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Mientras que en Nueva York los líderes mundiales se reunían para discutir sobre varios asuntos en la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) este lunes, en Internet se abría el acceso a la primera base de datos con el registro mundial de combustibles fósiles y su conversión en emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo: medir el impacto del modelo económico actual. Una acción necesaria para que las negociaciones y discursos políticos no queden en vano cuando se trata del futuro del planeta.
Según los nuevos datos publicados, la producción y combustión de las reservas mundiales produciría más de 3,5 billones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, más de siete veces el presupuesto de carbono restante para el 1,5 ºC del Acuerdo de París y más que todas las emisiones producidas desde la revolución industrial.
Este registro, desarrollado por Carbon Tracker Initiative, una organización sin ánimo de lucro que investiga el efecto de la transición energética en los mercados financieros, cuenta con el apoyo de datos de Global Energy Monitor, encargada del seguimiento de proyectos energéticos en todo el mundo, y el de varios países como Francia, Suecia, Luxemburgo y Nauru, que ya dieron su visto bueno en la COP 26 celebrada en Glasgow en 2021.
Además, esta iniciativa promete y debe atraer la atención de otras naciones, ya que el Registro ayudará a los gobiernos a «tomar decisiones para alinear su producción de combustibles fósiles con el objetivo de temperatura del Acuerdo» y «permitirá a los inversores, la sociedad civil y otras partes interesadas evaluar las decisiones de producción en el contexto del presupuesto de carbono y las políticas climáticas», explica el instituto de investigación.
Los informes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) sobre la brecha de producción establecen que existe un gran excedente de combustibles fósiles en relación con el presupuesto de carbono restante, mientras que la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha demostrado que no se pueden desarrollar nuevos yacimientos y que algunos de los existentes se deberán retirar antes de tiempo si se quiere limitar el calentamiento.
Para asegurar que el Registro se tenga en cuenta en el proceso de elaboración de nuevas políticas climáticas que realmente mejoren la situación global, la base de datos debía ser, y es, «totalmente neutral desde el punto de vista político y totalmente transparente en sus supuestos y cálculos». «Los responsables políticos y la sociedad civil carecen de los datos necesarios a nivel de los activos para tomar decisiones sobre cómo gestionar esta disminución de la producción, mientras que los mercados carecen de la información necesaria para predecir qué activos pueden quedar varados», afirman desde la iniciativa.
Por ahora, el Registro cubre el 75% de la producción mundial de combustibles fósiles. Contiene datos de más de 50.000 yacimientos en 89 países y mapas en los que se puede observar qué naciones son los mayores emisoras, además de gráficos con las predicciones de la producción hasta el año 2050 tanto de carbón, gas y petróleo.
Además, el instituto simula diversos escenarios en los que supone el futuro desarrollo de la producción de combustibles fósiles según se tomase una decisión u otra. Tiene en cuenta, por ejemplo, un futuro en el que se alcanzaran los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU e incluso metas más radicales com las cero emisiones netas de carbono para el año 2050.
La información recopilada demuestra que Estados Unidos y Rusia tienen suficiente combustible fósil en el subsuelo como para agotar el presupuesto mundial de carbono restante, es decir, el máximo de emisiones que se puede permitir el planeta antes de que el calentamiento llegue a los 1,5 ºC. Por su parte, España tiene registrados 17 millones de emisiones, así como una producción de petróleo de 30 millones de barriles anuales.
Los datos disponibles hasta ahora se irán ampliando con el fin de incluir atributos económicos, como los impuestos, que podrán ser un factor importante en la toma de decisiones para la reducción de la producción de los combustibles fósiles. Mientras eso ocurra, que estos datos sean accesibles para todo el mundo ya supone una cierta ventaja para perseguir acuerdos políticos más firmes y logar la disminución de las emisiones de carbono.
Y que el mundo no se deje manipular por
Twitter, Tik Tok, Instagram y Facebook, las nuevas fronteras del engaño climático utilizadas con el claro propósito de retrasar la acción climática.
Desde que los científicos comenzaron a mostrar evidencia de que los combustibles fósiles son responsables del desastre climático que amenaza la vida y al que nos dirigimos, la industria de los combustibles fósiles ha lanzado un ataque feroz, cuestionando datos, socavando la evidencia y atacando al mensajero a cada paso.
Después de décadas de engaño y engaño, nada ha cambiado. Acaban de transformarse en el uso de tácticas más sutiles y amenazantes. Una investigación innovadora, Three shades of green (washing) de la Universidad de Harvard y Greenpeace Países Bajos, acaba de levantar la tapa de su plan sistémico de greenwashing.
Esta es la revisión más grande y sofisticada del comportamiento de la industria de los combustibles fósiles en las redes sociales hasta la fecha.
Uno de nuestros hallazgos más sorprendentes del informe es que las industrias petroleras, automotrices y aéreas europeas se están apropiando sutil pero sistemáticamente de la belleza de la naturaleza en su contenido de redes sociales para «ecologizar» su imagen pública.
Incluso este verano, cuando Europa estaba experimentando su mayor calor registrado, algunas de las compañías más responsables del calentamiento climático guardaron silencio en las redes sociales sobre la crisis climática, optando en su lugar por usar el lenguaje y las imágenes para posicionarse estratégicamente como marcas verdes, innovadoras y caritativas.
El lavado verde es peligroso: hace que la gente sea complaciente y nos adormece en una falsa sensación de seguridad. ¿Quién no querría creer que Shell y Total Energies están en el caso haciendo lo mejor que pueden?
Yes I will sing the petition
https://act.greenpeace.org/page/85501/petition/1?utm_campaign=fossil-fuels&utm_source=sign_bt2&utm_medium=email&utm_content=202209021_e