iniciat el procés de tramitació del Marc Financer Pluriennal 2028-2034 de la UE (MFF per les seves sigles en anglès) amb una proposta inicial plena de retallades per al medi ambient, l’acció climàtica i fins i tot les mesures socials.
    Aquesta setmana, des d’Ecologistes en Acció hem exigit al Govern d’Espanya una actitud decidida i que imposés en la negociació pressupostària uns criteris coherents amb l’alarma científica per la crisi de biodiversitat i amb els propis compromisos polítics assumits per la Unió Europea.
    En la proposta actual de MFF, la natura desapareix dels eixos de la política europea (se n’estableixen només quatre), i queda subsumida en l’eix “Competitivitat, prosperitat i seguretat”. Així, la nova arquitectura de les finances europees conté una simplificació extrema (de 52 a 16 fons en total) i consolida els canvis més grans en relació a la conservació de la natura i l’aigua.
    El fons LIFE, que durant dècades ha permès impulsar accions pioneres de conservació d’espècies i hàbitats a tota Europa, desapareix per complet. Qualsevol projecte de conservació ara haurà d’encaixar en els fons de “transició neta i descarbonització industrial”, tot competint amb un ventall d’altres projectes, inclosos empresarials. L’experiència anterior (per exemple, amb el Mecanisme de Recuperació i Resiliència) demostra que quan els projectes de natura competeixen amb els d’altres àrees sempre són relegats, en aquell cas, a un anecdòtic 2% del total.
    Addicionalment, la proposta de la CE no inclou un objectiu general de despesa destinada a natura. En canvi, es planteja un 35% del total en un genèric “clima i medi ambient” que engloba també actuacions a nivell empresarial. En el període financer que està acabant, en canvi, el compromís és del 30% del pressupost total per a clima, i el 10% per a biodiversitat. Igualment greu és que la proposta no planteja una eliminació progressiva dels incentius econòmics nocius per a la naturalesa i el clima, sinó que els manté, en clara contradicció amb les estratègies de biodiversitat europea i mundial.
    Per tot això, Ecologistes en Acció ha dirigit una carta a la Ministra per a la Transició Ecològica i Repte Demogràfic, i Vicepresidenta Tercera, Sara Aagesen, en relació amb la trobada del Consell de Medi Ambient de la UE, al qual la ministra assistia aquest dimarts 21 d’octubre. En la carta, l’organització ecologista reclamava al Govern d’Espanya que defensés a la UE que:
    https://www.ecologistasenaccion.org/350155/el-nou-marc-financer-de-la-ue-consolida-les-retallades-salvatges-en-conservacio-de-la-natura/

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