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Cientos de especialistas en el campo del clima piden a la UE que se retire del Tratado de la Carta de la Energía

Denuncian que el Tratado, dedicado a proteger inversiones extranjeras en el ámbito del suministro de energía, impide la transición hacia energías limpias.
Cientos de especialistas en el campo del clima piden a la UE que se retire del Tratado de la Carta de la Energía
Edificio de la Comisión Europea en Bruselas. Foto: Licencia CC BY-NC 2.0

Con motivo de la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar el 10 y 11 de diciembre, más de 175 líderes y científicos y científicas del clima instan a la Unión Europea y al resto de países a que se retiren colectivamente del Tratado de la Carta de la Energía (ECT, por sus siglas en inglés) porque impide la transición hacia energías limpias. Esta propuesta no es la única que se produce estos días: 20 millones de jóvenes, inversores del Institutional Investors Group on Climate Change, 300 miembros de los Parlamentos de la Unión Europea y la Federación Europea de Energías han emitido declaraciones en la misma dirección.

Entre las casi doscientas personas que firman la carta están Laurence Tubiana, ‘arquitecta’ del Acuerdo de París; Julia Steinberger, economista y autora de IPCC; Fernando Valladares, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC); Yayo Herrero, investigadora, consultora y profesora ecosocial; y Miguel Bastos Araújo, investigador científico en el MNCN-CSIC, entre otras muchas.

El Tratado de la Carta de la Energía es un acuerdo de inversión multilateral que hasta este año ha sido ratificado por 53 países, entre ellos España. Está dedicado exclusivamente a proteger inversiones extranjeras en el ámbito del suministro de energía. Bajo el régimen del ECT, los inversores extranjeros pueden demandar a Estados Parte del Tratado cuando consideren que han tomado decisiones que son perjudiciales para sus intereses. Esto, apuntan las personas firmantes, “puede ser suficiente para disuadir a los gobiernos de legislar a favor del interés general”.

Un obstáculo para la acción climática

El Tratado de la Carta de la Energía va en contra de la evidencia científica que demuestran las acciones que hay que tomar para converger en los objetivos de la cumbre de París y en la transición ecológica, energética y en la transición social necesaria para mitigar el cambio climático”, denuncia Valladares. En una línea similar se manifiesta Yamina Saheb, autora del IPCC que firma la carta: “El proceso de modernización del ECT es un fracaso. Los ministros de la UE deberían ponerle fin durante la Conferencia sobre la Carta de la Energía de diciembre de 2020”.

En el escrito señalan que los combustibles fósiles suponen el 72% del suministro de energía en Europa, por lo que “necesitan ser eliminados con urgencia para evitar una catástrofe climática”. Las emisiones de gases de efecto invernadero cumulativas protegidas por el ECT serían equivalentes a más de una tercera parte del presupuesto global de carbono restante para el período 2018-2050 si no se eliminan gradualmente los combustibles fósiles para el año 2050. Asimismo, recuerdan que el ECT es incompatible con el Acuerdo Verde Europeo impulsado por Bruselas.

La Unión Europea ya lo calificó de «anticuado», y votó la enmienda 143 sobre el artículo 8a (P62) de la ley del clima de la UE, el 8 de octubre, que estipula que la Unión «pondrá fin a la protección de las inversiones en combustibles fósiles en el contexto de la modernización del Tratado de la Carta de la Energía». El 2 de diciembre, por primera vez en la historia, la Comisión Europea declaró públicamente que la retirada del TCE es una opción si la reforma fracasa.

Un informe publicado por OpenEXP a principios de este año y liderado por Yamina Saheb ya señalaba que, de aquí a 2050, al menos 216 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero están protegidas por el ECT. Esto es equivalente, según el documento, a más de una tercera parte del presupuesto global de carbono restante para el período 2018-2050. Además, apunta que tendrá unos costes excesivos: al menos 2.15 billones de euros en activos de combustibles en desuso estarán protegidos por el ECT. Por último, destaca que tendrá un fuerte impacto en países desarrollados.

España, con 48 demandas, es uno de los países más denunciados bajo el Tratado de la Carta de la Energía. Hasta la fecha, ha sido condenado a pagar a los inversores extranjeros más de 1.000 millones de euros, pero las demandas ascienden a más de 8.000 millones.

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