Los árboles que mejor funcionan para refrescar las ciudades

"Los árboles son mucho más que decoración urbana. Son infraestructura climática. Elegir bien qué especies plantar y dónde hacerlo puede marcar la diferencia entre una ciudad sofocante y una ciudad habitable", señala el investigador Daniel Jato Espino.
Los árboles que mejor funcionan para refrescar las ciudades
Jardín del Turia, Valencia. Foto: Dorieo.

En verano, muchas ciudades se convierten en auténticos hornos. El fenómeno conocido como isla de calor urbana –la concentración del calor debida a los materiales, la densidad de población y el tráfico en las ciudades– no solo incomoda. También puede afectar seriamente a la salud, sobre todo en zonas densamente urbanizadas.

Hay una solución natural y eficaz que a menudo pasa desapercibida: los árboles. Sin embargo, no todos refrescan igual. Y no todas las ciudades tienen suficientes para marcar la diferencia.

¿Por qué hace más calor en las ciudades?

Las ciudades están construidas con materiales que absorben el calor durante el día. El asfalto, por ejemplo, lo retiene y lo libera lentamente por la noche. Por eso, incluso cuando el sol se ha ido, las temperaturas siguen siendo altas.

En zonas urbanas densas como Madrid, la diferencia con respecto a áreas rurales puede llegar hasta los 8 ºC. Este calor acumulado no se disipa fácilmente. Los edificios altos y las calles estrechas crean lo que se conoce como “efecto cañón urbano”. El calor queda atrapado como en una olla a presión.

Si, además, hay poca vegetación, el resultado son diferencias notables de temperatura entre zonas urbanas y rurales. Este fenómeno está provocando un aumento de las noches tropicales –cuando la temperatura no baja de los 20°C– en muchas ciudades españolas.

Elegir el árbol adecuado es clave

Los árboles no solo dan sombra, también refrescan el aire mediante evapotranspiración –transferencia de humedad a la atmósfera–. Este proceso combina la evaporación del agua del suelo con la transpiración de las hojas. Así, se reduce la temperatura del entorno, especialmente en días calurosos.

Pero no todos los árboles tienen el mismo efecto. Algunas especies, por su forma, densidad de hojas y adaptación al clima, son especialmente eficaces para enfriar el ambiente urbano.

En un estudio realizado en Valencia, identificamos tres especies destacadas. El cinamomo (Melia azedarach) crece rápido y tiene hojas grandes y densas que generan sombra y humedad. El azahar de la China (Pittosporum tobira) resiste bien la sequía y tiene una copa baja y compacta, ideal para calles estrechas. Y el olmo común (Ulmus minor) tiene una copa amplia y ayuda a crear microclimas frescos, aunque su uso ha disminuido por su vulnerabilidad a enfermedades como la grafiosis, causada por un hongo.

En general, estas especies combinan copas densas, hojas grandes y troncos no muy altos. Además, se adaptan bien al clima mediterráneo. Por eso, son buenas opciones para ciudades como Valencia, Málaga o Sevilla, donde el calor urbano tiene un impacto notable en la mortalidad.

No obstante, solo una de estas especies es autóctona: el olmo. Las otras dos provienen de Asia. Por tanto, también es importante priorizar la plantación de especies propias. Estas están mejor adaptadas al entorno local y presentan menos riesgos ecológicos en los ecosistemas urbanos.

Ramas y hojas de un árbol

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Siguiente artículo

Artículos relacionados