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Las ventas de vehículos híbridos enchufables se están disparando en Europa en los últimos años. Este tipo de automóviles forman parte de la estrategia de muchos países, entre ellos España, para llevar a cabo la transición ecológica. Sin embargo, unas pruebas en condiciones reales encargadas por la Federación Transport & Environment (T&E), a la que pertenecen Ecologistas en Acción y ECODES, determinan que este tipo de vehículos impactan en el clima mucho más de lo que afirman sus fabricantes.
Conforme al análisis, tres de los modelos de híbridos enchufables más populares en 2020 –BMW X5, Volvo XC60 y Mitsubishi Outlander– emitieron entre un 28 y un 89% más de CO2 de lo que anuncian sus fabricantes en condiciones reales de conducción con una batería completamente cargada y en condiciones óptimas. Con la batería descargada, explica T&E, emitieron entre tres y ocho veces más que los valores oficiales. Cuando se conduce en modo de carga de batería, que podría llegar a ser una modalidad cada vez más común a medida que los conductores necesiten recargarlas antes de usar el modo eléctrico para poder entrar en zonas de bajas emisiones, los híbridos enchufables emitieron de tres a 12 veces más.
A raíz de estos nuevos hallazgos, Carlos Bravo, responsable de T&E para España, explica que «los híbridos enchufables son falsos coches eléctricos, diseñados para las pruebas de laboratorio y para obtener exenciones fiscales, no para una conducción real». «Nuestras pruebas demuestran que incluso en condiciones óptimas, con una batería a plena carga, estos coches contaminan más de lo anunciado. A menos que los conduzcas suavemente, las emisiones de dióxido de carbono pueden salirse de los baremos. Los gobiernos deberían dejar de subvencionar estos automóviles con miles de millones de euros proveniente del bolsillo de los contribuyentes», añade Bravo.
John Kerry es nombrado enviado especial de Estados Unidos para el clima
El que fuese secretario de Estado durante el segundo mandato de Barack Obama, candidato presidencial demócrata y responsable de firmar el Acuerdo de París en nombre de Estados Unidos, ha sido designado como enviado especial para el clima. Con este puesto, aseguran desde el equipo de transición de Biden, Kerry «luchará a tiempo completo contra el cambio climático» y, por primera vez, incluirá un asiento en el consejo de seguridad nacional. Climate Home News
Las muertes prematuras en España debido a la mala calidad del aire caen un 30% en una década
El informe sobre calidad del aire de la Agencia Europea del Medioambiente, presentado este lunes, no obstante, apunta que la Unión Europea redujo en su conjunto un 54 % respecto a 2009, lo que evitó 60.000 muertes prematuras al año por la alta concentración de partículas finas. En el caso de España, el descenso ha sido del 30,6 %. Esta mejora se debe, según el comisario europeo de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius, “a las políticas climáticas que estamos implementando en la última década”. EFEverde
Organizaciones ambientales piden al Gobierno el fin de la bonificación al diésel en los PGE.
La situación de emergencia ambiental en la que nos encontramos (cambio climático, pérdida de biodiversidad así como aumento de residuos y de contaminación química), exige utilizar todas las herramientas disponibles para atajarla.
La bonificación al diésel se concedió, en su día, al suponer que este combustible permitía disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, a día de hoy, está sobradamente probado que, cuando se tiene en cuenta todo su ciclo de vida, los vehículos diésel emiten incluso más GEI que los vehículos movidos con gasolina.
Los vehículos diésel son la principal fuente de contaminación atmosférica en la mayoría de las ciudades: según un informe de la Comisión Europea, los vehículos diésel son responsables del 80 % de los óxidos de nitrógeno procedentes del tráfico rodado. La contaminación atmosférica, solo en España, causa más de 30.000 muertes prematuras, además de un coste sanitario que la Alianza Europea por la Salud Pública ha cifrado en 3.000 millones de euros anuales.
Es importante recordar que Europa ha pedido en repetidas ocasiones al Estado español que aumente los impuestos ambientales y se acerque a las de los países de nuestro entorno para poder orientar el comportamiento de los agentes económicos y contribuir a la protección del medio ambiente y a la mejora de la justicia social. En términos de porcentaje del PIB, el Estado español ocupa el puesto 24 en el ranking de la fiscalidad ambiental de la UE-27.