Campañas de odio por divulgar ciencia: «Me identificaron los grupos antivacunas y atacaron mi perfil. Me borré de todas las redes sociales»

Un estudio de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) concluye que el 51,05% de las personas encuestadas admite haber sufrido insultos o mensajes amenazantes. Los ataques son más habituales hacia las mujeres científicas.
Campañas de odio por divulgar ciencia: «Me identificaron los grupos antivacunas y atacaron mi perfil. Me borré de todas las redes sociales»
Foto: la mayoría de estos insultos y comentarios ofensivos proceden de la red social Twitter (ahora conocida como X).

Divulgar a través de las redes sociales o la prensa se ha convertido en una experiencia desagradable para la comunidad científica, las instituciones e incluso los periodistas. Según una informe de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) a personal investigador del país, un 51,05% asegura que ha sufrido algún tipo de ataque tras comunicar sobre ciencia en medios de comunicación.

“Me identificaron los grupos antivacunas y atacaron mi perfil. Me borré de todas las redes sociales”. “Me insultaron y sembraron dudas sobre la legitimidad del proceso en el que obtuve la beca”. “Recibía continuamente emails difamándome e insultándome”. Estos son algunos de los testimonios de científicos y científicas que no han parado de recibir ataques por el simple hecho de aparecer en algún medio de comunicación ofreciendo su visión experta.

Esta desagradable experiencia es más habitual en las mujeres (56,86%) que en los hombres (46,21%), tal y como desvela el estudio liderado por el Science Media Centre España en colaboración con el grupo de investigación Gureiker, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). En total, respondieron de manera confidencial a la encuesta 237 personas que han ejercido de fuente informativa para el SMC España entre marzo de 2022 y junio de 2024. 

Los insultos (30,38%), los comentarios sobre su capacidad profesional (28,69%) y las opiniones sobre la integridad profesional (17,72%) son los ataques que más sufre la comunidad científica a la hora de comunicar sobre ciencia. Asimismo, los perfiles ultras también recurren al origen, etnia, ideología, religión o creencias (13,5%), los contactos intensos y repetitivos (10,97%), los comentarios sobre su físico (4,64%), la publicación de datos personales (2,95%) y los comentarios sobre su orientación sexual o identidad de género (2,53%). Además, un 2,11% admite sufrir amenazas de violencia física y sexual, y un 1,69% reconoce haber recibido amenazas de muerte.

En el tipo de insulto también hay diferencias en cuanto al género. Por ejemplo, el 34,31% de las investigadoras encuestadas confiesa que ha recibido comentarios sobre su capacidad científica, 10 puntos más que los hombres (24,24%). En cambio, ellos reciben más comentarios sobre su integridad profesional. 

En cuanto a la rama científica que más sufre estos ataques, la encuesta pone en evidencia que son las personas que comunican sobre temas medioambientales y de salud

De las personas que comunican sobre cambio climático, un 53,3% asegura haber recibido insultos en algún momento en estos últimos años simplemente por divulgar. Este porcentaje sube hasta el 74,19% cuando el tema tratado es el COVID-19.

La mayoría de estos insultos y comentarios ofensivos proceden de la red social Twitter (ahora conocida como X). Allí, casi un 60% del personal investigador encuestado reconoce haber sufrido ataques por comunicar ciencia. No obstante, no es la única vía por la que se vierte odio. La comunidad científica también denuncia ataques en la sección de comentarios de los medios online (21,13%) e incluso de manera presencial, ya sea en espacios públicos (11,97%) o privados (7,39 %).

Cuando los ataques son a través de las redes sociales, la mayoría de las personas encuestadas asegura que opta por bloquear o dejar de leer los comentarios. No obstante, un 13,4% se ha decantado por eliminar o hacer privados sus perfiles, y un 16,55% directamente ha preferido dejar de divulgar o hablar con medios. Otro dato llamativo es que un 5,28% ha pedido ayuda psicológica o psiquiátrica. Además, solo un 0,70% ha tomado la decisión de denunciar frente a la policía.

Propuestas para reforzar la comunicación de la ciencia 

Las personas encuestadas consideran que las instituciones deberían fomentar y respaldar su tarea comunicativa, así como aumentar la relevancia de esta actividad. Además, reclaman a las instituciones formación e información sobre comunicación de la ciencia con el objeto de evitar experiencias negativas. También piden mecanismos de protección ante ataques y la implicación de las instituciones o empresas. Finalmente, ven necesario contar con canales para informar de sus experiencias negativas tras comunicar sobre ciencia, proponen extremar las precauciones en las redes sociales y piden implicación de las instituciones. 

La encuesta también arroja datos positivos. A pesar de los mensajes e insultos, un 83,12% reconoce tener una percepción positiva o muy positiva sobre su participación en los medios de comunicación. Hacer llegar su mensaje es el principal beneficio que les aporta, aunque la oportunidad de que sus estudios tengan mayor visibilidad e impacto también resulta motivadora para más de la mitad de las personas encuestadas. Aun así, también reconocen tener miedo a que se tergiverse su mensaje.

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  1. Alguien tiene que abrir caminos.
    Lxs pionerxs que los han abierto, siempre han sólido recibir «en recompensa,» , incomprensión, críticas, cólera tanto de granujas que se sienten perjudicados como de seres con prejuicios y ahora también de estos energúmenos descerebrados que aprovechan las redes para realizarse insultando anónimamente. Gente de esta condición siempre la ha habido pero se guardan bien de insultar dando la cara.
    Gente valiente, honesta, educada y informada.

  2. Así fue la conferencia Beyond Gas 2024 en Gdansk, Polonia.
    El debate comenzó con un enfoque en la comprensión de las causas fundamentales de la crisis climática a través de una lente interseccional, reconociendo la interconexión del racismo, el capitalismo, el patriarcado, el colonialismo y el imperialismo. Las conversaciones enfatizaron que una acción climática significativa debe abordar estas desigualdades sistémicas, no seguir trabajando dentro de sus limitaciones.
    Después de escuchar las experiencias de los participantes sobre el terreno en Europa, Estados Unidos y África, discutimos los desafíos que plantea la situación política actual, en particular en lo que respecta al gas. También planteamos algunas preguntas difíciles en la sala, como cómo deberíamos lidiar con el creciente número de oponentes, conservadores y tomadores de decisiones de extrema derecha.
    Un orador detalló los esfuerzos impactantes contra los principales financiadores de combustibles fósiles, incluidas las demandas contra el lavado de imagen verde y las campañas que cuestionan la participación de los bancos en proyectos peligrosos de GNL. Otro arrojó luz sobre las dimensiones sociales amenazantes de la construcción militarizada de terminales de GNL en Canadá, particularmente en un contexto indígena, y destacó la necesidad de presión internacional para exigir cuentas a los líderes climáticos percibidos….
    Food & Water Action Europe

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