133 países acuerdan proteger y restaurar todos los hábitats de especies migratorias para 2032

Con el objetivo de hacer frente a la crisis de biodiversidad, los países han acordado durante la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (COP14) una hoja de ruta con seis objetivos y 23 metas para la próxima década.
Foto: IISD/ENB – Kiara Worth

Durante seis días, en Samarcanda (Uzbekistán) se ha celebrado un evento que ha pasado desapercibido. No ha sido la gran COP, esa que casi todo el mundo conoce, sino la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), conocida como COP14. Y concluyó este sábado con un plan estratégico para la conservación de la biodiversidad de aquí a 2032.

Con el lema La naturaleza no conoce fronteras, la reunión ha permitido que los 133 países participantes hayan llegado a un acuerdo para abordar algunas de las amenazas a las especies migratorias que hasta ahora no se contemplaban en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, adoptado en 2022. Amenazas como la minería submarina, los plásticos, la contaminación lumínica y el ruido marino producido por prácticas militares.

De la discusión entre las Partes, ha surgido una hoja de ruta con seis objetivos y 23 metas, entre las que destaca que, para 2032, todos los hábitats de las especies migratorias estén protegidos, conservados, gestionados y restaurados. Esta decisión se ha tomado en línea con el exhaustivo informe que la CMS publicó el día de inicio de la cumbre, en el que señalaba que la pérdida de hábitat, junto a la sobreexplotación, ponen en peligro a más de una quinta parte de este tipo de especies.

Entre las metas específicas acordadas, están la inclusión de todas las especies migratorias en estado de conservación desfavorable en los Apéndices de la CMS para 2029 y la mejora de su estado de conservación para 2032. Otro de los logros en este sentido ha sido el de incluir en los anexos del tratado 14 nuevas especies de mamíferos y aves que antes no estaban, como el lince boreal o el pelícano peruano.

Uno de los avances más significativos ha sido también la aprobación de un plan de acción para las aves terrestres en la región de África y Eurasia (AEMPLAP), así como iniciativas para la Ruta de las Aves Migratorias de Asia Central. Una de las resoluciones para esta última zona trata los problemas de conectividad ecológica, y otra está destinada a luchar contra el uso doméstico insostenible de especies migratorias.

Finalmente, durante la Convención se han mejorado varias resoluciones y directrices alusivas a la prevención frente a problemas como el envenenamiento, la matanza, captura y comercio ilegal de las aves migratorias, o sobre el impacto de las energías renovables. 

Una hoja de ruta imprecisa

Pese a los numerosos avances de la COP14, la entidad SEO/BirdLife cree que “la Convención no se ha dotado de nuevas herramientas adecuadas para conseguir” los objetivos y metas que se propone, algo que “llena de incertidumbre los importantes avances logrados” frente a una situación cada vez más crítica.

Ahora le toca a cada país poner en práctica lo prometido, algo que SEO/BirdLife no ve muy claro: “Atribuimos la falta de progreso a la insuficiente implementación de los acuerdos por parte de los gobiernos en sus respectivos países”, opina Juan Carlos Atienza, coordinador de Gobernanza Ambiental de la organización y asistente a la cumbre. “Es necesario un compromiso individual más sólido por parte de cada nación para asegurar que los acuerdos adoptados se traduzcan en acciones tangibles a nivel nacional”, concluye.

Gracias a la colaboración de nuestra
comunidad podemos publicar. Ayúdanos a seguir.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.