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Esta historia se publicó originalmente en inglés en The Ferret.
Quince grandes aseguradoras acusadas de «amenazar el futuro de la humanidad a cambio de beneficios derivados de la explotación petrolífera», después de que The Ferret denunciara su intermediación en la contratación de pólizas de seguros para los yacimientos del mar del Norte.
Entre las empresas que han proporcionado o facilitado cobertura financiera a las compañías petroleras que desde principios de 2021 explotan plataformas marinas frente a la costa del Reino Unido se encuentran la española Mapfre, así como la mayor aseguradora del mundo, Marsh, y varias compañías «cautivas» que son propiedad de gigantes de los combustibles fósiles como ExxonMobil y Shell.
Estas conclusiones se desprenden de los datos hechos públicos por el organismo regulador del mar del Norte en el Reino Unido a instancias de este medio [The Ferret] y al amparo de la ley de transparencia informativa.
Asimismo, hemos tenido acceso a otro contrato que demuestra que la empresa noruega de prospección petrolífera Aker BP obtuvo cobertura para sus actividades a nivel mundial a través de Lloyd’s of London, un importante mercado de seguros con sede en la capital inglesa.
Las aseguradoras globales se enfrentan a una creciente presión ciudadana para que dejen de asegurar los nuevos proyectos de la industria petrolífera y gasística por su papel en el agravamiento de la crisis climática. Sin pólizas de seguros vigentes, las nuevas explotaciones de combustibles fósiles no pueden seguir adelante.
Por su parte, los activistas ven en estos hallazgos una prueba más de que el sector de los seguros «incumple su obligación» de proteger a la sociedad de la crisis climática al tiempo que «blinda a la industria de los combustibles fósiles frente a los colosales riesgos asociados a la explotación petrolífera».
Por su parte, el sector de los seguros sostiene que está tomando medidas para reducir el impacto climático de la extracción de combustibles fósiles y ayudar a sus clientes a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas que se hayan fijado.
La transparencia es otro aspecto que genera inquietud, debido a la dificultad de obtener información sobre las compañías aseguradoras que brindan cobertura a los proyectos de explotación de combustibles fósiles.
The Ferret ha descubierto que, en muchos casos, el propio organismo regulador del mar del Norte nombrado por el gobierno británico no conoce la identidad de la compañía que asegura un determinado proyecto, sino tan sólo de la empresa intermediaria que ha facilitado la contratación de ese seguro.
Los activistas sostienen que «quienes luchan por detener el cambio climático y quienes tienen la responsabilidad de fiscalizar la actividad de estas empresas no deberían tener que adivinar» quién asegura los proyectos que se están desarrollando en el mar del Norte. En su opinión, estas empresas deberían «verse obligadas» a desvelar todos los detalles relacionados con la contratación de pólizas de seguro «a petición de los interesados».
Los intermediarios salen a la luz
Estos hallazgos se desprenden de una solicitud presentada al amparo de la ley de transparencia ante el organismo británico regulador de los proyectos de explotación petrolífera y gasística en alta mar, Opred (Offshore Petroleum Regulator for Environment and Decommissioning).
El Opred está facultado para emitir «requerimientos informativos» a las empresas que explotan yacimientos marinos en el mar del Norte con el fin de obligarlas a demostrar que disponen de la cobertura adecuada para asumir los costes de cualquier daño medioambiental que pudiera derivarse de sus actividades.
Entre enero de 2021 y julio de 2022, este organismo regulador emitió trece requerimientos informativos. Durante ese mismo período, quince compañías aseguraron o mediaron en la contratación de seguros de empresas petroleras que desarrollan su actividad en el mar del Norte. La información obtenida al amparo de la ley de transparencia no desvela qué empresas o proyectos concretos aseguraban esas compañías, once de las cuales son corredurías de seguros, es decir, intermediarios que ayudan a sus clientes, entre los que se cuentan las compañías petroleras, a asegurar su actividad.
Corredurías de seguros como AON, Willis Towers Watson y Gallagher son cada vez más el blanco de las críticas de los activistas climáticos, según van saliendo a la luz detalles de su estrecha relación con la industria de los combustibles fósiles.
Una de esas corredurías, Marsh —cuyas filiales son cuatro de las empresas citadas por el Opred—, ha sido objeto de especial escrutinio por haber concertado seguros para el denostado oleoducto de crudo de África oriental (EACOP, por sus siglas en inglés). Las voces críticas sostienen que el oleoducto tendrá «consecuencias calamitosas para el clima».
Marsh es asimismo el agente de seguros que organizó el seguro global de Aker BP a través de Lloyd’s of London, según los documentos hechos públicos en Noruega a los que ha tenido acceso este medio.
Póliza de seguro de Aker BP con Lloyd’s of London
Lloyd’s no es una compañía aseguradora, sino el mayor mercado de seguros del mundo, donde se reúnen compradores y vendedores de todo tipo de pólizas. Sin embargo, esta particularidad no le ha servido para para eludir el escrutinio derivado de su impacto en la crisis climática.
En la práctica, Lloyd’s funciona como regulador y establece las normas por las que deben regirse las empresas que interactúan en el seno de ese mercado, entre las que se cuentan algunas de las mayores aseguradoras del mundo.
Los miembros de Lloyd’s pueden seguir asegurando nuevos proyectos de explotación de carbón —el más contaminante de los combustibles fósiles— pese a que en mayo le llovieron críticas por la publicación de su última estrategia medioambiental, tildada de «insustancial».
Andreas Randoy —que asesora a Greenpeace en Noruega en materia de clima y energía y sacó a la luz los pormenores de la póliza de seguros suscrita por Aker BP tras solicitar esa información al gobierno noruego en cumplimiento de la ley de transparencia— afirma que los corredores de seguros y Lloyd’s han tratado de «proteger a la industria de los combustibles fósiles de los colosales riesgos asociados a la explotación petrolera», y añade que las aseguradoras han hecho posible la puesta en marcha de proyectos petrolíferos «en plena naturaleza a lo largo y ancho del mundo».
«Tanto si hablamos de financiar como de asegurar la actividad de estas empresas, el hecho de apoyar el desarrollo de nuevas explotaciones petrolíferas y gasísticas mientras la ciencia nos advierte que ya hemos extraído demasiado combustible fósil es lo opuesto al concepto de inversión sostenible.» «Creo que, de cara al futuro, debemos conseguir que el sector de los seguros sea más consciente de ello».
Mapfre y las empresas cautivas
Mapfre es la única aseguradora convencional que, según los datos revelados al abrigo de la ley de transparencia, ha ofrecido cobertura a una empresa de explotación de combustibles fósiles establecida en el mar del Norte.
En marzo, Mapfre descartó la posibilidad de asegurar o invertir en compañías productoras de petróleo, gas o carbón salvo que presentaran un plan para el progresivo abandono de los combustibles fósiles, si bien aseguró que respetaría las pólizas de seguros contratadas con anterioridad.
Tres aseguradoras de las denominadas «cautivas» —Ancon Insurance Company, Pan Insurance DAC y Solen Versicherungen— también cubren las contingencias de varios proyectos en el mar del Norte.
Las grandes aseguradoras crean compañías subsidiarias o cautivas con el fin de asegurar sus propias operaciones. Ancon es la compañía cautiva de ExxonMobil, mientras que Pan y Solen dependen de Total y Shell, respectivamente.
Estas estrategias alternativas de aseguramiento son cada vez más comunes entre las empresas petroleras como reacción a una creciente dificultad para acceder a las póliza de seguros convencionales.
En septiembre de este año, The Ferret desveló que los yacimientos marinos de Cambo y Rosebank, situados en el Mar del Norte, estaban asegurados por Everen, una empresa con sede en las islas Bermudas y propiedad de varios de los mayores productores mundiales de combustibles fósiles.
Muchas de las empresas que se han adherido a Everen lo han hecho por mediación de corredores como Marsh y otros que se detallan en el documento hecho público a instancias de este medio y al amparo de la ley de trasparencia.
La industria «incumple su obligación»
Según Ariel Le Bourdonnec, que lidera el activismo climático en el sector de los seguros a través de la plataforma Reclaim Finance, al asegurar nuevas «bombas climáticas» en el mar del Norte, todo el sector está «incumpliendo su obligación de proteger a la sociedad». Y añade: «Va siendo hora de denunciar el papel clave que desempeñan los grandes corredores de seguros».
«En medio de la indiferencia pública, Marsh o Willis Tower Watson asesoran a las compañías petroleras y gasísticas y les proporcionan cobertura mediante los seguros cautivos, poniendo así en peligro el futuro de la humanidad a cambio de los beneficios derivados de la explotación de los combustibles fósiles.» «Marsh está cada vez más bajo sospecha por prestar sus servicios a proyectos contaminantes como los yacimientos marinos de Cambo y Rosebank, pero también al polémico oleoducto EACOP en Uganda y Tanzania.»
Maya Mailer, fundadora del grupo de presión Mothers Rise Up, suscribe estas afirmaciones y denuncia «la palmaria falta de transparencia» en el Reino Unido respecto a las pólizas de seguros de los yacimientos petrolíferos del mar del Norte. «Los activistas climáticos y los reguladores no deberían tener que adivinar qué aseguradoras ofrecen cobertura a las empresas petroleras del mar del Norte y sus infraestructuras», afirma. «Las empresas que se dedican a la explotación de combustibles fósiles debería estar obligadas a hacer pública una copia de su póliza de seguros a petición de los interesados.»
The Ferret desvela los vínculos de las aseguradoras con el mar del Norte
Mailer se muestra especialmente crítica con Lloyd’s of London y se pregunta por qué se resiste a hacer constar los nombres y apellidos de sus miembros individuales en pólizas de seguros como la firmada con Aker BP.
«¿Acaso se niega a hacerlo porque sabe que asegurar nuevas explotaciones de combustibles fósiles en el mar del Norte simplemente va en contra de todas las advertencias de la ciencia y de su propio compromiso de poner coto a la imparable aceleración de la crisis climática?»
The Ferret se ha puesto en contacto con todas las compañías aseguradoras mencionadas en este artículo. La mayoría se ha negado a hacer comentarios o ni siquiera ha contestado. Por su parte, Aon ha declarado que se ha fijado la «ambiciosa meta» de eliminar todas las emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2030.
Según un portavoz de la empresa, «Aon se compromete de manera inequívoca a ayudar a sus clientes y proveedores a hacer lo mismo. Como empresa global de servicios profesionales, seguirá apoyando los esfuerzos de clientes y proveedores para mitigar su propia exposición a riesgos de largo alcance y ayudarlos a alcanzar sus propios objetivos de sostenibilidad y resiliencia».
Mapfre no ha confirmado a qué operador del mar del Norte ha proporcionado cobertura, pero ha declarado a The Ferret que «cumple escrupulosamente» todos sus compromisos públicos en materia medioambiental.
Este medio ha invitado a Opred y Lloyd’s of London a opinar al respecto.
Cuatro activistas del Arctic Sunrise suben a una pieza de 34.000 toneladas del equipo petrolero de Shell. Está siendo transportado al Mar del Norte para bombear hasta 45,000 barriles de petróleo por día, durante más de 20 años: quemar todo el petróleo y el gas del campo crearía el equivalente a 45 millones de toneladas de CO2, más que las emisiones anuales de Noruega.
Tenemos un mensaje claro para Shell: ¡dejen de perforar y comiencen a pagar por la muerte y la destrucción que están causando en todo el mundo!.
Shell y toda la industria de los combustibles fósiles están impulsando a sabiendas la crisis climática. En mi país, Filipinas, comunidades enteras están siendo destruidas por fenómenos meteorológicos extremos, y no estamos solos en nuestro sufrimiento. En todo el mundo hemos visto inundaciones mortales en Pakistán, olas de calor extremo en Turquía y sequías y malas cosechas en Kenia, Etiopía y Somalia.
Los países que menos han hecho para causar la crisis climática están pagando el precio más alto. En los últimos 50 años más o menos, Shell ha producido diez veces la contaminación de carbono de Filipinas. Pero esta crisis no conoce fronteras. El clima extremo también está devastando vidas en Francia, Alemania y los Estados Unidos. En el Reino Unido y en toda Europa, las personas se están congelando en sus hogares debido a las facturas de energía inasequibles.
Todos estamos sufriendo mientras Shell y el resto de la industria de los combustibles fósiles se llenan los bolsillos y obtienen miles de millones en ganancias.
Para un mundo seguro y justo, necesitamos justicia climática. Eso significa que los contaminadores como Shell deben pagar por las pérdidas y daños que están causando al mundo.
La gente en todas partes se está levantando en resistencia contra la industria de los combustibles fósiles. Espero que se unan a nosotros en esta lucha. Necesitamos su ayuda para amplificar nuestro mensaje a Shell. (Greenpeace Sudeste Asiático)
https://act-int.greenpeace.org/end-fossil-crimes
2022, el año de oro de las petroleras yanquis.
LA PETROLERA YANQUI EXXON BATE RÉCORD HISTÓRICO EN BENEFICIOS EN EL 2022
ExxonMobil obtuvo la friolera de 55.700 millones de dólares en ganancias el año pasado.
La producción de la compañía también creció en unos 100.000 barriles de petróleo y gas equivalente por día (bpd) frente a 2021, llegando a 3,8 millones de bpd. Esta cifra constituye un máximo histórico para Exxon, cuyo récord anterior había sido de 45.200 millones de dólares en 2008.
Según el director ejecutivo de la empresa, Darren Woods, las ganancias se dispararon gracias a la recuperación de la demanda posterior a la COVID-19 en medio de las limitaciones del suministro de energía.
“Si bien nuestros resultados claramente se beneficiaron de un mercado favorable, las inversiones anticíclicas que hicimos antes y durante la pandemia proporcionaron la energía y los productos que la gente necesitaba a medida que las economías comenzaban a recuperarse y los suministros se reducían, dijo Woods.
La producción de la compañía también creció en unos 100.000 barriles de petróleo y gas equivalente por día (bpd) frente a 2021, llegando a 3,8 millones de bpd.
Los expertos opinan que las ganancias de Exxon han batido un récord para la industria petrolera occidental, aunque las grandes BP, Chevron, Shell y TotalEnergies aún no han hecho públicos sus propios resultados de 2022.
Según un cálculo reciente de los analistas de Refinitiv, se espera que las cinco grandes empresas reporten una ganancia combinada de casi $ 200 mil millones para 2022 luego de los picos en los precios de la energía del año pasado.
Es urgente salvar las selvas de RD Congo de las garras de la industria petrolera.
Las selvas tropicales de la cuenca del Congo son el hogar para millones de personas y de innumerables especies animales y vegetales, entre ellas los tres grandes simios: chimpancés, bonobos y gorilas. Estas selvas son realmente indispensables para la conservación de la biodiversidad y juegan un rol fundamental en la lucha global contra la catástrofe climática. Más de la mitad de las turberas y el 60% de la selva tropical del Congo se encuentran en la RDC.
La zona almacena 30 gigatoneladas de carbono, equivalente las emisiones globales de CO2 de un año. Los bosques de turba son también uno de los ecosistemas más valiosos del planeta. Son tan grandes y de tan difícil acceso que queda mucho por explorar sobre su rica biodiversidad.
Pero a pesar de esta riqueza, el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) tiene el firme plan de subastar 16 campos petrolíferos a finales de julio. Al menos tres se localizan en el sensible ecosistema de la Cuvette Centrale, el mayor complejo de turba de los trópicos. Otros nueve se solapan con zonas protegidas.
La ciencia es clara: los gobiernos del mundo deben reducir a la mitad las emisiones de CO2 en los próximos 8 años. Por tanto, todos los nuevos proyectos de petróleo, carbón y gas deberían detenerse.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26, celebrada en Glasgow, el presidente Tshisekedi presentó a la RDC como un «país solución» en la lucha contra la crisis climática. Los frondosos bosques, el potencial de las energías renovables y ciertas materias primas contribuirían a ello, dijo. Pero este plan petrolero socava los esfuerzos de conservación y pone en peligro el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global. Los planes también amenazan los medios de vida de miles de comunidades locales, en su mayoría indígenas.
En una alianza con organizaciones ecologistas de África y de todo el mundo, queremos impedir esta explotación del petróleo.
Por favor, firma nuestra petición conjunta “Detenegan las concesiones de nuevos yacimientos de petróleo en la República Democrática del Congo.”
https://www.salvalaselva.org/peticion/1261/es-urgente-salvar-las-selvas-de-rd-congo-de-las-garras-de-la-industria-petrolera