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«Aunque siento mucha empatía hacia los asuntos ambientales, tengo que equilibrar los diferentes intereses de las diferentes partes». Con estas palabras ponía fin el CEO y presidente de Siemens, Joe Kaeser, a la campaña de presión que Fridays For Future lanzó el pasado viernes contra la multinacional que dirige. El motivo de las protestas: Siemens forma parte del proyecto de la gigantesca mina de carbón que el grupo indio Adani construye en el estado de Queensland, en Australia, donde actualmente los incendios destruyen vidas, infraestructuras y paisajes.
La compañía alemana será la responsable de suministrar la tecnología para la señalización ferroviaria necesaria para el transporte del mineral desde la mina hasta el puerto de Abbots Point. Activistas como la sueca Greta Thunberg o la alemana Luisa Neubauer han reclamado a la compañía romper el acuerdo, y así «detener, retrasar o al menos interrumpir la construcción de la gigantesca mina de Adani en Australia», como pedía Thunberg en un tuit.
No obstante, este lunes la empresa confirmó que no romperá el actual contrato. «Si hubiera sido mi propia empresa podría haber actuado de manera diferente, aunque está claro que la instalación de nuestro sistema de señalización no influye en el hecho de que la mina de carbón se construya o no», aseguraba en un comunicado el presidente Kaeser. Este, además, ofreció a la joven Neubauer un cargo en el consejo de supervisión de la futura empresa Siemens Energy. La activista alemana no tardó en rechazar la oferta.
Uno de los proyectos más polémicos del mundo
Esta megamina, una de las mayores del mundo, se espera que produzca hasta 60 millones de toneladas de carbón al año a partir de cinco minas subterráneas y seis minas a cielo abierto. La quema de este combustible supondrá una enorme contribución al calentamiento global, contrariando las recomendaciones de la ciencia de abandonar las explotaciones de carbón lo antes posible. Este es el combustible fósil que más agrava la crisis climática.
Además del impacto en el clima, desde las organizaciones medioambientales apuntan a que esta mina también supondrá un impacto negativo para el consumo de agua, en la destrucción de hábitats y, sobre todo, en la Gran Barrera de Coral. El mayor arrecife coralino del mundo se verá gravemente dañado como consecuencia del aumento de las temperaturas y la acidificación del océano.
«El anuncio de Siemens de que seguirá trabajando en la mina de carbón de Adani mientras los incendios forestales rugen en Australia es nada menos que vergonzoso», denunciaba en un comunicado el grupo de cabildeo ambientalista Australian Conservation Foundation.
En 2015, Siemens se comprometió a ser neutral en carbono para 2030. Actualmente, según el último informe de Sostenibilidad de la empresa, han reducido sus emisiones de CO2 en un 41 por ciento. Un porcentaje que se aplica a sus propios productos, materiales y fabricaciones, y no a lo que terceros hacen con ellos, como es el caso de este proyecto de megamina.
Una mina de carbón para un país que arde
Desde que comenzara en agosto la temporada de incendios en Australia, el país afronta una devastadora oleada de incendios forestales. Hasta 28 personas han perdido ya la vida y se han quemado cerca de diez millones de hectáreas, el equivalente a todo el territorio de Corea del Sur. En el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado, cerca de 7.000 infraestructuras han sido destruidas, de las que más de 2.000 son viviendas, según datos del Servicio de Bomberos Rurales del lugar.
Unos incendios que sí tienen que ver con la crisis climática. La sequía, en la que lleva sumido el país austral dos años, y las altas temperaturas son dos de los impactos más evidentes del calentamiento global. Combinados, estos dos efectos suponen que los incendios hayan alcanzado una intensidad y capacidad de destrucción sin precedentes.
Continúa la indignación ante el fracaso de los políticos en abordar las causas de fondo de este desastre climático mientras siguen aferrándose al carbón. Los informes muestran que el gobierno australiano enterró los planes de respuesta e incluso redujo los recursos de los bomberos en los meses previos. Todo ello se suma a años de inacción climática y a constantes acuerdos para expandir la industria de los combustibles fósiles.
Government buried climate risk action plan
James Fernyhough
Reporter
Jan 11, 2020
A federal government plan to prepare for the dire effects of climate change-related natural disasters was left to gather dust in the Department of Home Affairs for 1½ years before catastrophic bushfires hit last month….