La Tierra bate durante dos días seguidos su récord de temperatura máxima diaria

El domingo y el lunes se alcanzaron los 17,09 y 17,15 ºC respectivamente, superando la marca anterior de julio de 2023, según los datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S). "Nos encontramos en un territorio verdaderamente desconocido", señala Carlo Buontempo, director de la agencia europea.
La Tierra bate durante dos días seguidos su récord de temperatura máxima diaria
Foto: evolución de las temperaturas medias globales de 1940 en base a los registros de Copernicus.

El lunes 22 de julio, la Tierra experimentó su temperatura más alta jamás registrada, batiendo el récord… del día anterior. El domingo 21, la temperatura media global del planeta fue de 17,09ºC y el lunes se llegó (aún de manera preliminar) a los 17,15ºC, superando los 17,08ºC alcanzados el 6 de julio de 2023, según las mediciones llevadas a cabo por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), cuyo histórico de datos se remonta a 1940.

Para la agencia europea, «lo que realmente llama la atención es también la diferencia entre las temperaturas desde julio de 2023 y todos los años anteriores». Y es que, antes de julio de 2023, el récord previo diario en la temperatura media mundial era de 16,8°C, los registrados el 13 de agosto de 2016. Desde el 3 de julio de 2023 ha habido 58 días en los que se han superado ese récord anterior de 17,08ºC, distribuidos entre julio y agosto de 2023, y durante junio y julio en lo que va de 2024.

«Lo verdaderamente asombroso es la gran diferencia entre la temperatura de los últimos 13 meses y los registros de temperatura anteriores. Ahora nos encontramos en un territorio verdaderamente desconocido y, a medida que el clima siga calentándose, seguramente veremos cómo se baten nuevos récords en los próximos meses y años», señala Carlo Buontempo, director del C3S. Asimismo, el físico no descarta que en los próximos días vuelva a registrarse un nuevo hito en la temperatura diaria global.

El porqué de este nuevo récord de temperatura

Estos valores de temperaturas son la máxima prueba del calentamiento global provocado, principalmente, por la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Así, los diez años con las temperaturas medias máximas diarias anuales más altas son los últimos, de 2015 a 2024.

Como explican desde Copernicus, la temperatura media mundial suele alcanzar su máximo anual entre finales de junio y principios de agosto, coincidiendo con el verano del hemisferio norte. Esto se debe a que los patrones estacionales del hemisferio norte determinan las temperaturas globales generales. "Las grandes masas de tierra del hemisferio norte se calientan más rápido de lo que los océanos del hemisferio sur pueden enfriarse durante los meses del verano boreal", apuntan.

Copernicus señala que los picos de calentamiento están relacionados con temperaturas muy superiores a la media en amplias zonas de la Antártida. "Estas grandes anomalías no son inusuales durante los meses de invierno antártico, y también contribuyeron a las temperaturas mundiales récord de principios de julio de 2023", sostienen. Además, explican, la extensión del hielo marino antártico es casi tan baja como en esta época del año pasado, lo que provoca temperaturas muy superiores a la media en algunas zonas del océano Antártico.

Con esto esto, todo apunta a que 2024 desbancará a 2023 como el año más caluroso desde que hay registros. No obstante, todo dependerá en gran medida de cuándo y con qué intensidad se desarrollará La Niña, un fenómeno natural y cíclico que tiende a enfriar las aguas del Pacífico.

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  1. MADRIZ, oasis medioambiental. La vanguardia en las leyes más progresistas en derechos humanos y medio ambientales.
    —-El ecologismo madrileño se planta ante el abuso de las leyes ómnibus del Gobierno regional.
    Concluyen los siete días otorgados por el Gobierno regional para presentar alegaciones a la nueva ley ómnibus, la cual modifica 131 artículos de diez leyes relacionadas con el urbanismo, el medio ambiente y la protección animal.
    Desde 2021, esta es la tercera ley ómnibus que se emplea para reducir o eliminar las garantías legales y procedimentales destinadas a proteger el medio ambiente y gestionar adecuadamente el territorio madrileño.
    Las organizaciones ecologistas Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente, Jarama Vivo y Liberum Natura, manifiestan la imposibilidad de evaluar detalladamente el anteproyecto de ley y presentar alegaciones pero adelantan que tomarán todas las medidas a su alcance para denunciar y frenar lo que consideran prácticas tóxicas del Gobierno regional.
    A juicio de los colectivos ecologistas, el Gobierno regional está cercenando gravemente los derechos ciudadanos y los de las asociaciones interesadas al impedir “de facto” el derecho a la participación en los asuntos públicos, establecido en la Ley 10/2019 de Transparencia y Participación de la Comunidad de Madrid, en la Ley 27/2006 por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente y en el Convenio sobre el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en materia de medio ambiente, conocido como Convenio Aarhus.
    Los colectivos han expresado su inquietud por la frecuencia con la que el Gobierno regional utiliza la tramitación de leyes ómnibus para modificar en bloque múltiples leyes. Desde 2021, esta es la tercera ley de estas características que se tramita, además en periodos vacacionales.
    En diciembre de 2022, la Ley 11/2022 de Medidas Urgentes para el Impulso de la Actividad Económica y la Modernización de la Administración de la Comunidad de Madrid modificó prácticamente toda la normativa ambiental madrileña, habilitando el periodo de información pública en plena Nochebuena. Posteriormente, en diciembre de 2023, la Ley 16/2023 de Medidas para la Simplificación y Mejora de la Eficacia de Instituciones y Organismos de la Comunidad de Madrid modificó once leyes, dos de ellas ambientales, sin habilitar siquiera el trámite de información pública.
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    —- Más de 50.000 personas reclaman al Ayuntamiento de Madrid que abandone la instalación de iluminación nocturna en un tramo del río Manzanares.
    La instalación de focos en un tramo de 560 metros del cauce del río Manzanares producirá notables molestias a la rica fauna que habita en el mismo, y muy especialmente a las aves, más sensibles a los cambios de iluminación, lo que dificultaría la reproducción de la mayoría y podría hacer, incluso, que aquellas especies más sensibles acaben abandonando ese tramo del río. Asimismo, también afectaría a otros grupos de especies animales, como por ejemplo los peces y los insectos acuáticos.
    Esta actuación, que ya se ha iniciado, causará además una serie de perjuicios e inconvenientes a los vecinos y vecinas que viven en la zona. No sólo se generará una notable contaminación lumínica (generada por lo que será un gigantesco “fluorescente” de 40 metros de anchura), sino que posiblemente se producirá un incremento sustancial de la población de mosquitos, que acudirán a la zona atraídos por tamaña iluminación. Todo ello con el único objetivo, según ha informado el Ayuntamiento de Madrid, de “atraer turistas a la zona”, aunque ya es muy visitada de forma habitual, tanto por visitantes como por los residentes de la ciudad, debido al éxito de su renaturalización.
    Desde el principio, tanto Ecologistas en Acción como la Asociación Pasillo Verde Imperial, se han opuesto a este proyecto, solicitando al Ayuntamiento de Madrid que lo abandonara. Del mismo modo, se lo han pedido en un manifiesto hecho público un total de 83 científicos especializados en biología y contaminación lumínica, 12 de ellos con cátedras en universidades madrileñas, y más de 20 investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Asimismo, todos los grupos políticos de la oposición municipal se han manifestado en contra, como otras organizaciones sociales y profesionales. A ello se suman las más de 50.400 personas que con sus firmas exigen que se paralice esta iniciativa a través de la plataforma Change.org.

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